BOICOT A LOS PRODUCTOS CHILENOS ES BANDERA DEL MDDHH

BOICOT A LOS PRODUCTOS CHILENOS ES BANDERA DEL MDDHH
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REVISTA AMÉRICA REBELDE Nº 19

Desde Europa se ha instalado una tradición o forma de solidaridad que es cuando un país viola reiteradamente los derechos humanos y/o ambientales, los movimientos sociales impulsan el boicot a los productos importados desde esos países. Así ha sido con los productos provenientes desde la Palestina ocupada por el sionismo así como con otros países.

Con la instauración del primer gobierno post-Pinochet e inaugurado el “pinochetismo sin Pinochet”, la comunidad internacional sacó de su órbita como un país donde violaban los derechos humanos. Suponían que el mero establecimiento de la democracia formal- ficticia bastaba para que el respeto pleno a los derechos humanos se produjera dentro del paraíso neoliberal. Claro para los países de la Unión Europea y EEUU era necesario imponer esa normalidad y ceguera ya que sabían que vendrían los buenos negocios relacionados a la profundización del modelito heredado y fortalecido por la “oposición” a la dictadura. Desde 1990 hasta antes de yl estallido social o revuelta el Estado burgués de Chile había asesinado a casi 100 personas en el contexto de la protesta social.

Desde el mismo día de instalación de Patricio Aylwin, antiguo golpista, se instaló la nueva prisión política, y se desató uno de los peores períodos de represión contra el movimiento popular y contra los combatientes del pueblo. Pero no solo eso todos los gobiernos civiles de la Concertación / Nueva Mayoría se dedicaron a fortalecer los pilares que sustentan el modelo neoliberal en Chile. Esto trajo no tan solo una precarización de las vidas de los trabajadores sino también, y como consecuencia del extractivismo, el más serio y profundo ecocidio producido en esta región. Zonas de sacrificios, aumento de la Huella ecológica, más de 130 comunas con emergencia hídrica, incremento de la desertificación y aniquilamiento del bosque nativo fueron solo algunos de los efectos de este modelito.

Si se pone la atención en los derechos sociales como acceso a la salud, educación, cultura, vivienda, pensiones estos fueron privatizados dando origen a verdaderas industrias y poderes económicos en cada uno de esos sectores o derechos sociales. La región entera de Chile se ha visto privatizada y los derechos humanos/sociales mercantilizados. Autoconvocarse y luchar contra el capitalismo/neoliberalismo es toda urgencia y necesidad como legitimidad. No podemos olvidar que el poder, en teoría, reside en el pueblo, es el pueblo supuestamente el soberano, por lo tanto, es el pueblo el que tiene la última, la primera y todas las palabras.

De la revuelta, y de la condena por organismos de derechos humanos a la sistemática violación a los derechos humanos, aun escuchamos los gritos desgarradores de quienes se encuentran secuestrados en la prisión política (más de 2.500 personas), de quienes fueron mutilados, que perdieron la totalidad de su vista, que fueron asesinados, brutalmente golpeados y abusados sexualmente.

Es tiempo que la comunidad internacional tome conciencia cierta que en Chile sí se tortura, sí existe prisión política, que sí existen abusos sexuales no tan solo contra los manifestantes sino también contra menores de edad. Sename y que los derechos humanos pesan menos que el aire. Es tiempo denunciar que los tratados de libre comercio firmados por Chile (25 en total) están manchados con sangre tanto en los efectos que estos tienen en la destrucción de nuestro medio ambiente (extractivismo) como también por el nivel de represión que sufren los trabajadores durante el proceso productivo (represión económica-laboral) en comparación a las millonarias ganancias de los grupos económicos.

La exportación de paltas (ha provocado sequía y apropiación del agua), de la minería (contaminación del agua y del medio ambiente), de la carne (explotación animal y contaminación del medio ambiente, del agua) etc tienen que ser boicoteado por cuanto no cumplen con un proceso productivo respetuoso del medio ambiente ni menos de los trabajadores. Es tiempo de denunciar en el exterior que el modelo chileno, ese milagro que la misma Unión Europea aplaudió en los foros internacionales como modelo a copiar y emular es un modelo depredador, extractivista enemigo de la ecología, de todos los seres vivos y que sólo beneficia a la minoría oligárquica de siempre, a los poderes económicos y al capitalismo transnacional.

Los pueblos de la región de Chile y los trabajadores ya hemos aguantado demasiado y demasiadas violaciones a los derechos humanos para no derrumbar el mito de la democracia chilena que más parece un mito urbano. Son numerosas, cientos y miles las violaciones, los crímenes contra la humanidad cometidos históricamente y desde 1990 que es tiempo de llevar las realidades de nuestros pueblos al exterior y denunciar con fuerza.

El boicot a los productos chilenos es un arma poderosa que se debe ejercer por las organizaciones sociales y de derechos humanos como una forma efectiva de visibilizar el estado real de los derechos humanos y de altos niveles de represión donde se ha construido el “enemigo Interno” y que va configurando un “conflicto de baja intensidad” con elementos de guerra psicológica incluida.

Una campaña por el boicot a los productos chilenos afecta los intereses de los poderes económicos, visibiliza también la relación del gran empresariado con la represión y la destrucción del medio ambiente y de la precarización de las vidas de millones. Exteriorizar las problemáticas de nuestros pueblos es una de las formas más efectivas de romper el cerco informativo, hacer conciencia hacia el interior, cooperar poderosamente a la unificación del movimiento social en torno a una táctica y estrategia anti capitalista y a denunciar, como bien dicen Las Tesis, de un Estado Opresor y Patriarcal como Racista. Es hora también de hablarle al mundo.

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