CHILE: HABLA EL MOVIMIENTO JUVENIL LAUTARO – MJL
(LOS REVOLUCIONARIOS: ¡A TOMARSE TODO!)
Revista América Rebelde Nº 21
NOTA: A través de las redes sociales, se realiza la presente entrevista al Movimiento Juvenil Lautaro (MJL, Fernando Secretario General) , movimiento que nació al principio de la década del 80 (1982) al calor de la lucha contra la dictadura de Pinochet. Fue uno de los movimientos armados nacido en esa época protagonizando una particular acumulación de fuerza y visión que tuvo también un rol importante durante los primeros años de la transición a la democracia.
En el contexto del estallido social en Chile, se hace necesario conocer cuál es la visión que tiene el MJLautaro de este proceso inconcluso y como se ha venido desarrollando este movimiento durante el tiempo.
Se presente la entrevista en forma completa.
El MAPU inicial nace de una división de la Democracia Cristiana en 1969. Ya se había producido el triunfo de la Revolución Cubana (1959) y la guerra en Viet Nam estaba en pleno desarrollo. Algunos dirigentes del MAPU ese entonces se declaraba “como hijos de Viet Nam”. También los cristianos por el Socialismo y la Teología de la Liberación ya había comenzado a caminar. ¿Cuál es la evaluación que tienen Uds de ese primer período? ¿Qué elementos de ese entonces creen que están vigentes?
Estas hablando de un período de transformaciones intensas en el mundo. Todo ocurriendo a velocidades vertiginosas, de una ambición impresionante de muchos procesos que venían desde principios del siglo XX y otros que se abrieron pasadito la década de los 50, es decir, un verdadero torbellino de dimensiones contundentes. Ese es el instante en donde nace el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria), proveniente de sectores de la juventud democratacristiana, los que comienzan a ambicionar a más y que en la plana falange simplemente no lograban dar con sus búsquedas. Una nueva interpretación del humanismo cristiano, una nueva concepción de la sociedad es lo que va dando sentido y cabida en el escenario nacional. A esta fuerza naciente, que rápidamente se contagia y se va haciendo gigante desde un principio. Al MAPU, en lo que refiere a su parto, no se le puede entender como un mero hito de nacer un 19 de mayo del 69 sino que hay que ubicarlo como un parto haciéndose, un proceso que dura bastante tiempo y que va perfilando una forma de ser y vivir. Es cierto lo que insinúas en la pregunta, el MAPU es una expresión de izquierda, que se va desprendiendo del conservadurismo trunco y traicionero rápidamente. Si bien nace de la DC, se aleja de ella en tiempos breves para terminar siendo un asunto totalmente distinto a sus orígenes. Es un proceso de ambiciones, pero también de retrocesos de volver a un quehacer más plano, como lo que significó la postura de Gazmuri en los 70’. Del MAPU del cual nosotros(a) como Lautaro provenimos, es el de la ambición, el de la constante búsqueda y de no quedarnos con lo decretado. Te menciono esto con el afán de tratar de responder tú pregunta, pero es necesario contemplar que nosotros(a) dejamos de ser MAPU a finales de la década de los 90’, no tuvimos problema de chanflearlo de nuestra intimidad porque lo gravitante siempre fue y ha sido la estampa que fue creando Lautaro, que es propio y muy distante de todo lo que implicó el MAPU en sí mismo, de ese de principios de los 70’. Es decir, nacimos de ahí, nunca lo negaremos porque siempre hemos estado orgullosos(a) de todita nuestra historia, pero las lejanías con ese punto de partida siempre fueron muy distantes para nuestro quehacer.
La Teología de la Liberación es importante en los quehaceres revolucionarios de América Latina, hay dignos ejemplos de aquellos, pero no es gravitante en nuestra concepción de las cosas, inclusive, aunque nuestra base de nacimiento está muy ligado a las bases de la iglesia popular, tanto con feligreses como espacios para reunirse. En Lautaro ha habido militantes creyentes en Dios, para nosotros(a) nunca ha sido un problema. Es más, cuando vino el Papa Francisco al país, protestamos con bases católicas haciendo una referencia a la historia y al presente popular, para rechazar enérgicamente lo que pretendió realizar el poder con esa visita: una “vitrina de un Chile democrático en vías de desarrollo”. Aquella vitrina quedó hecha añicos, la diversidad popular y con bases católicas incluidas fueron capaces de tumbarla.
En el caso de la potentísima historia de lucha de Viet Nam, si ha sido y es gravitante en nuestra Teoría-Concepción. Todo un pueblo luchando por su libertad y el derecho a definir sus destinos, siempre ha de ser un ejemplo para los(a) Revolucionarios(a) del mundo. En el contexto que indicas en tú pregunta, fueron capaces de derrotar al ejército más poderoso del mundo, los yanquis salieron corriendo de sus latitudes, con el espinazo hecho añico y eso fue producto del convencimiento consecuente de todo un Pueblo que no hay enemigo imposible de tumbar, cuando se trata de su propia libertad. Hay un conjunto de elementos que nosotros(a) sacamos de esa experiencia y son significativas en nuestro hacernos. Siempre hemos estado prendados con lo realizado por aquel Pueblo.
Entonces, si hacemos el ejercicio que nos propone tu pregunta, te podrías decir que mantenemos ese sentido de búsqueda de lo nuevo, con ese que nace el MAPU pero que rápidamente se le fue diluyendo. Y también un sentido de valoración de la juventud popular y de ubicarla en su sentido de transformación.
Rodrigo Ambrosio resultó ser como el ícono de ese MAPU ¿cuál creen que fue su aporte no sólo en el plano organizativo sino que ideológico?
No sé si sea correcto atribuirle a Rodrigo Ambrosio un carácter predominante en el plano ideológico, no porque no tuviera esas capacidades – sin duda que las tenía con creces – sino que muere muy temprano en este torbellino de hacerse del MAPU. A mi parecer, a Rodrigo hay que ubicarlo en el plano de que se atrevió a materializar esas búsquedas de transformación cuyo trasvasije se vio plasmado de forma muy contundente en un “estilo” de hacer la política, que irrumpe en el escenario nacional muy rápido y que va cautivando a los sectores populares, campesinos y a la juventud de forma veloz. Rodrigo logra esa conducción, se va apropiando de los procesos en curso, los interpreta bien y establece un sello distintivo. Obviamente que esto es producto de un mastique de concepción, hay allí una reflexión – qué duda cabe de eso – que no logró ser terminada en la conducción de Rodrigo, quizás iba para allá pero eso ya sería especular.
El MAPU fue parte de la Unidad Popular y del gobierno de Salvador Allende ¿Cómo evalúan esa participación?
El gobierno de Salvador Allende ha sido uno de los instantes históricos de mayor goce popular, donde el Pueblo de Chile tuvo esas capacidades de realización, de ejercer el poder popular, de crear horizontes, ambicionar futuros e inundar de Esperanza Alegre el cotidiano. El MAPU fue parte de esa historia, fue gobierno y también base de todita esa creación. Nuestra valoración de aquel proceso es de mucho cariño, de un reconocimiento tremendo a esas voluntades que se hicieron identidad de clase, lo que fue capaz de impregnarse en el sentido común. Cariño absoluto, pero a la vez muy crítico, principalmente con la superestructura, con la lógica y la concepción de la política que imperó en esos mil días de gobierno Popular, que truncó las ambiciones populares. Las bases, el Pueblo mismo, querían, estaban dispuestos, decididos a todo por saltar hacia la toma de la totalidad. Aquello se esbozó en la última etapa de Allende, debate que no se concluyó ni tampoco se materializó. El MAPU, como parte de Unidad Popular, participe en el gobierno, es parte de esa política trunca, no al nivel del PC ni del PS pero parte al fin y al cabo.
Nuestra apreciación respecto a la Unidad Popular, en general, son básicamente dos. Una la que dice que aquella apuesta, esa concepción de Movimiento Popular fue trunco, no pudo materializar la Revolución en su dimensión concreta, apreciación crítica y que nuestra concepción supera con creces en su ambición de realización. Y la otra tiene que ver respecto a Allende, ese Allende que defendió sus ideas, su gobierno y a su Pueblo, con fusil en mano en La Moneda. Aquel gesto, es el cimiento inicial de la constitución de un “Puente Histórico” por el cual han transitado diversas generaciones y que, aunque el poder ha intentado derribar aún sigue abierto de par en par. Ese combate de Allende, la historia lo interpreta como la rectificación de lo realizado y de apertura hacia lo nuevo.
Durante el mismo gobierno de la Unidad Popular se produce una división donde queda el MAPU (que se declara marxista-leninista y encabezado por Oscar Guillermo Garretón) y el MAPU Obrero-Campesino más cercano al Partido Comunista. ¿Cómo influye esa división en los posteriores acontecimientos?
Son importantes en toda la historia que viene después. Como te decía, para entender el MAPU, ese del complejo partidario con Lautaro, hay que ubicarlo en el plano de procesos de búsquedas y dibujos de ambiciones. El MAPU nace de la Juventud de la DC y ya al poco andar acuña esa definición marxista-leninista, es decir, se aparta de sus génesis y va creando un cuento aparte. En ese proceso de hacerse del estilo, la división entre Garretón y Gazmuri (MOC), es relevante porque contribuye a ir fijando nuestra propia concepción, por lo tanto, la ubicamos como parte de estas búsquedas que van decantando en nuestro parto como Lautaro. Ahora bien, si bien son procesos importantes en nuestra historia no tienen la dimensión de ser determinantes en nuestra historia posterior. Con Garretón las lejanías son abismales, su epílogo político es vergonzoso, nosotros(a) no somos parte de esa historia.
¿Cuáles creen que fueron los factores para que se produjera el golpe de estado?
Un conjunto de hechos y factores son los que influyen en la materialización del golpe de Estado. Hay capacidades que desarrolla el enemigo para golpear, tuvieron el espacio y el tiempo para hacerlo. Prueban diferentes estrategias, que no le van dando resultados pero si van degastando. Se produce una verdadera paradoja y que en nuestros últimos debates (en el marco de los 50 años del triunfo de Allende) fuimos aconchando en la afirmación que Allende no puede ser derrotado en el plano de lo democrático y esto fue producto fundamentalmente de las capacidades y compenetración del mismo Pueblo en todito el proceso, todas las presiones desarrolladas no fueron capaces de tumbar al compañero presidente, quien era defendido acérrimamente por el Pueblo. No pudieron en la primavera del 72’, como tampoco en las parlamentarias del 73’ y con un nuevo paro de camioneros (73’), siempre fueron contrarrestados por la fuerza de las bases populares, las que desarrollaron toda su creatividad para defender a su gobierno.
A su vez, la concepción de la política de aquel Movimiento Popular tenía techo en su ambición y en su realización Revolucionaria. No dio el paso hacia adelante, no brincó a tomarse todo y fue derrotado bestialmente, no tan solo militarmente, sino que también desde el punto de vista de la concepción y eso es evidente. Toda esa concepción de Bloque Popular, nacida al calor de las movilizaciones sindicales de principio de siglo, que desarrolló una extraordinaria identidad de clase y que fijo concepciones de alcance y límites republicanos, fue derrotado aquel fatídico 11 de septiembre del 73’.
Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de leer la Convocatoria al XXVI congreso del Partido Comunista de Chile, en la cual – entre otras cosas – nos sorprendió profundamente que alguien sostenga a esta altura de la vida que “la Unidad Popular es un proyecto histórico inconcluso; pero no derrotado”. Una afirmación compleja, tanto desde su sentido histórico de lo ocurrido como también respecto del presente, en la intención de retomar ese proyecto. No podemos estar más alejado de ello, nuestro aconche de ese proceso es la del Puente Histórico.
DURANTE LA DICTADURA
Una vez producido el golpe de estado, se desata una brutal represión quizás nunca antes vista en la nuestra historia o quizás sólo comparable con el genocidio perpetrado por la corona española contra los pueblos originarios en esta región. ¿Cuál fue el estado en que quedan las diferentes expresiones del MAPU?
Quedó como toda la izquierda de esos tiempos, golpeados hasta el tuétano. Si bien, no fuimos objetivo principal de las bestias de la dictadura, el MAPU fue perseguido, tiene compañeras y compañeros desaparecidos, asesinados, torturados…es decir, también fuimos objeto de la bestialidad. A su vez, también se fueron desarrollando las capacidades de lucha, inventando sus formas y aguachando el miedo. Señal de aquello son los primeros mittings relámpagos que se hicieron en dictadura, que sobre en cajón frutero como escenario improvisado y expresión de rapidez, se fueron propagando las ideas de luchar. Del MAPU que venimos nosotros(a) y principalmente el que luego es la base fundamental del naciente Lautaro, es una historia de mucha consecuencia, de quedarse en el país a luchar y buscar las formas para hacerlo, aquello nos quedó incrustado en nuestra piel para siempre, ya como Lautaro una de las primeras decisiones que se toma es que los dirigentes para dirigir la organización tienen que estar al interior del País. Aquello sin duda que marca una distinción gigantesca con lo que fue ocurriendo con otras organizaciones y el mismo MAPU.
Una vez ya asentada la dictadura, y ya comenzando a implementar su programa neoliberal, se produce el proceso de Renovación Socialista una parte importante del Partido Socialista abandona la posición de clase e independencia internacional y asume la socialdemocracia y se integra a la Internacional Socialista. Algunos sectores de las expresiones del MAPU abrazan esa visión. ¿Cómo afecta este hecho a las nuevas generaciones, a los más jóvenes, que se disponían a reconstruir el MAPU en duras condiciones?
Afectar en nada, ese cuento de la renovación nunca fue asunto de lo que nosotros(a) representamos. Es de distancia absoluta, definitiva y para siempre, que si bien rondaba en el aire nuestro MAPU iba en otras búsquedas. En el MAPU se comienzan a vivir diferentes procesos internos, por un lado, está toda esa camada de dirigentes, que en sus viajecitos por Europa quedan imantados con lo que despotricaba los procesos de renovación socialista. Para los(a) que se quedaron a pelear en Chile, la historia es totalmente distinta, se andaba buscando como ir cualificando la lucha no tan solo contra la dictadura, sino que, por la realización de la Revolución chilena, allí por ejemplo hay diferencias enormes con las tendencias políticas de la izquierda que sólo buscaban resistir y combatir a la dictadura. Lautaro nace producto de esas búsquedas de lo nuevo, al calor del Pueblo en Llamas y como parte del Corte Histórico con la concepción del Movimiento de la Revolución Trunca. Ya nacido Lautaro nos fuimos por un tubo histórico, con los otros(a) que se quedaron en la Renovación, no nos volvimos a topar nunca más, son dos historias totalmente distantes entre sí.
En ese sentido, en medio de las contradicciones ideológicas y la represión que continuaba, en 1982, se funda el Movimiento Juvenil Lautaro / MAPU Lautaro. Guillermo Ossandón Cañas (conocido por su nombre de guerra Diego Carvajal) aparece como su líder histórico. ¿Cuáles fueron los análisis, los factores que influyen en la fundación del MAPU Lautaro? ¿Fue algo netamente generacional o fueron contradicciones mucho más de fondo?
Antes de meternos de lleno en la pregunta, creo que es necesario hacer una precisión sobre el nombre, cuya significancia es importante a considerar para entender el contexto del nacimiento mismo de Lautaro. En estricto rigor el MAPU Lautaro no existe como nombre, aquello es una nomenclatura que nace de la prensa, que a esta altura de la vida no es indiferente pero que no logra dar con la realidad del nacimiento de nuestra organización. Decir MAPU Lautaro, es un intento de graficar una suerte de ruptura con un devenir y que pretende, con su invocación semántica, dar cuenta de ella. La historia es la siguiente: El MAPU (el denominado Garretón) venía en una búsqueda de cualificación de la lucha anti dictatorial pero fundamentalmente de carácter revolucionario. La dirección del partido, está compuesta por dirigentes que estaban en el interior y exterior del país, pasando a ser muy gravitante lo que van haciendo los que están en Chile, allí Guillermo juega un rol protagónico. De esos sectores, de las bases populares y juveniles del MAPU va naciendo la idea de crear a Lautaro como expresión juvenil y en movimiento del Partido MAPU, capaz de aconchar lo que se comienza a generar en el país a principios de la década de los ochenta y darle cabida a esas búsquedas de lucha (me refiero al clima que había, ya que las protestas son posteriores al nacimiento de Lautaro) . Es decir, Lautaro nace como un invento del MAPU (Garretón) y no como una ruptura con él, es parte de la estructura, es una decisión de Partido en el cual Garretón fue perdiendo peso significativo. Lo que sucede es, que una vez ya nacido Lautaro estos sectores (los pitufos le decíamos nosotros) se tratan de desentender de Lautaro, se van diluyendo y se casan de lleno con la Renovación. Entonces lo que Lautaro hace es seguir su rumbo propio, sigue siendo MAPU (por qué no hacerlo) y nunca volvimos a saber –en nuestras cotidianidades – de los “pitufos” y ese sector que terminó siendo parte fundante de la Concertación. Entonces, en estricto rigor, existía la estructura orgánica del Partido (MAPU), el Movimiento como expresión de esas búsquedas y de seducción a los sectores juveniles de lucha. Luego, con el nacimiento de las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro (FRPL), se le da vida al Complejo Partidario Mapucista y Lautarino, compuesto por el MAPU, el MJL y las FRPL.
El Movimiento Juvenil Lautaro nace al calor del Pueblo en Llamas, de juventud que va volcando a la candela territorial y de enfrentamiento creciente contra la dictadura. Nuestra primera consigna fue: Juventud Popular a Luchar. Esa expresión, fundamentalmente de juventud popular inaugura un nuevo instante histórico en Chile, cuya capacidad es de romper con lo antiguo, lo supera con creces y lo transforma por completo. Hay un Corte Histórico que deja atrás el Movimiento Popular de la Revolución trunca y da nacimiento al Movimiento Popular por la victoria y el poder, que ambiciona no tan solo derrocar a Pinochet sino que la realización de la Revolución en Chile. En lo propio lautarino, fuimos creando todita una Teoría- Concepción de la Revolución, que trastoca los pilares mismos de las concepciones del movimiento popular anterior, resolvemos los principales nudos y nos lanzamos a la creación. Fusionamos la táctica y la estrategia, lo político con lo militar, el campo y la ciudad y parió nuestro “todo junto”. Bajamos a la Revolución del sitial de lo imposible y de la eterna postergación para que fuese palpable, vivible, que conjugado con la toma de la temporalidad (pasado, presente y futuro) y haciéndose un solo asunto, nació nuestro “aquí y ahora”. Hicimos nuestra interpretación de la historia (como dicen los viejos marxistas), la confabulamos con la ambición de la realización de los sueños y nuestras propias experiencias de lucha, pariendo así nuestro “Bloque Popular Revolucionario” (BPR). Apostamos en derrocar al capitalismo, fuimos creando para ello las certezas, las capacidades que sazonado con ganas, alegría y creatividad…le dio sentido y despliegue a nuestra apuesta de la “Guerra Insurreccional de Masas”(GIM).
Al haber contradicciones mucho más de fondo, se entiende también que esta nueva organización y generación militante rompe con la antigua concepción. ¿Con qué elementos se rompe? Y Si es que se rompe con la antigua concepción ¿Por qué se mantiene el nombre MAPU?
Se rompe con toda la concepción del Movimiento Popular de la Revolución Trunca. Nuestro problema no era ser del MAPU, de allí cualificamos y fuimos creando un cuento nuevo, fuimos dibujando nuestras certezas, la teoría con la práctica se fue haciendo una sola cosita sabrosa y he allí la potencia de nuestra praxis subversiva. Nace una nueva generación, la de la victoria y el poder, la que se compone por los que venían de los 70’y las nuevas expresiones juveniles. En Lautaro las cosas también van cambiando, es una obligación ética y práctica que la dirección dirija desde el interior del país, eso marca una distancia gigantesca con nuestra tradición anterior y con muchos sectores de la izquierda.
¿Qué es lo que va a diferenciar al Mapu Lautaro tanto de las antiguas expresiones como del resto de la izquierda? Me refiero al plano ideológico.
La creación teórica y práctica mapucista y lautarina es muy propia, no responde a un canon establecido, no es importada como tampoco es un recitar de experiencias dadas. Por qué sucede aquello?, simplemente porque la teoría la hicimos concepción, lógica que se nutre de la experiencia misma que fuimos viviendo y de nuestra apropiación de la historia. Sin duda que recogemos muchas experiencias pero las “lautarizamos” de forma inmediata, le pusimos de nuestra cosecha y el producto es algo totalmente nuevo. Nuestra teoría- concepción es “autóctona”, no responde a corrientes internacionales ni a sesgos ideológicos. Colocamos por delante de todo a la “toma”, definimos el proceso revolucionario como algo querido y necesario, le pusimos la cualidad de deseable y no de sufrimiento, la lucha era alegre y creativa, a la política le dimos vitalidad, la dejamos realizarse en todos los ámbitos de la vida, se fue haciendo una totalidad, la sacamos de lo economicista, de los decretos y máximas, le otorgamos color, olor, sentidos, sentires. Todo ese conjunto de cosas distinguen la particularidad lautarina. Imagínate tamaña herejía para la tradición de la izquierda el transformar el sexo en una exigencia vital, que resolveríamos a principios de los noventa el asunto de la marihuana etc.
El sentido de la TOMA nos ha acompañado siempre, al igual que la ambición y sentido de la TOTALIDAD, que rompe con las fases, el etapismo. Nacimos con los Bata, nos metimos a esas tiendas de zapatos para recuperar productos, lo hicimos con cuchillos, palos y en una orgía de masas. Sin duda que ello irrumpió como una distinción “conceptual” de lo político-militar. Nos alejamos de esas búsquedas de la profesionalización de lo militar, de crear ejércitos, lo nuestro siempre ha sido que el asunto sea de masas, de todo un Pueblo resolviendo sus capacidades y realizando sus ambiciones.
HISTORIA Y REVOLUCIÓN
La revolución cubana se definió desde sus inicios, hasta hoy, como “martiniana”. Posterior los nicaragüenses levantaron a Sandino dando origen al sandinismo. Los hermanos salvadoreños levantan a Farabundo Martí como ícono del FMLN. Posteriormente, aparecen el Zapatismo (EZLN, México), el Tupacamarismo (MRTA, Perú), Alfaro Vive (Ecuador), Quintin Lame (Movimiento Armado Quintin Lame Colombia). En Chile posterior al nacimiento del MAPU Lautaro, nace el FPMR que rescata a Manuel Rodríguez. ¿Por qué creen uds que es importante rescatar la historia y unirla al proceso de construcción de una organización revolucionaria? ¿Por qué creen uds que nace esta tradición en América Latina?
Más que rescatar la historia, de lo que se trata es de apropiarse de ella porque su impronta es parte configurativa de los presentes y es la que te permite crear los trampolines para la toma del futuro. Nuestra concepción del “aquí y ahora” se apropia de la temporalidad, subvierte la concepción de reducir a la historia en un asunto lineal, el pasado, presente y futuro se hace un todo junto, siempre urgente y vertiginoso. El pasado, las luchas de los Pueblos posibilitaron nuestro momento presente y a la vez posibilitan traer el futuro hacia el ahorita. La historia es de expresión cotidiana, la cultura y los modos de vida son explicación de ello, hay una valoración de las luchas históricas de nuestros Pueblos, somos productos de ello y a la vez nos enorgullecemos de su andar. Revolución sin historia es imposible es un sinsentido; vida sin historia es imposible su explicación, la historia está en todo nuestros asuntos cotidianos, se expresa en nuestras relaciones, idiosincrasia popular, nuestra cultura, el arte, en las formas de relacionarlos. Será que por eso que esas intentonas burdas posmodernas se cayeron rapidito, eso de separarnos de lo que somos y sus llamados al fin de la historia. Fukuyama ha tenido que ir adecuando ese mirar, dando explicaciones de sus alcances para tratar de no sucumbir en su función de intelectual.
Lautaro es esencialmente dialéctico, mira todo con los lentes de procesos y de la impronta histórica, ejercicio que nos permite movernos en sus matices, latitudes y énfasis. Eso que señalas como rescatar la tradición en las latitudes de la América Morena para nada es un ejercicio retórico ni menos de adorno, es sentido, razón y jaloneo siempre presente. La Revolución cubana ubica en Martí un punto de partida, porque él aconchaba el recorrido a la vez que abría nuevos instantes para Cuba, Fidel (principalmente) le otorga ese sentido a su presente, hace un todo junto con el pasado, presente y futuro, cuyas urgencias se ubican muy bien en la generación del centenario. Ese sentido que se le otorga a la historia, es ya un sentido común de siempre de las organizaciones Revolucionarias, que para nada es forzado sino que pura potencia.
¿Cuál es la importancia que uds le asignaron en su momento y ahora también de la figura de Leftraru (Lautaro)? ¿Por qué MAPU Lautaro y no MAPU Leftraru?
Leftraru fue un guerrero indómito, joven y de una capacidad creativa de los mil demonios. A su corta edad, fue capaz de liderar la lucha de su Pueblo, el cual derrotó al invasor, Pedro de Valdivia cayó por la genialidad de Lautaro. Tenía un sentido de identidad con su Pueblo extraordinario, sudaba savia mapuche, soñaba en cosmovisión mapuche y nada, se lanzó en la realización de la libertad del invasor. Nosotros(a) rescatamos esa esencia en ponernos ese nombre, resaltamos su juventud, su capacidad insolente e indómita, su creatividad etc… todas cualidades que en nuestro tiempo de parto y hasta el día de hoy, están muy presentes en la juventud popular. Fue un encontrón sabroso y de carácter histórico, que además nosotros(a) le pusimos de nuestra propia cosecha en todito nuestro andar, esas características se maximizaron en nuestra praxis. Si se quiere, hemos “honrado” muy bien la impronta de Leftraru, no hay deudas pendientes al respecto.
Te mentiría si te digiera tajantemente las razones de porque somos Lautaro y no Leftraru, quizás sea porque no somos Mapuche, somos populares, somos pueblos distintos que compartimos territorio y un enemigo en común. Nuestro asunto nunca ha sido creernos lo que no somos, sino que resaltamos a mares nuestra propia identidad, que tiene muchísima relación con el Pueblo Mapuche y los gestos siempre han estado en reconocer aquello. Si te puedo decir, que cuando se forma el MJL también estuvo en discusión la impronta de Allende, con su último combate con fusil en mano en La Moneda. Lautaro se comió por completo a Allende, caracterizaba de mejor forma lo que éramos, lo que queríamos ser y el contexto histórico. Mirándolo desde este ahorita, creo que fue una decisión muy acertada que ganara unánime el nombre de Lautaro.
Volviendo un poco atrás, ¿Cuál fue la importancia en todos los planos de Guillermo Ossandón?
El “Chico”(así era Guillermo para nosotros/a) fue un cuadro estratégico de la Revolución chilena. Sería faltar a la verdad reducir Lautaro al chico (somos fundamentalmente creación colectiva) pero también sería un error negar su importancia estratégica en Lautaro. Lautaro no se puede entender sin el Chico y la vida de él no se puede entender sin Lautaro, sin duda que hay ahí una relación intensa, de vida e inherente a un oficio (lo que no ha pocos le sucede). Su estampa está presente en todos los ámbitos lautarinos. Cuando hablamos del Chico, es hablar de consecuencia, elemento neurálgico en Lautaro, su vida la hizo oficio Revolucionario, jamás claudicó y sobre todo no jubiló, murió siendo miembro activo de la dirección, ya no como Secretario General pero siempre en su rol destacado. El Chico es de los que se quedó en Chile a pelear, que hizo honor de muy buena manera aquel principio lautarino que los(a) dirigentes dirigen desde el interior del país, lo que le conllevó dos canas y la bestial tortura por parte de los perros de la dictadura. El Chico, hombre concreto de la Revolución chilena, de carne y hueso, con virtudes y errores, aventurero y amante de la vida, de lo nuevo, de su savia provocativa…todos esos elementos que te mencionó para describirlo, son parte presente e histórica de la estirpe lautarina.
Una de las particularidades del proyecto lautarino fue anticiparse durante la dictadura y en los 90s a un montón de demandas o consignas que en su momento no fueron entendidos por la izquierda como por ejemplo el derecho al sexo libre (repartían anti conceptivos, condones en las poblaciones). La reivindicación de del amor y de la alegría en la lucha (Alegres, Rebeldes y Subversivos fue una de sus consignas). Hablaban también de la “democracia cartucha” en reemplazo de una visión mucho más ideológica y dura como “democracia burguesa”. Así dieron origen a un uso del lenguaje bastante novedoso y particular para el momento. ¿Cómo llegan a ese cambio de lenguaje? ¿Por qué el cambio de léxico?
La magia lautarina es así, logra sintetizar en sí el devenir de la historia, apropiarse de ella y fusionarla con la propia experiencia, ambiciones y sueños en realización…un todo junto cuyo producto es la particularidad distintiva, no buscada (en el sentido de ser forzada) pero real. Como te decía anteriormente, una de las virtudes que tiene Lautaro es que su teoría-concepción y su praxis son “autóctona”, no es copiada, ni importada ni menos calcada, es simplemente creación propia. El ejercicio es muy simple, lo que muchas organizaciones dejan en segundo o tercer lugar, nosotros(a) lo resaltamos, nuestras propias vivencias, nuestros topones etc… porque nuestra concepción de la Revolución nunca ha respondido a máximas, decretos y toda esas vainas, sino que se trata de vitalidad, de Revolución como elemento fundamental para la vida misma, no como acto burocrático sino que para ser vivida y gozada en todita su intensidad. Entonces el quehacer Revolucionario es vida misma, por lo tanto todos los ámbitos de la vida misma son asuntos primordiales para su despliegue, por ejemplo, el sexo nuestro, elemento tan vital como la vivienda, la educación, la salud etc…la cultura, el goce, la música son tan importantes como el trabajo, la economía etc…como ves, todo lo que tenga que ver con la vida misma siempre ha de ser un asunto Revolucionario y todo eso siempre ubicado en el cotidiano, en sus lenguajes y léxicos. Nuestra subversión se hace de ellos para sus provocaciones. Nuestro andar Revolucionario y Subversivo, nos ha permitido conocer y toparnos con la realidad de otros Pueblos, de saber de sus luchas, principalmente las de la Patria Grande. En ese andar, fuimos también haciéndonos de esas palabras hermosas – en modismo- que nutren también lo propio.
A su vez, nuestra apreciación de las cosas tiene un sentido dialéctico inherente que siempre te va jalonando hacia un sentido de cualificación. Entonces hay concepciones que no dan cuentan para contextos históricos definidos. Los conceptos no son rígidos, como todo, son para ser usados y para cualificarlos. Entonces, resulta que hablar de burguesía y proletariado como la contradicción medular en el actual contexto, queda chico, tanto en su dimensión cultural como también de definición, por eso ese antagonismo lo ubicamos en el choque entre el País de Los Negocios y el País Popular, una interpretación de la lucha de clases, que por demás no es malo afirmar que el propio Marx no redujo la lucha de clases entre burgueses y proletarios sino respecto al antagonismo, cuya expresión varia en el tiempo.
Ese cambio de lenguaje ¿también supuso un cambio de percepción del marxismo que asumíeron como MAPU Lautaro? En algunas publicaciones se veían referencias a Michel Foucault, Rosa Luxenburgo, Antonio Gramsci, es decir, lo que llaman algunos el “marxismo disidente”. También aparecía Mariategui, Chomsky (anarquista) entonces al final ¿cómo se define ideológicamente el MAPU Lautaro? Esta diversidad ¿es un factor influyente en ese cambio de lenguaje descrito más arriba?
Nosotros somos Lautarinos(a), esencialmente eso y siempre aquello. Lo de la percepción del marxismo que enuncia tú pregunta es errado o puede suponer una mala interpretación porque supone una mezcolanza que no es cierta en nuestro hacernos. Para aclararlo creo conveniente, si me lo permites, primero fijar un contexto histórico y conceptual de lo que es Lautaro, antes de meterme de lleno en la pregunta.
A lo que te refieres como “ideología” nosotros(a) le damos una definición de Teoría-Concepción, ya que tenemos una apropiación de la historia y de las ideas, que al fusionarlas con nuestra propia experiencia popular, su producto no se reduce a tesis sino que sobre todo se transforma en lógica operante en nuestro cotidiano, que es lo que nosotros(a) definimos como nuestro “mirar”, que no es otra cosa que una praxis concreta, revolucionaria y subversiva. A nuestro ver, uno de los errores que se comete seguido es separar la teoría con la práctica, distanciar a la táctica de lo estratégico cuando en realidad es un todo junto, que si bien tiene matices conceptuales, en el ejercicio cotidiano toma dimensiones de una totalidad.
Nuestra reflexión no es estática, lo que no significa que nosotros vayamos a una suerte de supermercado de las ideas y vayamos sacando de sus góndolas poquitos de cada cosa. Nuestro proceso ha sido siempre en sentido de cualificación y nuestra aproximación con la teoría tiene un sentido de utilidad que si o si tiene que tener un trasvasije práctico o sino queda en letra muerta. La definición más acertada para definir (anteriormente) nuestra teoría concepción y nuestra reflexión teórica fue el “Marxismo-Leninismo-Mapucista-Lautarino (MLML), que pudiese encontrarse como una definición rebuscada pero que para nada lo es, es muy acertada su definición y da cuenta de lo que te venía diciendo anteriormente. Nos apropiamos de las cosas, las lautarizamos (proceso de mastique con nuestra propia experiencia) y cuyo producto final es muy propio, no lo vas encontrado en otro lado. Definirnos como marxistas leninistas a secas, hubiese sido un error porque le quita la importancia a nuestra propia historia, la cual siempre se va haciendo. Te estoy hablando de un proceso de años, por cierto con hitos concretos – nacimiento, congreso del 88’, volón teórico en la cana, congreso de 2004- y en donde hay toda una historia hermosa de lucha.
Nuestro acercamiento con el marxismo (con modestia aparte) creo es una de las más contundente que existe en Chile, no en el sentido de su carácter de estudio sino que en el plano de lo Revolucionario. Nosotros(a) hablamos del “Marxismo de Marx “, porque fuimos al encuentro con él mismo, nos saltamos la variedad de interpretación, que define las “diversas tendencias”, no somos producto de ello y por supuesto de ninguna tendencia, somos Lautaro no más. En ese encuentro con Marx, donde la cana fue muy fértil para ello, llegamos a una definición que es una muy buena síntesis de todo esa lectura minuciosa que realizamos…entendemos el Marxismo como “Método” que se va haciendo lógica en su encuentro con la cotidianidad. Es decir, no zafamos (por suerte) de cualquier rigidez y de fe, le otorgamos un sentido de utilidad, de proceso y de cómo mirar la realidad. El topón con Lenin es similar pero a la vez distinto, ya que a su haber tiene la posibilidad histórica de la realización y cuyo acercamiento con Marx es muy similar a la nuestra, en el sentido del Método y de cualificación para su momento histórico, Lenin realizó “herejías” a la concepción rígida del marxismo no presente nunca en Marx, y que resultaron siendo muy útiles y certeras. Por ejemplo (un tema muy vigente en el ahorita lautarino, de nuestros debates), Lenin se enamora de la experiencia de la Comuna, en su sentido de potencialidad y es desde ahí pero siempre en su contexto, que lee las insurrecciones en su país, quedando imantado y siempre buscando esa veta de realización, lo que finalmente concreta. A Lenin hay que leerlo en su contexto, él no estaba pensando – al igual que Marx – en transcender en la historia, estaban ocupados de sus momentos históricos, en su propia realización. La crítica respecto a la concepción leninista de Partido es un sinsentido, como también achacarle el devenir de la URSS cuyo epílogo fue un verdadero fraude histórico. El Partido fue útil, así como se pensó, en su momento y un tiempo más en otras partes del mundo pero entenderlo como fórmula dada lo vemos como un error.
En el 2004, en nuestro primer congreso (esto en razón de que ya habíamos chanfleado al MAPU, por lo tanto ya no correspondía el correlato numérico), haciéndonos de la “cualificación dialéctica”(dar cuenta, perseverar y cualificar) como método, dejamos de ser Partido, Vanguardia, dejamos de otorgarle a la “política” aquella cualidad de oficio de vida y lo ubicamos en el plano de la subversión. La concepción de partido y vanguardia no daban cuenta de las urgencias del instante, que mirándolo desde el hoy, fue una tremenda afirmación. No obstante aquello (que aquí lo dejo reducido en forma de titulares), la esencia que dio origen a la concepción leninista de partido y su columna vertebral de funcionamiento – Centralismo Democrático- , la de “aunar voluntades” es muy vigente y útil en nuestra intimidad.
Una autocrítica presente siempre en nosotros(a) es que no le hemos dado mayor alcance, en lo que refiere a su compartir, a todo el volón teórico de Lautaro. De a poquito hemos ido trabajando en ello, porque estamos convencidos(a) que es un verdadero aporte a los asuntos de la Revolución chilena y contribuiría bastante – también – en aminorar el desconocimiento sobre Lautaro. Todo un torbellino, no?
Ahora volviendo a lo medular de tú pregunta. En estricto rigor, nuestra “matriz” ideológica es Marxista, Leninista, Mapucista y Lautarina, siempre en cualificación dialéctica y no aferrada a la ortodoxia. En ese andar, nos topamos con Gramsci hace décadas y nos sedujo a montones, en su sentido de apropiación del marxismo y de cualificación, lo que sin duda a la tradición les hizo hervir la sangre y negaron su circulación. Hoy ha tenido mayor amplitud su lectura, hasta la UDI lo lee y el PC chileno, para no ser menos, algo ha hecho al respecto. Más entrado en nuestro vértigo canero, profundizamos en Lukács más allá de su uso clásico, nos aventuramos en su dimensión de la estética, todito un Universo en el cual lo lautarino está en un etapa muy embrionaria y no hemos podido profundizar como quisiéramos. Nos fuimos haciendo de la ética del Che, loco-aventurero-Revolucionario, el topón con él es de siempre pero no en el plano de lo teórico. Nos hemos venido nutriendo de las experiencias de las luchas de los Pueblos, principalmente de la América Morena pero también de la huella de Viet nam y en algún momento nos metimos en lo que se estaba generando en Irán con esa locura provocada del 79 para adelante. Esa es nuestra matriz fundamental y los topones que no han ido nutriendo, subvertimos todo.
Cada cierto tiempo le damos duro a la lectura y a los debates, el Amauta siempre nos ha atraído pero no es en estricto rigor parte de nuestra “matriz”. Ahora bien, en nuestra intimidad siempre buscamos la lectura, la reflexión y los debates, hemos vagabundeado por diversos matices pero ninguno en su sentido de influir en nuestra Teoría-Concepción como tal. Hace poco nos metimos mucho en Martínez Heredia. Lo que sucede, es que nuestro “mirar” es busquilla pero también bastante sólido en sus afirmaciones para ser fácilmente “influenciado”, leemos de todo lo que podamos. Chomsky colectivamente no lo hemos leído y ha Foucault lo usamos en las definiciones necesarias para la prisión, su concepto de panóptico pero todo circunstancial, Foucault no da para más y las distancias son abismales. A mi parecer- una opinión personal- Foucault es interesante en su ejercicio reflexivo peo no en sus síntesis ya que termina como toda la tradición filosófica, se encuentra en su último aliento –obviamente con matices- en el mismo punto que Nietzsche y Heidegger…es decir un buen filósofo de la interpretación y nosotros somos “devotos(a)” de la tesis 11 de las “Tesis sobre Feuerbach”.
LOS SUJETOS
Desde esa nueva visión que encarnó el MAPU Lautaro fue el apelar a los sectores más postergados y marginales de la sociedad, a lo “popular”. También la gráfica en los panfletos y propaganda se reivindicaba el rol de primera línea de la mujer (aparecía desnuda y con metralleta) ¿A qué sectores les hablaba y les habla hoy el MAPU Lautaro?
Lo nuestro siempre ha estado dirigido, ubicado, desatado y desplegado desde y para lo popular, porque somos de ahí, populares a concho, orgullosos(a) de nuestra pertenencia e identidad. Como somos de ahí, nuestra subversión se nutre de esas experiencias de esquinas, de barrios y de territorios en lucha, allí nos movemos como pez en agua, esa es nuestra cotidianidad. Las lautarinas y lautarinos somos hombres y mujeres de Pueblo, no somos “turistas” de esas latitudes por lo tanto la relación que se establece es de sentido común y de potencia. Como hemos sido siempre habitantes de pueblo, conocemos con creces la potencia transformadora del Gigante Popular, cualidad inherente a su ser y que antes del 18-O era tan vilipendiado por moros y cristianos. Nunca hemos tenido esa práctica de ir a decirlo al Pueblo como son las cosas ni lo que tienen que hacer, lo que por todos los lados que se le mire es un error garrafal. Somos provocadores(a) de procesos, dibujantes de atajos y amantes de las ambiciones de pueblo.
El rol de la mujer, en el todo, siempre ha sido de primera línea, lo que nosotros(a) hacemos es sólo resaltar lo que es la mujer Popular. Respecto a la mujer desnuda con la metralleta es parte de nuestra historia que habla de una subversión de lo que iba instalando la prensa como correlato de lo que definía el poder como editorial contra nosotros(a). En una recuperación de plata rebelde, un fotógrafo capturó imágenes de una compita nuestra con el fierro en la mano, algo habitual en nuestro quehacer pero que les reventó las pelotas a los del poder y su cartuchismo castrante, se les hizo insoportable la potencia de una mujer en armas, golpeaba a su inquisición. Producto de aquello, el poder decide intentar de endemoniar la impronta de la mujer Revolucionaria y Subversiva para que aquello no se “contágiese” e inventa aquel concepto de la “mujer metralleta”. Lo que hicimos nosotros(a) fue subvertir esa intención grotesca de denostación, rompiendo el estereotipo, pusimos en primer plano a la mujer subversiva, mujer que goza su vida Revolucionaria, que vive su sexualidad a concho sin tapujos y se lanza a la realización de los sueños. Sin duda, que lo logramos con creces aquello.
Muchas veces en los movimientos revolucionarios se producen contradicciones entre las tendencias “militaristas” y otras más “políticas” ¿Cómo vivió el MAPU Lautaro esa tensión si es que hubo?
Eso no nos pasó a nosotros(a). Nunca hemos tenido tendencias, nuestra concepción de las cosas no se forma bajo esas lógicas, aquello es ajeno a nosotros(a). Al no ser una realidad en nuestra intimidad, menos lo fue lo de tener tendencias militaristas en la organización. Si hubo indicios de ciertos planteamientos al respecto, debates sobre las formas pero que no prosperaron en el sentido que tú indicas. Lo que pasa es que nuestra concepción era político-militar, como un todo indisoluble, un todo junto que no se puede entender por separado, no obstante aquello, lo político siempre ha sido lo fundamental. No somos parte de esa tradición revolucionaria que presentaron esos dilemas, para nosotros(a) las armas son artefactos, instrumentos que permiten dibujar la política, ese es su alcance. Armas sin ideas no tiene sentido, armas sin provocación carece de impronta. Esta concepción nos permitió hacer varios cosas significativas en nuestra historia, por ejemplo, cuando creamos las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro (FRPL), cualificamos una capacidad militar, necesaria para el momento pero que no tenía en su lógica una separación con lo político y menos de la creación de ejércitos etc… También, esta concepción, nos ha permitido usar las armas como también no, no tenemos ningún problema en cualquier de las dos modalidades, porque lo que rige todo son las ideas y las apuestas. Cuando vivimos nuestra Guerra, usamos las armas y fuimos muy creativos(a) en ello, nuestra escuela – principal – la fuimos creando, si bien fuimos parte de los “beneficiarios” de la solidaridad internacional en la formación militar, Lautaro también crea toda una lógica bastante particular y poca habitual en lo militar Te pongo un ejemplo, los batas fue una herejía militar, porque operaban un lote grande cuando se podía hacer en grupos más pequeños pero el efecto (político) no hubiese sido el mismo. Es decir, Lautaro también subvierte la lógica militar revolucionaria.
Desde lo anterior, ¿qué rol le asignan Uds al trabajo de masas? ¿Cómo lo desarrollaron y desarrollan?
La vinculación con los quehaceres, búsquedas, apuestas, sentires y todo lo de Pueblo, es un asunto de primera necesidad de nuestra organización. Nuestros esfuerzos están concentrados en mantener esa relación intensa, con fluidez, provocando ideas y con un sentido cotidiano, lo que no nos resulta para nada difícil ya que somos de allí.
Nuestro convencimiento es que la clandestinidad no es un fin en sí mismo sino que una circunstancia de la lucha que a veces es necesario adoptar para resguardar la integralidad del cuerpo orgánico. Hemos desplegado la subversión con armas y sin armas, clandestinos y de forma abierta…cualquiera de las opciones tiene sus exigencias, sus apuestas y sus virtudes y problemas. Cuando estuvimos clandestinos, siempre mantuvimos una relación fluida con el Gigante, buscamos las formas en establecer esa relación transcendental para cualquier organización Revolucionaria. Por mencionarte un ejemplo, hemos tenido la suerte histórica (por decir algo) de siempre estar en las intensidades del movimiento secundario. En aquel movimiento en la década de los ochenta y principios de los noventa, fuimos capaces de combinar fuerza propia abierta, semi clandestina y clandestina, esa simbiosis nos permitió contribuir con ideas y capacidad organizativa en el corazón mismo del movimiento, a la vez que se realizaban acciones para golpear y rebalsar el escenario, un todo junto que el poder trato de contrarrestar con la imagen de los 5.000 lautaros (no me acuerdo la cifra exacta) infiltrados en la enseñanza media, aquello en vez de cumplir su propósito posesionó mucho mejor la posición. Éramos muchísimos menos de la cifra arrojada por el poder para endemoniar al movimiento de la media pero lo que no se dieron cuentan ellos, es que estaban hablando de una potencia y esa era efectiva, la potencia de las ideas provocativas y siempre con correlato práctico. Después en los 2000, 2005, 2011 y ahorita, ya no siendo una organización clandestina sino que abierta (desde mediados de los 90’), las ideas provocativas y materializadas en hechos, nos han ido permitiendo ir contribuyendo en el Gigante estudiantil.
Hemos tenido poca experiencia en el trabajo sindical pero la que hemos tenido la hemos potenciado con nuestras capacidades. Fuimos parte del quehacer de los telefónicos, donde a la vez que contribuíamos en la organización sindical propia y realizábamos sabotajes a la compañía de teléfonos, más de una vez realizamos campañas bastantes intensas al respecto. En el caso Universitario y poblacional, a la vez que éramos partes de sus movimientos operábamos político-militar en ellos, relación que siempre fue de pura potencia. Repartíamos camiones de pollos, folonas, de carne, de leche etc… en las poblaciones a la vez que estábamos presentes en sus dinámicas territoriales cotidianas. El bazar de las ganas es toda una política en el espacio estudiantil muy potente, espacio de materialización de nuestra política del sexo nuestro, de las sensaciones, música etc… que la íbamos dibujando y recreando con armas, productos recuperados etc…
En la actualidad, no utilizamos la concepción de vanguardia sino de provocadores(a) de ganas e ideas, que sean capaces de contagiarse, por osmosis, en amplios sectores del pueblo. Participamos en espacios, asambleas y territorios conjuntamente con la diversidad popular, somos parte de ahí, siempre de ahí. Estamos metidos en sus cotidianidades, proponiendo, realizando, construyendo, soñando y ambicionando, lo que vamos combinando con el despliegue subversivo con fuerza propia y también conjunta con los sectores avanzados del Pueblo. Dibujamos hechos políticos y los realizamos, soñamos asonadas y/o ofensivas y las materializamos. Nuestro Pueblo nos reconoce como Lautaro, como subversivos(a) sin vuelta y enamorados(a) hasta las patas de la Revolución.
El enemigo siempre ha visto aquello como un potencial que les complica y que siempre han querido golpear, de quitarnos esa posibilidad de la vinculación con el Gigante Popular. Aunque nos acechado de forma bestial, nos ha golpeado de manera demencial y han querido que desaparezcamos, siempre buscamos la forma de establecer ese diálogo que te contaba. Hablamos hasta por los codos, escribimos bastante pero siempre con la espalda de la práctica, somos propagandistas acérrimos, para las lautarinas y lautarinos el punto cero de todo el despliegue es la propaganda
¿Cuáles eran las demandas del Lautaro, su programa? ¿Qué era lo que perseguía?
En nuestro tercer Congreso, el del 88’, creamos un Programa para la Revolución Chilena, el cual hoy circula en formato de libro, es muy interesante su contenido. Pero lo del Programa como tal, con el tiempo fue perdiendo sentido para nosotros(a), nos fuimos alejando bastante de esas búsquedas porque es complicado definir un conjunto de ejes articuladores cuando quien tiene esa responsabilidad no son las organizaciones sino que el Pueblo – en su conjunto – en sí mismo. En el 88’ apostábamos a una Revolución Socialista y hoy no, el 88’ apostábamos al Chile Popular y hoy también, como también a la Revolución de la Felicidad etc…
Con o sin Programa nuestro ADN siempre ha sido el mismo, van cualificándose los conceptos, las certezas y afirmaciones se ubican en los contextos históricos de los Pueblos pero la esencia sigue siendo la misma. Nosotros(a) luchamos, soñamos, gozamos y vamos por la Revolución en Chile, esa que saca de cuajo al capitalismo, su modo de vida y hace que predomine en la sociedad el modo de vida popular, que si bien tiene muchos pilares fundamentalmente es pura creación colectiva de Pueblo. Para Lautaro el Chile Popular, es un país sencillo y humilde (que para nada dice relación con carencia), donde lo que debe prevalecer es la Esperanza Alegre de la vida misma y donde todos(a) tengamos las oportunidades, para que con un sentido de responsabilidad colectiva de Pueblo, podamos vivir plenamente. Luchar por un Pueblo feliz no es un cliché, no es un artilugio gramatical sino que es algo totalmente posible y sobre todo urgente de realizar. Pueblo con sus necesidades básicas resueltas, resolviendo colectivamente los problemas que se vayan presentando, siempre con el foco puesto en el bienestar en su gente. Un Chile Popular con una infancia no mutilada sino que inundada de esperanza, con una juventud llenita de sueños a realizar, con la tranquilidad – en su sentido íntegro – en la adultez y con una vejez de júbilo. Viviendo en armonía con nuestro hábitat, con muchísima cultura, agua, cobre, litio, mar, bosques, cerros, plazas…música en abundancia, sin cartuchismo, como tampoco con machismo etc…
Eso en nuestra historia, lo hemos escrito con o sin programa y sabemos que cuando la Revolución sea un hecho en nuestra realidad, se tendrá que ir materializando con políticas concretas pero como te decía esa responsabilidad es propia del Gigante y por supuesto que nosotros(a) haremos nuestros aportes en ello. Tiene que haber sido en el cambio de siglo en que sintetizamos todo esto en una consigna de carácter estratégico y que nos ha acompañado siempre ya como una idea medular…lo nuestro va por una vida distinta y mejor. Distinta a todo lo ya vivido, no se trata de copiar ni menos de importar modelos, es algo propio y nuevo del Pueblo de Chile. Y mejor a la vida existente en el presente, mucho mejor. Esa idea central, a su vez, ubica en la Toma del todo la forma de realización, una Totalidad que la hace posible y que no deja espacio alguno para que el capitalismo pueda reorganizarse.
LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA
La transición, desde sus inicios, supuso una represión contra el movimiento popular y revolucionario en defensa de la “obra” de la dictadura. Fue una transición pactada para desarrollar aquello que se llamó una “democracia protegida o de seguridad nacional”. Muchos de los militantes del Lautaro cayeron en enfrentamientos y gran parte fueron prisionerxs políticicxs. ¿Cuál es la evaluación y autocrítica que uds realizan? (considerando, que una situación similar vivió otras organizaciones revolucionarias como el FPMR / MIR EGP y otras).
La evaluación y la autocrítica al respecto la haré desde del ahorita. Para contextualizarla, si me lo permites, creo necesario fijar ciertos procesos que se fueron desenvolviendo en nuestra intimidad y en el país.
El paso administrativo de dictadura a democracia a nosotros(a) no nos causó ningún problema, no tuvimos ninguna crisis interna ni menos un proceso evaluativo al respecto. Como te decía más arriba, el galope insolente de nuestro Complejo Partidario siempre procuró y procura la realización de la Revolución Chilena, por lo tanto el enemigo no tan solo era la dictadura sino que también y sobre todo el capitalismo. A su vez la integralidad político-militar de nuestra Teoría-Concepción, nos permitió nunca ubicar lo militar como una suerte de brazo armado ni menos una lógica de aparato. Por otro lado, como bien dices tú, la democracia fue un pacto del capitalismo para el capitalismo, resulta que las capacidades populares iban en un gigantesco proceso cualitativo de salto, lo que sin duda hacía peligrar la integralidad del mismo sistema. Nunca lo sabremos pero no tengo dudas en sostener que de continuar la insolencia popular como se venía desarrollando, Pinochet iba a ser derrocado y con él, el capitalismo mismo, por lo cual, la salida democrática resguardó la integralidad del mismo sistema. Una maniobra que les resultó y que se fundamentó en la legítima esperanza del Pueblo de Chile que las cosas cambiasen. Ahora, si lo miras desde el ahorita, se podría decir que el capitalismo lo que hizo fue chutear su debacle para adelante, el desborde masivo popular que se comenzó a vivir con mayor intensidad desde el 18 de octubre del 2019 pone en jaque los pilares del mismo sistema a la vez que también lo hace con el fraude histórico que terminó siendo esta democracia migajera.
Estos elementos –entre varios más – produjo que nosotros(a) pasáramos “soplados” en ese proceso de transición, nuestras búsquedas revolucionarias no tenían razón para detenerse, fuimos consecuente a más no poder con lo que afirmábamos. Nuestra praxis ponía en serio riesgo el pacto del capitalismo, lo develaba, lo cuestionaba y colocaba en el centro a la Revolución como alternativa real…sin duda que eso les reventó las pelotas a los del Poder, los que no escatimaron esfuerzo alguno en buscar darnos de forma brutal, inclusive al costo de trastocar sus propias “formas” democráticas. A partir de la caída del chico, conjuntamente con otras compas, en el 94’ y de la caída de tres compas en el 95’, nuestra constatación fue evidente…Lautaro por completo está hecho Prisionero. Una situación no querida y consecuencia de nuestra decisión de la realización de la Revolución.
Con esa constatación como hecho operante en nuestra realidad, volvimos a subvertir la tradición y concepciones de la izquierda más clásica, quienes ubicaban a la prisión en un marco de derrota y de fracaso rotundo. Nuestra mirada nunca ha sido esa respecto a la prisión, más, la ubicamos en el plano de un Universo totalmente distinto pero jamás con capacidades para detener la impronta Revolucionaria-Subversiva. Aunque el poder asesinó a compañeros(a), incluyendo matanzas como la de Apoquindo, otros cayeron en combate y que de toda la organización estaba en Prisión, nuestra praxis nunca dejó de existir ni menos menguar nuestra capacidad creativa. La prisión para Lautaro fue fecunda, fue bastión de lucha, de creación subversiva, de mil batallas dignas y que subvertimos por completo hasta arrebatarle la libertad al poder mismo. Recordar que la democracia nos quería condenar a penas del infierno, para que nunca más asomáramos la nariz en libertad. Bueno, los hechos históricos demuestran el resultante de aquello.
A partir de estas afirmaciones, se van al piso un conjunto de decretos de los historiadores oficiales y alternativos, que nos han decretado como muertos un sinfín de veces, nunca hemos entendido ese afán, de por cierto muy alejado de la objetividad de la misma historia. Lautaro nunca ha dejado de existir, estamos prontos a cumplir 38 años y ni un solo día hemos dejado de respirar ambiciones de Revolución. Algunos (en el presente) para tratar de justificar su propia historia, han querido situarnos como un nuevo Lautaro, no desde el sentido del momento histórico sino como una cosa nueva que no tiene nada que ver con lo anterior. Error también, este Lautaro de ahorita es parte del tránsito histórico de estos 38, somos de allí y como siempre en Lautaro, seguimos siendo obsesionados(a) con lo nuevo.
Dicho esto, vuelvo al centro de tú pregunta. Hemos cometido muchos errores y los seguiremos cometiendo, nuestra práctica autocrítica siempre procura ir cualificando nuestra praxis. Nuestra principal evaluación –mirada desde ahora – de aquel proceso son 4. El primero es que la Guerra Insurreccional de Masas (GIM) no fue ni de masas ni insurreccional, terminó siendo una Guerra nuestra contra el capitalismo chileno, que tuvo muertos, una prolongada prisión y de la cual nos orgullecemos de haber dado, porque es una guerra muy digna y que habla de una consecuencia enorme, que con el pasar del tiempo se ha ido inscribiendo como patrimonio de nuestro pueblo. El segundo es que Lautaro nunca ha dejado de existir, no fuimos derrotados y no fracaso nuestra apuesta revolucionaria. Es evidente que no logramos materializar nuestra apuesta de la realización de la Revolución en un tramo de 10 años. Así son las apuestas, se concretan o no pero nunca hay que temerle al apostar. Mirar los procesos binariamente es un error, la vida está lleno de matices, es decir, no haber ganado en los plazos que nos propusimos no es sinónimo de haber perdido. Perder, fracasar y/o ser derrotado es que la organización deje de latir, deje de buscar, deje de soñar…ese cuento no tiene nada que ver con Lautaro. El tercero es afirmar que la cárcel es una circunstancia siempre posible en la vida revolucionaria, no significando aquello que se deje de ser Revolucionario(a). Para Lautaro, ser Revolucionario(a) y subversivo(a) es un oficio de vida que no sabe de jubilaciones. Si dejaste de serlo, lo dejaste y punto, es cuento tuyo pero el oficio siempre es en el aquí y ahora, las urgencias y la constante creación siempre son presentes, no son para después como tampoco solo son asuntos del pasado. Te digo esto, en razón que nosotros(a) tuvimos un fuerte crisis interna el 96’, donde se fue gran parte de la militancia y a otros(a) los echamos, obviamente que la prisión opera pero jamás esa crisis como tampoco la prisión fue capaz de tumbar a Lautaro como organización ni menos como ideas en despliegue. El cuarto, que hace una suerte de redondeo de los tres puntos anteriores y mirado desde el ahorita, nos indica que la decisión de pasar soplados de dictadura a democracia en la búsquedas revolucionarias fue una decisión política muy acertada y necesaria, sin duda que tuvo un costo muy alto para nuestras vidas, se llevó a las estrellas vidas hermosas, dignas y nos produjo una prolongada prisión. Esa decisión permitió que el puente histórico abierto en el último combate de Allende siempre se mantuviera abierto de par en par y que hoy la historia sentencia como una decisión correcta. El presente, el ahorita, es gatillado – entre muchas cosas más – por esa decisión, de no claudicar en las búsquedas, de hacer la prisión un bastión de lucha. En eso Lautaro contribuyó mucho, también compañeros(a) de otras organizaciones Revolucionarias, pero de sobremanera Lautaro.
¿Cómo veía el Lautaro la transición? ¿Cómo veían al campo de la izquierda y al movimiento popular / social en ese transitar?
Como la transaca del capitalismo para el capitalismo, donde la democracia eunuca y cartucha jugo con la esperanza de millones. Bestial la maniobra que realizaron, sus afanes engullidores de todo, se echaron al bolsillo a todo un Pueblo. La democracia no tardó en nada en mostrar su careta nefasta, la afirmación del eunuco Aylwin que habrá “justicia en la medida de lo posible”, terminó siendo una “máxima” operante en todos los ámbitos de la vida. El Chile democrático terminó siendo un país a medias, donde la vida se truncó y la esperanza alegre se mermó severamente. Impunidad a más no poder, derechos fundamentales coartados, violentados; lógica medieval, cartucha atentando contra el desate de los sentires, tan vital para una vida plena. Transición que se inventó su propio Dios, el del mercado, que se llenó de caricaturas imbéciles de jaguares, de los ingleses de Latinoamérica y tantas otras bobadas. Para la democracia todo se redujo a consumo para que el país de los negocios se llenara los bolsillos, mientras que para las grandes mayorías del país les llegaban las migajas.
La transición y la democracia nunca fueron pensadas para la felicidad popular, desde siempre lo supimos y por ello todo nuestro despliegue tanto en la dictadura como en Democracia. Ese modo de vida, simplemente no tenía nada que ver con las expectativas populares y por ello lo propio Revolucionario debía seguir sus búsquedas. Nuestras síntesis políticas, traducidas en imágenes políticas fueron muy rápidas y certeras, le dimos a sus símbolos, a sus conceptos, valores y su todo.
No compartimos para nada esas afirmaciones que sostienen que con la llegada de la democracia el movimiento popular y la izquierda revolucionaria (de esos tiempos) se fue para la casa, fue distinto, con diversas intensidades pero nunca ocurrió ello que el andar popular dejo de ser. La subversión fue gravitante gran parte de la mitad de la década de los noventa, la cárcel combatiente, que se hacía espacio en los intentos del poder por hacerla desaparecer, siempre operó como farol de dignidad rebelde, si bien las rejas pesan en esa relación fluida, esa historia está llena de hermosos ejemplos al respecto. En el período que se define como transición, hubieron siempre expresiones subversivas en lo Universitario y en el movimiento popular se fue potenciando una faceta más cultural.
EL MATRIARCADO
Volviendo a lo anterior, en relación al lenguaje y a los nuevos íconos propuestos por el Lautaro, aparece en la escena la “Mujer Metralleta” como símbolo de la subversión que tuvo a varias exponentes siendo una de ellas Marcela Rodríguez. Con la prisión política del complejo lautarino nace la agrupación de familiares Madres Guacoldas integradas por mujeres populares. ¿Uds consideran que esa valoración de la mujer popular y revolucionaria que hizo tempranamente el Lautaro fue como anticipación a lo que hoy desarrolla el movimiento feminista en lo que se conoce como lucha anti patriarcal? ¿Pensaron alguna vez que el discurso y programa anti patriarcal iba a tener tanta convocatoria y masividad?
Si y no, me explico. Como te decía antes, lo de “Mujer Metralleta” es más bien un invento de la prensa, el cual nosotros(a) subvertimos por completo. Te digo esto, porque nuestro propósito no va por lo “publicitario” sino que más bien tenemos un sentido estético de la política (forma/fondo), vital para la propaganda. Si bien se asocia a Marcela con aquella imagen, nuestro cuento – y valorando a la misma Marcela – hablaba de la potencia transformadora y trasgresora de la mujer Revolucionaria y popular. Es decir, en estricto rigor las lautarinas –todas- son expresión fehaciente y meritorias de aquello. La mujer Popular siempre ha sido fundamental en el quehacer en el movimiento popular, siempre muy activa. Con diversas intensidades, en gran parte del siglo XX (por fijar un límite analítico) ha habido diversas expresiones de movimientos de mujeres, que no siempre se le hace un justo reconocimiento. En la dictadura, el rol de la mujer popular es fundamental, tanto en la organización poblacional como también en los asuntos propios de la Revolución. Lo que hace Lautaro es un proceso natural, para nada forzado para una organización de carácter Revolucionario, la mujer ocupa el lugar protagónico que la historia del capitalismo siempre le ha querido quitar. La molestia era en el capitalismo, para su cultura cartuchona y machista, la nueva concepción de la sociedad no tiene por qué tener problema alguno con ello. Las lautarinas como las mujeres populares tienen todas las características para ocupar roles destacados dentro de una organización Revolucionaria, ejemplos hay varios. Es decir, como dices tú, hay una valoración que se hace pero que te insisto que aquello está en el plano de lo histórico y para nada responde a íconos.
El parto de Guacoldas responde a un momento particular de nuestra historia, en estricto rigor, no es una creación de un “frente femenino”(por decir algo), sino que responde a que principalmente nuestras madres son las que salen a organizarse y a protestar por nuestra libertad, entonces se da una fusión, muy potente por cierto, de madres-mujeres populares que van en la batalla por nuestra libertad cuando la democracia nos atacaba con una feroz campaña comunicacional, tratando de situarnos como lo peor de la sociedad. Guacoldas nace desde fuera de nuestra orgánica (luego nos fuimos metiendo con un sentido orgánico), es una organización de nuestras madres (principalmente), que luego se extendió a varias de nuestras(a) compañeras(a), familiares y amigos(a).
Entonces, sí vemos que nuestra propia experiencia ha contribuido al movimiento de mujeres populares pero lo realizado por nosotros(a) no apuntaba en trascender y visualizar escenarios décadas posteriores. Lo nuestro es una valoración histórica al rol destacado, estratégico que la mujer popular siempre ha tenido en el Gigante Popular.
Y respecto al discurso anti patriarcal, de su convocatoria y masividad, con especificidad no lo dimensionábamos con los ribetes que ha ido adquiriendo, si el movimiento de mujeres populares.
Esa valoración temprana de la mujer ¿Tuvo de parte de uds una intencionalidad de levantar expresamente esa bandera anti patriarcal? ¿Cómo ven el movimiento feminista hoy?
Nuestra valoración de la mujer popular es en relación a su importancia que siempre ha tenido en la sociedad, aunque el capitalismo ha hecho lo imposible para desplazarla a un segundo plano –reverenda estupidez-, es decir, es una valoración de carácter histórico. Nuestras intenciones al respecto, siempre han estado orientadas en aportar en los procesos del Pueblo de Chile, de los habitantes del País Popular. Con esto lo que te quiero manifestar es que más que levantar la bandera anti patriarcal, lo nuestro va orientado al movimiento de mujeres populares.
Hay todo un movimiento muy interesante y potente que se ha levantado. Más que por factores cuantitativos, nuestra mirada queda imantada con él principalmente por su potencia y la profundidad de los temas que instala como exigencias, lo que ha sido capaz de ir generando transformaciones contundentes en la cotidianidad. Haciendo esa justa valoración, vemos que faltan un conjunto de procesos que se vayan desencadenando y sobretodo los orientados a un sentido y pertenencia de clase, aspecto fundamental para agigantar su cualidad transformadora. Para ello, tiene que ser capaz de zafarse de un conjunto de afirmaciones y concepciones que no tienen nada que ver con lo popular sino que más bien están asociados a presupuestos propios de la posmodernidad. Entonces en todo lo ocurriendo en el ahorita, nosotros lo distinguimos entre lo propio popular, con sentido, colores, aromas, gusto etc… popular y otro sector más bien transversal que tiene concepciones muy importadas y que se ubica inclusive desde lógicas capitalistas, hay mucho fetiche entremedio, que inclusive el mismo mercado ha sabido aprovechar de buena manera para sus arcas.
Como es obvio, nuestra mirada, esfuerzos, aportes, sueños, ambiciones y realizaciones están puestas en los asuntos populares. Como todo proceso, nada aparece de la nada, todo siempre tiene un sentido y apropiación histórica. Vemos que en esas búsquedas es necesario apropiarse de la misma historia del movimiento de mujeres de nuestro Pueblo, que por cierto es muy rica y a ese proceso ir dibujándole lo nuevo. Tiene que tener sentido histórico, sujeto, pueblo etc…todos aspectos que le irrita al posmodernismo.
¿Cuál es el aporte del Lautaro hoy en el movimiento feminsita? ¿Cómo asumen o se insertan en esa realidad?
Como todo lo nuestro, el aporte está teñido por los pigmentos de lo Revolucionario, Subversivo y Popular. Hace unos años atrás, un tiempo antes que este movimiento si hiciera masivo y con los ribetes que contiene hoy por hoy, como Lautaro discutimos nuevamente sobre el movimiento de mujeres populares. Le dedicamos más de un año a ese interesante debate, realizamos foros, encuentros, procesos internos y nos nutrimos mucho de la diversidad popular. Las afirmaciones centrales que salieron de aquello lo vemos como un aporte certero y que paso a mencionar en forma de titulares:
La afirmación central a la cual arribamos y que contiene el conjunto de certezas, es la que dice que “mujer y Revolución se llevan bien”, hay allí una relación intrínseca e indisoluble. Una frase muy sencilla pero que en sí contiene un conjunto de elementos que sintetizamos en nuestra consigna: ¡¡¡ Gozosa, Libre e indómita…mujer popular a luchar!!!
El movimiento de mujeres populares, con diversas intensidades y exigencias, ha estado siempre muy presente en el Movimiento Popular Chileno. Desconocer aquello, es desconocer al instante que hemos ido llegando al respecto. En la dictadura las mujeres populares jugaron un rol destacado en la organización territorial como también en el movimiento revolucionario. Correlato de la lucha de los pueblos, donde la presencia de las mujeres siempre ha sido destacado, resaltando el hacerse de la América Morena.
Las exigencias de las mujeres populares son vértice, conjuntamente con la totalidad de las exigencias, del Movimiento Popular Chileno actual. Es decir, son parte de las necesidades a resolver y que son pilares fundamentales del Chile Popular. Es un error separar las exigencias de las mujeres populares del conjunto de exigencias populares.
Estas exigencias, no son transversales, nuestra preocupación no están puestas en las mujeres del País de Los Negocios sino que en el País Popular. Tiene que tener un carácter de clase más que de género, tiene que situar bien el sujeto de transformación y zafarlo de las lógicas de la posmodernidad.
Como todas las exigencias del País Popular, el de las mujeres populares serán resueltas en un proceso revolucionario. La Revolución es un proceso transformador integral de la vida, no sólo economicista sino que también cultural. Soñamos la realización de un país distinto y mejor al existente, por lo tanto el goce, la plenitud y libertad, de los hombres y mujeres populares solo podrá ser una realidad con una Revolución que saque de cuajo al capitalismo. La cultura machista –en todos sus ámbitos – existente en nuestro país es producto del capitalismo, por lo tanto el problema de fondo es el mismo capitalismo, es aquello lo que hay que pirar de nuestras cotidianidades.
EL MUNDO HOY AGONIZA
El mundo ha cambiado. Se encuentra al borde del colapso civilizatorio, hay una emergencia climática, cada vez queda más claro que la crisis del capitalismo es profunda y global lo que se expresa en contradicciones entre los diferentes polos o centros imperialistas. ¿Cómo ven uds el mundo? ¿cuál es su evaluación? ¿Cuáles son las principales contradicciones, hoy?
Es una pregunta bastante extensa y que tiene bastantes entradas posibles. Para intentar responderla lo haremos señalando algunos procesos que hemos ido trabajando.
El MAPU inicial nace de una división de la Democracia Cristiana en 1969. Ya se había producido el triunfo de la Revolución Cubana (1959) y la guerra en Viet Nam estaba en pleno desarrollo. Algunos dirigentes del MAPU ese entonces se declaraba “como hijos de Viet Nam”. También los cristianos por el Socialismo y la Teología de la Liberación ya había comenzado a caminar. ¿Cuál es la evaluación que tienen Uds de ese primer período? ¿Qué elementos de ese entonces creen que están vigentes?
Estas hablando de un período de transformaciones intensas en el mundo. Todo ocurriendo a velocidades vertiginosas, de una ambición impresionante de muchos procesos que venían desde principios del siglo XX y otros que se abrieron pasadito la década de los 50, es decir, un verdadero torbellino de dimensiones contundentes. Ese es el instante en donde nace el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria), proveniente de sectores de la juventud democratacristiana, los que comienzan a ambicionar a más y que en la plana falange simplemente no lograban dar con sus búsquedas. Una nueva interpretación del humanismo cristiano, una nueva concepción de la sociedad es lo que va dando sentido y cabida en el escenario nacional. A esta fuerza naciente, que rápidamente se contagia y se va haciendo gigante desde un principio. Al MAPU, en lo que refiere a su parto, no se le puede entender como un mero hito de nacer un 19 de mayo del 69 sino que hay que ubicarlo como un parto haciéndose, un proceso que dura bastante tiempo y que va perfilando una forma de ser y vivir. Es cierto lo que insinúas en la pregunta, el MAPU es una expresión de izquierda, que se va desprendiendo del conservadurismo trunco y traicionero rápidamente. Si bien nace de la DC, se aleja de ella en tiempos breves para terminar siendo un asunto totalmente distinto a sus orígenes. Es un proceso de ambiciones, pero también de retrocesos de volver a un quehacer más plano, como lo que significó la postura de Gazmuri en los 70’. Del MAPU del cual nosotros(a) como Lautaro provenimos, es el de la ambición, el de la constante búsqueda y de no quedarnos con lo decretado. Te menciono esto con el afán de tratar de responder tú pregunta, pero es necesario contemplar que nosotros(a) dejamos de ser MAPU a finales de la década de los 90’, no tuvimos problema de chanflearlo de nuestra intimidad porque lo gravitante siempre fue y ha sido la estampa que fue creando Lautaro, que es propio y muy distante de todo lo que implicó el MAPU en sí mismo, de ese de principios de los 70’. Es decir, nacimos de ahí, nunca lo negaremos porque siempre hemos estado orgullosos(a) de todita nuestra historia, pero las lejanías con ese punto de partida siempre fueron muy distantes para nuestro quehacer.
La Teología de la Liberación es importante en los quehaceres revolucionarios de América Latina, hay dignos ejemplos de aquellos, pero no es gravitante en nuestra concepción de las cosas, inclusive, aunque nuestra base de nacimiento está muy ligado a las bases de la iglesia popular, tanto con feligreses como espacios para reunirse. En Lautaro ha habido militantes creyentes en Dios, para nosotros(a) nunca ha sido un problema. Es más, cuando vino el Papa Francisco al país, protestamos con bases católicas haciendo una referencia a la historia y al presente popular, para rechazar enérgicamente lo que pretendió realizar el poder con esa visita: una “vitrina de un Chile democrático en vías de desarrollo”. Aquella vitrina quedó hecha añicos, la diversidad popular y con bases católicas incluidas fueron capaces de tumbarla.
En el caso de la potentísima historia de lucha de Viet Nam, si ha sido y es gravitante en nuestra Teoría-Concepción. Todo un pueblo luchando por su libertad y el derecho a definir sus destinos, siempre ha de ser un ejemplo para los(a) Revolucionarios(a) del mundo. En el contexto que indicas en tú pregunta, fueron capaces de derrotar al ejército más poderoso del mundo, los yanquis salieron corriendo de sus latitudes, con el espinazo hecho añico y eso fue producto del convencimiento consecuente de todo un Pueblo que no hay enemigo imposible de tumbar, cuando se trata de su propia libertad. Hay un conjunto de elementos que nosotros(a) sacamos de esa experiencia y son significativas en nuestro hacernos. Siempre hemos estado prendados con lo realizado por aquel Pueblo.
Entonces, si hacemos el ejercicio que nos propone tu pregunta, te podrías decir que mantenemos ese sentido de búsqueda de lo nuevo, con ese que nace el MAPU pero que rápidamente se le fue diluyendo. Y también un sentido de valoración de la juventud popular y de ubicarla en su sentido de transformación.
Rodrigo Ambrosio resultó ser como el ícono de ese MAPU ¿cuál creen que fue su aporte no sólo en el plano organizativo sino que ideológico?
No sé si sea correcto atribuirle a Rodrigo Ambrosio un carácter predominante en el plano ideológico, no porque no tuviera esas capacidades – sin duda que las tenía con creces – sino que muere muy temprano en este torbellino de hacerse del MAPU. A mi parecer, a Rodrigo hay que ubicarlo en el plano de que se atrevió a materializar esas búsquedas de transformación cuyo trasvasije se vio plasmado de forma muy contundente en un “estilo” de hacer la política, que irrumpe en el escenario nacional muy rápido y que va cautivando a los sectores populares, campesinos y a la juventud de forma veloz. Rodrigo logra esa conducción, se va apropiando de los procesos en curso, los interpreta bien y establece un sello distintivo. Obviamente que esto es producto de un mastique de concepción, hay allí una reflexión – qué duda cabe de eso – que no logró ser terminada en la conducción de Rodrigo, quizás iba para allá pero eso ya sería especular.
El MAPU fue parte de la Unidad Popular y del gobierno de Salvador Allende ¿Cómo evalúan esa participación?
El gobierno de Salvador Allende ha sido uno de los instantes históricos de mayor goce popular, donde el Pueblo de Chile tuvo esas capacidades de realización, de ejercer el poder popular, de crear horizontes, ambicionar futuros e inundar de Esperanza Alegre el cotidiano. El MAPU fue parte de esa historia, fue gobierno y también base de todita esa creación. Nuestra valoración de aquel proceso es de mucho cariño, de un reconocimiento tremendo a esas voluntades que se hicieron identidad de clase, lo que fue capaz de impregnarse en el sentido común. Cariño absoluto, pero a la vez muy crítico, principalmente con la superestructura, con la lógica y la concepción de la política que imperó en esos mil días de gobierno Popular, que truncó las ambiciones populares. Las bases, el Pueblo mismo, querían, estaban dispuestos, decididos a todo por saltar hacia la toma de la totalidad. Aquello se esbozó en la última etapa de Allende, debate que no se concluyó ni tampoco se materializó. El MAPU, como parte de Unidad Popular, participe en el gobierno, es parte de esa política trunca, no al nivel del PC ni del PS pero parte al fin y al cabo.
Nuestra apreciación respecto a la Unidad Popular, en general, son básicamente dos. Una la que dice que aquella apuesta, esa concepción de Movimiento Popular fue trunco, no pudo materializar la Revolución en su dimensión concreta, apreciación crítica y que nuestra concepción supera con creces en su ambición de realización. Y la otra tiene que ver respecto a Allende, ese Allende que defendió sus ideas, su gobierno y a su Pueblo, con fusil en mano en La Moneda. Aquel gesto, es el cimiento inicial de la constitución de un “Puente Histórico” por el cual han transitado diversas generaciones y que, aunque el poder ha intentado derribar aún sigue abierto de par en par. Ese combate de Allende, la historia lo interpreta como la rectificación de lo realizado y de apertura hacia lo nuevo.
Durante el mismo gobierno de la Unidad Popular se produce una división donde queda el MAPU (que se declara marxista-leninista y encabezado por Oscar Guillermo Garretón) y el MAPU Obrero-Campesino más cercano al Partido Comunista. ¿Cómo influye esa división en los posteriores acontecimientos?
Son importantes en toda la historia que viene después. Como te decía, para entender el MAPU, ese del complejo partidario con Lautaro, hay que ubicarlo en el plano de procesos de búsquedas y dibujos de ambiciones. El MAPU nace de la Juventud de la DC y ya al poco andar acuña esa definición marxista-leninista, es decir, se aparta de sus génesis y va creando un cuento aparte. En ese proceso de hacerse del estilo, la división entre Garretón y Gazmuri (MOC), es relevante porque contribuye a ir fijando nuestra propia concepción, por lo tanto, la ubicamos como parte de estas búsquedas que van decantando en nuestro parto como Lautaro. Ahora bien, si bien son procesos importantes en nuestra historia no tienen la dimensión de ser determinantes en nuestra historia posterior. Con Garretón las lejanías son abismales, su epílogo político es vergonzoso, nosotros(a) no somos parte de esa historia.
¿Cuáles creen que fueron los factores para que se produjera el golpe de estado?
Un conjunto de hechos y factores son los que influyen en la materialización del golpe de Estado. Hay capacidades que desarrolla el enemigo para golpear, tuvieron el espacio y el tiempo para hacerlo. Prueban diferentes estrategias, que no le van dando resultados pero si van degastando. Se produce una verdadera paradoja y que en nuestros últimos debates (en el marco de los 50 años del triunfo de Allende) fuimos aconchando en la afirmación que Allende no puede ser derrotado en el plano de lo democrático y esto fue producto fundamentalmente de las capacidades y compenetración del mismo Pueblo en todito el proceso, todas las presiones desarrolladas no fueron capaces de tumbar al compañero presidente, quien era defendido acérrimamente por el Pueblo. No pudieron en la primavera del 72’, como tampoco en las parlamentarias del 73’ y con un nuevo paro de camioneros (73’), siempre fueron contrarrestados por la fuerza de las bases populares, las que desarrollaron toda su creatividad para defender a su gobierno.
A su vez, la concepción de la política de aquel Movimiento Popular tenía techo en su ambición y en su realización Revolucionaria. No dio el paso hacia adelante, no brincó a tomarse todo y fue derrotado bestialmente, no tan solo militarmente, sino que también desde el punto de vista de la concepción y eso es evidente. Toda esa concepción de Bloque Popular, nacida al calor de las movilizaciones sindicales de principio de siglo, que desarrolló una extraordinaria identidad de clase y que fijo concepciones de alcance y límites republicanos, fue derrotado aquel fatídico 11 de septiembre del 73’.
Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de leer la Convocatoria al XXVI congreso del Partido Comunista de Chile, en la cual – entre otras cosas – nos sorprendió profundamente que alguien sostenga a esta altura de la vida que “la Unidad Popular es un proyecto histórico inconcluso; pero no derrotado”. Una afirmación compleja, tanto desde su sentido histórico de lo ocurrido como también respecto del presente, en la intención de retomar ese proyecto. No podemos estar más alejado de ello, nuestro aconche de ese proceso es la del Puente Histórico.
DURANTE LA DICTADURA
Una vez producido el golpe de estado, se desata una brutal represión quizás nunca antes vista en la nuestra historia o quizás sólo comparable con el genocidio perpetrado por la corona española contra los pueblos originarios en esta región. ¿Cuál fue el estado en que quedan las diferentes expresiones del MAPU?
Quedó como toda la izquierda de esos tiempos, golpeados hasta el tuétano. Si bien, no fuimos objetivo principal de las bestias de la dictadura, el MAPU fue perseguido, tiene compañeras y compañeros desaparecidos, asesinados, torturados…es decir, también fuimos objeto de la bestialidad. A su vez, también se fueron desarrollando las capacidades de lucha, inventando sus formas y aguachando el miedo. Señal de aquello son los primeros mittings relámpagos que se hicieron en dictadura, que sobre en cajón frutero como escenario improvisado y expresión de rapidez, se fueron propagando las ideas de luchar. Del MAPU que venimos nosotros(a) y principalmente el que luego es la base fundamental del naciente Lautaro, es una historia de mucha consecuencia, de quedarse en el país a luchar y buscar las formas para hacerlo, aquello nos quedó incrustado en nuestra piel para siempre, ya como Lautaro una de las primeras decisiones que se toma es que los dirigentes para dirigir la organización tienen que estar al interior del País. Aquello sin duda que marca una distinción gigantesca con lo que fue ocurriendo con otras organizaciones y el mismo MAPU.
Una vez ya asentada la dictadura, y ya comenzando a implementar su programa neoliberal, se produce el proceso de Renovación Socialista una parte importante del Partido Socialista abandona la posición de clase e independencia internacional y asume la socialdemocracia y se integra a la Internacional Socialista. Algunos sectores de las expresiones del MAPU abrazan esa visión. ¿Cómo afecta este hecho a las nuevas generaciones, a los más jóvenes, que se disponían a reconstruir el MAPU en duras condiciones?
Afectar en nada, ese cuento de la renovación nunca fue asunto de lo que nosotros(a) representamos. Es de distancia absoluta, definitiva y para siempre, que si bien rondaba en el aire nuestro MAPU iba en otras búsquedas. En el MAPU se comienzan a vivir diferentes procesos internos, por un lado, está toda esa camada de dirigentes, que en sus viajecitos por Europa quedan imantados con lo que despotricaba los procesos de renovación socialista. Para los(a) que se quedaron a pelear en Chile, la historia es totalmente distinta, se andaba buscando como ir cualificando la lucha no tan solo contra la dictadura, sino que, por la realización de la Revolución chilena, allí por ejemplo hay diferencias enormes con las tendencias políticas de la izquierda que sólo buscaban resistir y combatir a la dictadura. Lautaro nace producto de esas búsquedas de lo nuevo, al calor del Pueblo en Llamas y como parte del Corte Histórico con la concepción del Movimiento de la Revolución Trunca. Ya nacido Lautaro nos fuimos por un tubo histórico, con los otros(a) que se quedaron en la Renovación, no nos volvimos a topar nunca más, son dos historias totalmente distantes entre sí.
En ese sentido, en medio de las contradicciones ideológicas y la represión que continuaba, en 1982, se funda el Movimiento Juvenil Lautaro / MAPU Lautaro. Guillermo Ossandón Cañas (conocido por su nombre de guerra Diego Carvajal) aparece como su líder histórico. ¿Cuáles fueron los análisis, los factores que influyen en la fundación del MAPU Lautaro? ¿Fue algo netamente generacional o fueron contradicciones mucho más de fondo?
Antes de meternos de lleno en la pregunta, creo que es necesario hacer una precisión sobre el nombre, cuya significancia es importante a considerar para entender el contexto del nacimiento mismo de Lautaro. En estricto rigor el MAPU Lautaro no existe como nombre, aquello es una nomenclatura que nace de la prensa, que a esta altura de la vida no es indiferente pero que no logra dar con la realidad del nacimiento de nuestra organización. Decir MAPU Lautaro, es un intento de graficar una suerte de ruptura con un devenir y que pretende, con su invocación semántica, dar cuenta de ella. La historia es la siguiente: El MAPU (el denominado Garretón) venía en una búsqueda de cualificación de la lucha anti dictatorial pero fundamentalmente de carácter revolucionario. La dirección del partido, está compuesta por dirigentes que estaban en el interior y exterior del país, pasando a ser muy gravitante lo que van haciendo los que están en Chile, allí Guillermo juega un rol protagónico. De esos sectores, de las bases populares y juveniles del MAPU va naciendo la idea de crear a Lautaro como expresión juvenil y en movimiento del Partido MAPU, capaz de aconchar lo que se comienza a generar en el país a principios de la década de los ochenta y darle cabida a esas búsquedas de lucha (me refiero al clima que había, ya que las protestas son posteriores al nacimiento de Lautaro) . Es decir, Lautaro nace como un invento del MAPU (Garretón) y no como una ruptura con él, es parte de la estructura, es una decisión de Partido en el cual Garretón fue perdiendo peso significativo. Lo que sucede es, que una vez ya nacido Lautaro estos sectores (los pitufos le decíamos nosotros) se tratan de desentender de Lautaro, se van diluyendo y se casan de lleno con la Renovación. Entonces lo que Lautaro hace es seguir su rumbo propio, sigue siendo MAPU (por qué no hacerlo) y nunca volvimos a saber –en nuestras cotidianidades – de los “pitufos” y ese sector que terminó siendo parte fundante de la Concertación. Entonces, en estricto rigor, existía la estructura orgánica del Partido (MAPU), el Movimiento como expresión de esas búsquedas y de seducción a los sectores juveniles de lucha. Luego, con el nacimiento de las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro (FRPL), se le da vida al Complejo Partidario Mapucista y Lautarino, compuesto por el MAPU, el MJL y las FRPL.
El Movimiento Juvenil Lautaro nace al calor del Pueblo en Llamas, de juventud que va volcando a la candela territorial y de enfrentamiento creciente contra la dictadura. Nuestra primera consigna fue: Juventud Popular a Luchar. Esa expresión, fundamentalmente de juventud popular inaugura un nuevo instante histórico en Chile, cuya capacidad es de romper con lo antiguo, lo supera con creces y lo transforma por completo. Hay un Corte Histórico que deja atrás el Movimiento Popular de la Revolución trunca y da nacimiento al Movimiento Popular por la victoria y el poder, que ambiciona no tan solo derrocar a Pinochet sino que la realización de la Revolución en Chile. En lo propio lautarino, fuimos creando todita una Teoría- Concepción de la Revolución, que trastoca los pilares mismos de las concepciones del movimiento popular anterior, resolvemos los principales nudos y nos lanzamos a la creación. Fusionamos la táctica y la estrategia, lo político con lo militar, el campo y la ciudad y parió nuestro “todo junto”. Bajamos a la Revolución del sitial de lo imposible y de la eterna postergación para que fuese palpable, vivible, que conjugado con la toma de la temporalidad (pasado, presente y futuro) y haciéndose un solo asunto, nació nuestro “aquí y ahora”. Hicimos nuestra interpretación de la historia (como dicen los viejos marxistas), la confabulamos con la ambición de la realización de los sueños y nuestras propias experiencias de lucha, pariendo así nuestro “Bloque Popular Revolucionario” (BPR). Apostamos en derrocar al capitalismo, fuimos creando para ello las certezas, las capacidades que sazonado con ganas, alegría y creatividad…le dio sentido y despliegue a nuestra apuesta de la “Guerra Insurreccional de Masas”(GIM).
Al haber contradicciones mucho más de fondo, se entiende también que esta nueva organización y generación militante rompe con la antigua concepción. ¿Con qué elementos se rompe? Y Si es que se rompe con la antigua concepción ¿Por qué se mantiene el nombre MAPU?
Se rompe con toda la concepción del Movimiento Popular de la Revolución Trunca. Nuestro problema no era ser del MAPU, de allí cualificamos y fuimos creando un cuento nuevo, fuimos dibujando nuestras certezas, la teoría con la práctica se fue haciendo una sola cosita sabrosa y he allí la potencia de nuestra praxis subversiva. Nace una nueva generación, la de la victoria y el poder, la que se compone por los que venían de los 70’y las nuevas expresiones juveniles. En Lautaro las cosas también van cambiando, es una obligación ética y práctica que la dirección dirija desde el interior del país, eso marca una distancia gigantesca con nuestra tradición anterior y con muchos sectores de la izquierda.
¿Qué es lo que va a diferenciar al Mapu Lautaro tanto de las antiguas expresiones como del resto de la izquierda? Me refiero al plano ideológico.
La creación teórica y práctica mapucista y lautarina es muy propia, no responde a un canon establecido, no es importada como tampoco es un recitar de experiencias dadas. Por qué sucede aquello?, simplemente porque la teoría la hicimos concepción, lógica que se nutre de la experiencia misma que fuimos viviendo y de nuestra apropiación de la historia. Sin duda que recogemos muchas experiencias pero las “lautarizamos” de forma inmediata, le pusimos de nuestra cosecha y el producto es algo totalmente nuevo. Nuestra teoría- concepción es “autóctona”, no responde a corrientes internacionales ni a sesgos ideológicos. Colocamos por delante de todo a la “toma”, definimos el proceso revolucionario como algo querido y necesario, le pusimos la cualidad de deseable y no de sufrimiento, la lucha era alegre y creativa, a la política le dimos vitalidad, la dejamos realizarse en todos los ámbitos de la vida, se fue haciendo una totalidad, la sacamos de lo economicista, de los decretos y máximas, le otorgamos color, olor, sentidos, sentires. Todo ese conjunto de cosas distinguen la particularidad lautarina. Imagínate tamaña herejía para la tradición de la izquierda el transformar el sexo en una exigencia vital, que resolveríamos a principios de los noventa el asunto de la marihuana etc.
El sentido de la TOMA nos ha acompañado siempre, al igual que la ambición y sentido de la TOTALIDAD, que rompe con las fases, el etapismo. Nacimos con los Bata, nos metimos a esas tiendas de zapatos para recuperar productos, lo hicimos con cuchillos, palos y en una orgía de masas. Sin duda que ello irrumpió como una distinción “conceptual” de lo político-militar. Nos alejamos de esas búsquedas de la profesionalización de lo militar, de crear ejércitos, lo nuestro siempre ha sido que el asunto sea de masas, de todo un Pueblo resolviendo sus capacidades y realizando sus ambiciones.
HISTORIA Y REVOLUCIÓN
La revolución cubana se definió desde sus inicios, hasta hoy, como “martiniana”. Posterior los nicaragüenses levantaron a Sandino dando origen al sandinismo. Los hermanos salvadoreños levantan a Farabundo Martí como ícono del FMLN. Posteriormente, aparecen el Zapatismo (EZLN, México), el Tupacamarismo (MRTA, Perú), Alfaro Vive (Ecuador), Quintin Lame (Movimiento Armado Quintin Lame Colombia). En Chile posterior al nacimiento del MAPU Lautaro, nace el FPMR que rescata a Manuel Rodríguez. ¿Por qué creen uds que es importante rescatar la historia y unirla al proceso de construcción de una organización revolucionaria? ¿Por qué creen uds que nace esta tradición en América Latina?
Más que rescatar la historia, de lo que se trata es de apropiarse de ella porque su impronta es parte configurativa de los presentes y es la que te permite crear los trampolines para la toma del futuro. Nuestra concepción del “aquí y ahora” se apropia de la temporalidad, subvierte la concepción de reducir a la historia en un asunto lineal, el pasado, presente y futuro se hace un todo junto, siempre urgente y vertiginoso. El pasado, las luchas de los Pueblos posibilitaron nuestro momento presente y a la vez posibilitan traer el futuro hacia el ahorita. La historia es de expresión cotidiana, la cultura y los modos de vida son explicación de ello, hay una valoración de las luchas históricas de nuestros Pueblos, somos productos de ello y a la vez nos enorgullecemos de su andar. Revolución sin historia es imposible es un sinsentido; vida sin historia es imposible su explicación, la historia está en todo nuestros asuntos cotidianos, se expresa en nuestras relaciones, idiosincrasia popular, nuestra cultura, el arte, en las formas de relacionarlos. Será que por eso que esas intentonas burdas posmodernas se cayeron rapidito, eso de separarnos de lo que somos y sus llamados al fin de la historia. Fukuyama ha tenido que ir adecuando ese mirar, dando explicaciones de sus alcances para tratar de no sucumbir en su función de intelectual.
Lautaro es esencialmente dialéctico, mira todo con los lentes de procesos y de la impronta histórica, ejercicio que nos permite movernos en sus matices, latitudes y énfasis. Eso que señalas como rescatar la tradición en las latitudes de la América Morena para nada es un ejercicio retórico ni menos de adorno, es sentido, razón y jaloneo siempre presente. La Revolución cubana ubica en Martí un punto de partida, porque él aconchaba el recorrido a la vez que abría nuevos instantes para Cuba, Fidel (principalmente) le otorga ese sentido a su presente, hace un todo junto con el pasado, presente y futuro, cuyas urgencias se ubican muy bien en la generación del centenario. Ese sentido que se le otorga a la historia, es ya un sentido común de siempre de las organizaciones Revolucionarias, que para nada es forzado sino que pura potencia.
¿Cuál es la importancia que uds le asignaron en su momento y ahora también de la figura de Leftraru (Lautaro)? ¿Por qué MAPU Lautaro y no MAPU Leftraru?
Leftraru fue un guerrero indómito, joven y de una capacidad creativa de los mil demonios. A su corta edad, fue capaz de liderar la lucha de su Pueblo, el cual derrotó al invasor, Pedro de Valdivia cayó por la genialidad de Lautaro. Tenía un sentido de identidad con su Pueblo extraordinario, sudaba savia mapuche, soñaba en cosmovisión mapuche y nada, se lanzó en la realización de la libertad del invasor. Nosotros(a) rescatamos esa esencia en ponernos ese nombre, resaltamos su juventud, su capacidad insolente e indómita, su creatividad etc… todas cualidades que en nuestro tiempo de parto y hasta el día de hoy, están muy presentes en la juventud popular. Fue un encontrón sabroso y de carácter histórico, que además nosotros(a) le pusimos de nuestra propia cosecha en todito nuestro andar, esas características se maximizaron en nuestra praxis. Si se quiere, hemos “honrado” muy bien la impronta de Leftraru, no hay deudas pendientes al respecto.
Te mentiría si te digiera tajantemente las razones de porque somos Lautaro y no Leftraru, quizás sea porque no somos Mapuche, somos populares, somos pueblos distintos que compartimos territorio y un enemigo en común. Nuestro asunto nunca ha sido creernos lo que no somos, sino que resaltamos a mares nuestra propia identidad, que tiene muchísima relación con el Pueblo Mapuche y los gestos siempre han estado en reconocer aquello. Si te puedo decir, que cuando se forma el MJL también estuvo en discusión la impronta de Allende, con su último combate con fusil en mano en La Moneda. Lautaro se comió por completo a Allende, caracterizaba de mejor forma lo que éramos, lo que queríamos ser y el contexto histórico. Mirándolo desde este ahorita, creo que fue una decisión muy acertada que ganara unánime el nombre de Lautaro.
Volviendo un poco atrás, ¿Cuál fue la importancia en todos los planos de Guillermo Ossandón?
El “Chico”(así era Guillermo para nosotros/a) fue un cuadro estratégico de la Revolución chilena. Sería faltar a la verdad reducir Lautaro al chico (somos fundamentalmente creación colectiva) pero también sería un error negar su importancia estratégica en Lautaro. Lautaro no se puede entender sin el Chico y la vida de él no se puede entender sin Lautaro, sin duda que hay ahí una relación intensa, de vida e inherente a un oficio (lo que no ha pocos le sucede). Su estampa está presente en todos los ámbitos lautarinos. Cuando hablamos del Chico, es hablar de consecuencia, elemento neurálgico en Lautaro, su vida la hizo oficio Revolucionario, jamás claudicó y sobre todo no jubiló, murió siendo miembro activo de la dirección, ya no como Secretario General pero siempre en su rol destacado. El Chico es de los que se quedó en Chile a pelear, que hizo honor de muy buena manera aquel principio lautarino que los(a) dirigentes dirigen desde el interior del país, lo que le conllevó dos canas y la bestial tortura por parte de los perros de la dictadura. El Chico, hombre concreto de la Revolución chilena, de carne y hueso, con virtudes y errores, aventurero y amante de la vida, de lo nuevo, de su savia provocativa…todos esos elementos que te mencionó para describirlo, son parte presente e histórica de la estirpe lautarina.
Una de las particularidades del proyecto lautarino fue anticiparse durante la dictadura y en los 90s a un montón de demandas o consignas que en su momento no fueron entendidos por la izquierda como por ejemplo el derecho al sexo libre (repartían anti conceptivos, condones en las poblaciones). La reivindicación de del amor y de la alegría en la lucha (Alegres, Rebeldes y Subversivos fue una de sus consignas). Hablaban también de la “democracia cartucha” en reemplazo de una visión mucho más ideológica y dura como “democracia burguesa”. Así dieron origen a un uso del lenguaje bastante novedoso y particular para el momento. ¿Cómo llegan a ese cambio de lenguaje? ¿Por qué el cambio de léxico?
La magia lautarina es así, logra sintetizar en sí el devenir de la historia, apropiarse de ella y fusionarla con la propia experiencia, ambiciones y sueños en realización…un todo junto cuyo producto es la particularidad distintiva, no buscada (en el sentido de ser forzada) pero real. Como te decía anteriormente, una de las virtudes que tiene Lautaro es que su teoría-concepción y su praxis son “autóctona”, no es copiada, ni importada ni menos calcada, es simplemente creación propia. El ejercicio es muy simple, lo que muchas organizaciones dejan en segundo o tercer lugar, nosotros(a) lo resaltamos, nuestras propias vivencias, nuestros topones etc… porque nuestra concepción de la Revolución nunca ha respondido a máximas, decretos y toda esas vainas, sino que se trata de vitalidad, de Revolución como elemento fundamental para la vida misma, no como acto burocrático sino que para ser vivida y gozada en todita su intensidad. Entonces el quehacer Revolucionario es vida misma, por lo tanto todos los ámbitos de la vida misma son asuntos primordiales para su despliegue, por ejemplo, el sexo nuestro, elemento tan vital como la vivienda, la educación, la salud etc…la cultura, el goce, la música son tan importantes como el trabajo, la economía etc…como ves, todo lo que tenga que ver con la vida misma siempre ha de ser un asunto Revolucionario y todo eso siempre ubicado en el cotidiano, en sus lenguajes y léxicos. Nuestra subversión se hace de ellos para sus provocaciones. Nuestro andar Revolucionario y Subversivo, nos ha permitido conocer y toparnos con la realidad de otros Pueblos, de saber de sus luchas, principalmente las de la Patria Grande. En ese andar, fuimos también haciéndonos de esas palabras hermosas – en modismo- que nutren también lo propio.
A su vez, nuestra apreciación de las cosas tiene un sentido dialéctico inherente que siempre te va jalonando hacia un sentido de cualificación. Entonces hay concepciones que no dan cuentan para contextos históricos definidos. Los conceptos no son rígidos, como todo, son para ser usados y para cualificarlos. Entonces, resulta que hablar de burguesía y proletariado como la contradicción medular en el actual contexto, queda chico, tanto en su dimensión cultural como también de definición, por eso ese antagonismo lo ubicamos en el choque entre el País de Los Negocios y el País Popular, una interpretación de la lucha de clases, que por demás no es malo afirmar que el propio Marx no redujo la lucha de clases entre burgueses y proletarios sino respecto al antagonismo, cuya expresión varia en el tiempo.
Ese cambio de lenguaje ¿también supuso un cambio de percepción del marxismo que asumíeron como MAPU Lautaro? En algunas publicaciones se veían referencias a Michel Foucault, Rosa Luxenburgo, Antonio Gramsci, es decir, lo que llaman algunos el “marxismo disidente”. También aparecía Mariategui, Chomsky (anarquista) entonces al final ¿cómo se define ideológicamente el MAPU Lautaro? Esta diversidad ¿es un factor influyente en ese cambio de lenguaje descrito más arriba?
Nosotros somos Lautarinos(a), esencialmente eso y siempre aquello. Lo de la percepción del marxismo que enuncia tú pregunta es errado o puede suponer una mala interpretación porque supone una mezcolanza que no es cierta en nuestro hacernos. Para aclararlo creo conveniente, si me lo permites, primero fijar un contexto histórico y conceptual de lo que es Lautaro, antes de meterme de lleno en la pregunta.
A lo que te refieres como “ideología” nosotros(a) le damos una definición de Teoría-Concepción, ya que tenemos una apropiación de la historia y de las ideas, que al fusionarlas con nuestra propia experiencia popular, su producto no se reduce a tesis sino que sobre todo se transforma en lógica operante en nuestro cotidiano, que es lo que nosotros(a) definimos como nuestro “mirar”, que no es otra cosa que una praxis concreta, revolucionaria y subversiva. A nuestro ver, uno de los errores que se comete seguido es separar la teoría con la práctica, distanciar a la táctica de lo estratégico cuando en realidad es un todo junto, que si bien tiene matices conceptuales, en el ejercicio cotidiano toma dimensiones de una totalidad.
Nuestra reflexión no es estática, lo que no significa que nosotros vayamos a una suerte de supermercado de las ideas y vayamos sacando de sus góndolas poquitos de cada cosa. Nuestro proceso ha sido siempre en sentido de cualificación y nuestra aproximación con la teoría tiene un sentido de utilidad que si o si tiene que tener un trasvasije práctico o sino queda en letra muerta. La definición más acertada para definir (anteriormente) nuestra teoría concepción y nuestra reflexión teórica fue el “Marxismo-Leninismo-Mapucista-Lautarino (MLML), que pudiese encontrarse como una definición rebuscada pero que para nada lo es, es muy acertada su definición y da cuenta de lo que te venía diciendo anteriormente. Nos apropiamos de las cosas, las lautarizamos (proceso de mastique con nuestra propia experiencia) y cuyo producto final es muy propio, no lo vas encontrado en otro lado. Definirnos como marxistas leninistas a secas, hubiese sido un error porque le quita la importancia a nuestra propia historia, la cual siempre se va haciendo. Te estoy hablando de un proceso de años, por cierto con hitos concretos – nacimiento, congreso del 88’, volón teórico en la cana, congreso de 2004- y en donde hay toda una historia hermosa de lucha.
Nuestro acercamiento con el marxismo (con modestia aparte) creo es una de las más contundente que existe en Chile, no en el sentido de su carácter de estudio sino que en el plano de lo Revolucionario. Nosotros(a) hablamos del “Marxismo de Marx “, porque fuimos al encuentro con él mismo, nos saltamos la variedad de interpretación, que define las “diversas tendencias”, no somos producto de ello y por supuesto de ninguna tendencia, somos Lautaro no más. En ese encuentro con Marx, donde la cana fue muy fértil para ello, llegamos a una definición que es una muy buena síntesis de todo esa lectura minuciosa que realizamos…entendemos el Marxismo como “Método” que se va haciendo lógica en su encuentro con la cotidianidad. Es decir, no zafamos (por suerte) de cualquier rigidez y de fe, le otorgamos un sentido de utilidad, de proceso y de cómo mirar la realidad. El topón con Lenin es similar pero a la vez distinto, ya que a su haber tiene la posibilidad histórica de la realización y cuyo acercamiento con Marx es muy similar a la nuestra, en el sentido del Método y de cualificación para su momento histórico, Lenin realizó “herejías” a la concepción rígida del marxismo no presente nunca en Marx, y que resultaron siendo muy útiles y certeras. Por ejemplo (un tema muy vigente en el ahorita lautarino, de nuestros debates), Lenin se enamora de la experiencia de la Comuna, en su sentido de potencialidad y es desde ahí pero siempre en su contexto, que lee las insurrecciones en su país, quedando imantado y siempre buscando esa veta de realización, lo que finalmente concreta. A Lenin hay que leerlo en su contexto, él no estaba pensando – al igual que Marx – en transcender en la historia, estaban ocupados de sus momentos históricos, en su propia realización. La crítica respecto a la concepción leninista de Partido es un sinsentido, como también achacarle el devenir de la URSS cuyo epílogo fue un verdadero fraude histórico. El Partido fue útil, así como se pensó, en su momento y un tiempo más en otras partes del mundo pero entenderlo como fórmula dada lo vemos como un error.
En el 2004, en nuestro primer congreso (esto en razón de que ya habíamos chanfleado al MAPU, por lo tanto ya no correspondía el correlato numérico), haciéndonos de la “cualificación dialéctica”(dar cuenta, perseverar y cualificar) como método, dejamos de ser Partido, Vanguardia, dejamos de otorgarle a la “política” aquella cualidad de oficio de vida y lo ubicamos en el plano de la subversión. La concepción de partido y vanguardia no daban cuenta de las urgencias del instante, que mirándolo desde el hoy, fue una tremenda afirmación. No obstante aquello (que aquí lo dejo reducido en forma de titulares), la esencia que dio origen a la concepción leninista de partido y su columna vertebral de funcionamiento – Centralismo Democrático- , la de “aunar voluntades” es muy vigente y útil en nuestra intimidad.
Una autocrítica presente siempre en nosotros(a) es que no le hemos dado mayor alcance, en lo que refiere a su compartir, a todo el volón teórico de Lautaro. De a poquito hemos ido trabajando en ello, porque estamos convencidos(a) que es un verdadero aporte a los asuntos de la Revolución chilena y contribuiría bastante – también – en aminorar el desconocimiento sobre Lautaro. Todo un torbellino, no?
Ahora volviendo a lo medular de tú pregunta. En estricto rigor, nuestra “matriz” ideológica es Marxista, Leninista, Mapucista y Lautarina, siempre en cualificación dialéctica y no aferrada a la ortodoxia. En ese andar, nos topamos con Gramsci hace décadas y nos sedujo a montones, en su sentido de apropiación del marxismo y de cualificación, lo que sin duda a la tradición les hizo hervir la sangre y negaron su circulación. Hoy ha tenido mayor amplitud su lectura, hasta la UDI lo lee y el PC chileno, para no ser menos, algo ha hecho al respecto. Más entrado en nuestro vértigo canero, profundizamos en Lukács más allá de su uso clásico, nos aventuramos en su dimensión de la estética, todito un Universo en el cual lo lautarino está en un etapa muy embrionaria y no hemos podido profundizar como quisiéramos. Nos fuimos haciendo de la ética del Che, loco-aventurero-Revolucionario, el topón con él es de siempre pero no en el plano de lo teórico. Nos hemos venido nutriendo de las experiencias de las luchas de los Pueblos, principalmente de la América Morena pero también de la huella de Viet nam y en algún momento nos metimos en lo que se estaba generando en Irán con esa locura provocada del 79 para adelante. Esa es nuestra matriz fundamental y los topones que no han ido nutriendo, subvertimos todo.
Cada cierto tiempo le damos duro a la lectura y a los debates, el Amauta siempre nos ha atraído pero no es en estricto rigor parte de nuestra “matriz”. Ahora bien, en nuestra intimidad siempre buscamos la lectura, la reflexión y los debates, hemos vagabundeado por diversos matices pero ninguno en su sentido de influir en nuestra Teoría-Concepción como tal. Hace poco nos metimos mucho en Martínez Heredia. Lo que sucede, es que nuestro “mirar” es busquilla pero también bastante sólido en sus afirmaciones para ser fácilmente “influenciado”, leemos de todo lo que podamos. Chomsky colectivamente no lo hemos leído y ha Foucault lo usamos en las definiciones necesarias para la prisión, su concepto de panóptico pero todo circunstancial, Foucault no da para más y las distancias son abismales. A mi parecer- una opinión personal- Foucault es interesante en su ejercicio reflexivo peo no en sus síntesis ya que termina como toda la tradición filosófica, se encuentra en su último aliento –obviamente con matices- en el mismo punto que Nietzsche y Heidegger…es decir un buen filósofo de la interpretación y nosotros somos “devotos(a)” de la tesis 11 de las “Tesis sobre Feuerbach”.
LOS SUJETOS
Desde esa nueva visión que encarnó el MAPU Lautaro fue el apelar a los sectores más postergados y marginales de la sociedad, a lo “popular”. También la gráfica en los panfletos y propaganda se reivindicaba el rol de primera línea de la mujer (aparecía desnuda y con metralleta) ¿A qué sectores les hablaba y les habla hoy el MAPU Lautaro?
Lo nuestro siempre ha estado dirigido, ubicado, desatado y desplegado desde y para lo popular, porque somos de ahí, populares a concho, orgullosos(a) de nuestra pertenencia e identidad. Como somos de ahí, nuestra subversión se nutre de esas experiencias de esquinas, de barrios y de territorios en lucha, allí nos movemos como pez en agua, esa es nuestra cotidianidad. Las lautarinas y lautarinos somos hombres y mujeres de Pueblo, no somos “turistas” de esas latitudes por lo tanto la relación que se establece es de sentido común y de potencia. Como hemos sido siempre habitantes de pueblo, conocemos con creces la potencia transformadora del Gigante Popular, cualidad inherente a su ser y que antes del 18-O era tan vilipendiado por moros y cristianos. Nunca hemos tenido esa práctica de ir a decirlo al Pueblo como son las cosas ni lo que tienen que hacer, lo que por todos los lados que se le mire es un error garrafal. Somos provocadores(a) de procesos, dibujantes de atajos y amantes de las ambiciones de pueblo.
El rol de la mujer, en el todo, siempre ha sido de primera línea, lo que nosotros(a) hacemos es sólo resaltar lo que es la mujer Popular. Respecto a la mujer desnuda con la metralleta es parte de nuestra historia que habla de una subversión de lo que iba instalando la prensa como correlato de lo que definía el poder como editorial contra nosotros(a). En una recuperación de plata rebelde, un fotógrafo capturó imágenes de una compita nuestra con el fierro en la mano, algo habitual en nuestro quehacer pero que les reventó las pelotas a los del poder y su cartuchismo castrante, se les hizo insoportable la potencia de una mujer en armas, golpeaba a su inquisición. Producto de aquello, el poder decide intentar de endemoniar la impronta de la mujer Revolucionaria y Subversiva para que aquello no se “contágiese” e inventa aquel concepto de la “mujer metralleta”. Lo que hicimos nosotros(a) fue subvertir esa intención grotesca de denostación, rompiendo el estereotipo, pusimos en primer plano a la mujer subversiva, mujer que goza su vida Revolucionaria, que vive su sexualidad a concho sin tapujos y se lanza a la realización de los sueños. Sin duda, que lo logramos con creces aquello.
Muchas veces en los movimientos revolucionarios se producen contradicciones entre las tendencias “militaristas” y otras más “políticas” ¿Cómo vivió el MAPU Lautaro esa tensión si es que hubo?
Eso no nos pasó a nosotros(a). Nunca hemos tenido tendencias, nuestra concepción de las cosas no se forma bajo esas lógicas, aquello es ajeno a nosotros(a). Al no ser una realidad en nuestra intimidad, menos lo fue lo de tener tendencias militaristas en la organización. Si hubo indicios de ciertos planteamientos al respecto, debates sobre las formas pero que no prosperaron en el sentido que tú indicas. Lo que pasa es que nuestra concepción era político-militar, como un todo indisoluble, un todo junto que no se puede entender por separado, no obstante aquello, lo político siempre ha sido lo fundamental. No somos parte de esa tradición revolucionaria que presentaron esos dilemas, para nosotros(a) las armas son artefactos, instrumentos que permiten dibujar la política, ese es su alcance. Armas sin ideas no tiene sentido, armas sin provocación carece de impronta. Esta concepción nos permitió hacer varios cosas significativas en nuestra historia, por ejemplo, cuando creamos las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro (FRPL), cualificamos una capacidad militar, necesaria para el momento pero que no tenía en su lógica una separación con lo político y menos de la creación de ejércitos etc… También, esta concepción, nos ha permitido usar las armas como también no, no tenemos ningún problema en cualquier de las dos modalidades, porque lo que rige todo son las ideas y las apuestas. Cuando vivimos nuestra Guerra, usamos las armas y fuimos muy creativos(a) en ello, nuestra escuela – principal – la fuimos creando, si bien fuimos parte de los “beneficiarios” de la solidaridad internacional en la formación militar, Lautaro también crea toda una lógica bastante particular y poca habitual en lo militar Te pongo un ejemplo, los batas fue una herejía militar, porque operaban un lote grande cuando se podía hacer en grupos más pequeños pero el efecto (político) no hubiese sido el mismo. Es decir, Lautaro también subvierte la lógica militar revolucionaria.
Desde lo anterior, ¿qué rol le asignan Uds al trabajo de masas? ¿Cómo lo desarrollaron y desarrollan?
La vinculación con los quehaceres, búsquedas, apuestas, sentires y todo lo de Pueblo, es un asunto de primera necesidad de nuestra organización. Nuestros esfuerzos están concentrados en mantener esa relación intensa, con fluidez, provocando ideas y con un sentido cotidiano, lo que no nos resulta para nada difícil ya que somos de allí.
Nuestro convencimiento es que la clandestinidad no es un fin en sí mismo sino que una circunstancia de la lucha que a veces es necesario adoptar para resguardar la integralidad del cuerpo orgánico. Hemos desplegado la subversión con armas y sin armas, clandestinos y de forma abierta…cualquiera de las opciones tiene sus exigencias, sus apuestas y sus virtudes y problemas. Cuando estuvimos clandestinos, siempre mantuvimos una relación fluida con el Gigante, buscamos las formas en establecer esa relación transcendental para cualquier organización Revolucionaria. Por mencionarte un ejemplo, hemos tenido la suerte histórica (por decir algo) de siempre estar en las intensidades del movimiento secundario. En aquel movimiento en la década de los ochenta y principios de los noventa, fuimos capaces de combinar fuerza propia abierta, semi clandestina y clandestina, esa simbiosis nos permitió contribuir con ideas y capacidad organizativa en el corazón mismo del movimiento, a la vez que se realizaban acciones para golpear y rebalsar el escenario, un todo junto que el poder trato de contrarrestar con la imagen de los 5.000 lautaros (no me acuerdo la cifra exacta) infiltrados en la enseñanza media, aquello en vez de cumplir su propósito posesionó mucho mejor la posición. Éramos muchísimos menos de la cifra arrojada por el poder para endemoniar al movimiento de la media pero lo que no se dieron cuentan ellos, es que estaban hablando de una potencia y esa era efectiva, la potencia de las ideas provocativas y siempre con correlato práctico. Después en los 2000, 2005, 2011 y ahorita, ya no siendo una organización clandestina sino que abierta (desde mediados de los 90’), las ideas provocativas y materializadas en hechos, nos han ido permitiendo ir contribuyendo en el Gigante estudiantil.
Hemos tenido poca experiencia en el trabajo sindical pero la que hemos tenido la hemos potenciado con nuestras capacidades. Fuimos parte del quehacer de los telefónicos, donde a la vez que contribuíamos en la organización sindical propia y realizábamos sabotajes a la compañía de teléfonos, más de una vez realizamos campañas bastantes intensas al respecto. En el caso Universitario y poblacional, a la vez que éramos partes de sus movimientos operábamos político-militar en ellos, relación que siempre fue de pura potencia. Repartíamos camiones de pollos, folonas, de carne, de leche etc… en las poblaciones a la vez que estábamos presentes en sus dinámicas territoriales cotidianas. El bazar de las ganas es toda una política en el espacio estudiantil muy potente, espacio de materialización de nuestra política del sexo nuestro, de las sensaciones, música etc… que la íbamos dibujando y recreando con armas, productos recuperados etc…
En la actualidad, no utilizamos la concepción de vanguardia sino de provocadores(a) de ganas e ideas, que sean capaces de contagiarse, por osmosis, en amplios sectores del pueblo. Participamos en espacios, asambleas y territorios conjuntamente con la diversidad popular, somos parte de ahí, siempre de ahí. Estamos metidos en sus cotidianidades, proponiendo, realizando, construyendo, soñando y ambicionando, lo que vamos combinando con el despliegue subversivo con fuerza propia y también conjunta con los sectores avanzados del Pueblo. Dibujamos hechos políticos y los realizamos, soñamos asonadas y/o ofensivas y las materializamos. Nuestro Pueblo nos reconoce como Lautaro, como subversivos(a) sin vuelta y enamorados(a) hasta las patas de la Revolución.
El enemigo siempre ha visto aquello como un potencial que les complica y que siempre han querido golpear, de quitarnos esa posibilidad de la vinculación con el Gigante Popular. Aunque nos acechado de forma bestial, nos ha golpeado de manera demencial y han querido que desaparezcamos, siempre buscamos la forma de establecer ese diálogo que te contaba. Hablamos hasta por los codos, escribimos bastante pero siempre con la espalda de la práctica, somos propagandistas acérrimos, para las lautarinas y lautarinos el punto cero de todo el despliegue es la propaganda
¿Cuáles eran las demandas del Lautaro, su programa? ¿Qué era lo que perseguía?
En nuestro tercer Congreso, el del 88’, creamos un Programa para la Revolución Chilena, el cual hoy circula en formato de libro, es muy interesante su contenido. Pero lo del Programa como tal, con el tiempo fue perdiendo sentido para nosotros(a), nos fuimos alejando bastante de esas búsquedas porque es complicado definir un conjunto de ejes articuladores cuando quien tiene esa responsabilidad no son las organizaciones sino que el Pueblo – en su conjunto – en sí mismo. En el 88’ apostábamos a una Revolución Socialista y hoy no, el 88’ apostábamos al Chile Popular y hoy también, como también a la Revolución de la Felicidad etc…
Con o sin Programa nuestro ADN siempre ha sido el mismo, van cualificándose los conceptos, las certezas y afirmaciones se ubican en los contextos históricos de los Pueblos pero la esencia sigue siendo la misma. Nosotros(a) luchamos, soñamos, gozamos y vamos por la Revolución en Chile, esa que saca de cuajo al capitalismo, su modo de vida y hace que predomine en la sociedad el modo de vida popular, que si bien tiene muchos pilares fundamentalmente es pura creación colectiva de Pueblo. Para Lautaro el Chile Popular, es un país sencillo y humilde (que para nada dice relación con carencia), donde lo que debe prevalecer es la Esperanza Alegre de la vida misma y donde todos(a) tengamos las oportunidades, para que con un sentido de responsabilidad colectiva de Pueblo, podamos vivir plenamente. Luchar por un Pueblo feliz no es un cliché, no es un artilugio gramatical sino que es algo totalmente posible y sobre todo urgente de realizar. Pueblo con sus necesidades básicas resueltas, resolviendo colectivamente los problemas que se vayan presentando, siempre con el foco puesto en el bienestar en su gente. Un Chile Popular con una infancia no mutilada sino que inundada de esperanza, con una juventud llenita de sueños a realizar, con la tranquilidad – en su sentido íntegro – en la adultez y con una vejez de júbilo. Viviendo en armonía con nuestro hábitat, con muchísima cultura, agua, cobre, litio, mar, bosques, cerros, plazas…música en abundancia, sin cartuchismo, como tampoco con machismo etc…
Eso en nuestra historia, lo hemos escrito con o sin programa y sabemos que cuando la Revolución sea un hecho en nuestra realidad, se tendrá que ir materializando con políticas concretas pero como te decía esa responsabilidad es propia del Gigante y por supuesto que nosotros(a) haremos nuestros aportes en ello. Tiene que haber sido en el cambio de siglo en que sintetizamos todo esto en una consigna de carácter estratégico y que nos ha acompañado siempre ya como una idea medular…lo nuestro va por una vida distinta y mejor. Distinta a todo lo ya vivido, no se trata de copiar ni menos de importar modelos, es algo propio y nuevo del Pueblo de Chile. Y mejor a la vida existente en el presente, mucho mejor. Esa idea central, a su vez, ubica en la Toma del todo la forma de realización, una Totalidad que la hace posible y que no deja espacio alguno para que el capitalismo pueda reorganizarse.
LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA
La transición, desde sus inicios, supuso una represión contra el movimiento popular y revolucionario en defensa de la “obra” de la dictadura. Fue una transición pactada para desarrollar aquello que se llamó una “democracia protegida o de seguridad nacional”. Muchos de los militantes del Lautaro cayeron en enfrentamientos y gran parte fueron prisionerxs políticicxs. ¿Cuál es la evalución y autocrítica que uds realizan? (considerando, que una situación similar vivió otras organizaciones revolucionarias como el FPMR / MIR EGP y otras).
La evaluación y la autocrítica al respecto la haré desde del ahorita. Para contextualizarla, si me lo permites, creo necesario fijar ciertos procesos que se fueron desenvolviendo en nuestra intimidad y en el país.
El paso administrativo de dictadura a democracia a nosotros(a) no nos causó ningún problema, no tuvimos ninguna crisis interna ni menos un proceso evaluativo al respecto. Como te decía más arriba, el galope insolente de nuestro Complejo Partidario siempre procuró y procura la realización de la Revolución Chilena, por lo tanto el enemigo no tan solo era la dictadura sino que también y sobre todo el capitalismo. A su vez la integralidad político-militar de nuestra Teoría-Concepción, nos permitió nunca ubicar lo militar como una suerte de brazo armado ni menos una lógica de aparato. Por otro lado, como bien dices tú, la democracia fue un pacto del capitalismo para el capitalismo, resulta que las capacidades populares iban en un gigantesco proceso cualitativo de salto, lo que sin duda hacía peligrar la integralidad del mismo sistema. Nunca lo sabremos pero no tengo dudas en sostener que de continuar la insolencia popular como se venía desarrollando, Pinochet iba a ser derrocado y con él, el capitalismo mismo, por lo cual, la salida democrática resguardó la integralidad del mismo sistema. Una maniobra que les resultó y que se fundamentó en la legítima esperanza del Pueblo de Chile que las cosas cambiasen. Ahora, si lo miras desde el ahorita, se podría decir que el capitalismo lo que hizo fue chutear su debacle para adelante, el desborde masivo popular que se comenzó a vivir con mayor intensidad desde el 18 de octubre del 2019 pone en jaque los pilares del mismo sistema a la vez que también lo hace con el fraude histórico que terminó siendo esta democracia migajera.
Estos elementos –entre varios más – produjo que nosotros(a) pasáramos “soplados” en ese proceso de transición, nuestras búsquedas revolucionarias no tenían razón para detenerse, fuimos consecuente a más no poder con lo que afirmábamos. Nuestra praxis ponía en serio riesgo el pacto del capitalismo, lo develaba, lo cuestionaba y colocaba en el centro a la Revolución como alternativa real…sin duda que eso les reventó las pelotas a los del Poder, los que no escatimaron esfuerzo alguno en buscar darnos de forma brutal, inclusive al costo de trastocar sus propias “formas” democráticas. A partir de la caída del chico, conjuntamente con otras compas, en el 94’ y de la caída de tres compas en el 95’, nuestra constatación fue evidente…Lautaro por completo está hecho Prisionero. Una situación no querida y consecuencia de nuestra decisión de la realización de la Revolución.
Con esa constatación como hecho operante en nuestra realidad, volvimos a subvertir la tradición y concepciones de la izquierda más clásica, quienes ubicaban a la prisión en un marco de derrota y de fracaso rotundo. Nuestra mirada nunca ha sido esa respecto a la prisión, más, la ubicamos en el plano de un Universo totalmente distinto pero jamás con capacidades para detener la impronta Revolucionaria-Subversiva. Aunque el poder asesinó a compañeros(a), incluyendo matanzas como la de Apoquindo, otros cayeron en combate y que de toda la organización estaba en Prisión, nuestra praxis nunca dejó de existir ni menos menguar nuestra capacidad creativa. La prisión para Lautaro fue fecunda, fue bastión de lucha, de creación subversiva, de mil batallas dignas y que subvertimos por completo hasta arrebatarle la libertad al poder mismo. Recordar que la democracia nos quería condenar a penas del infierno, para que nunca más asomáramos la nariz en libertad. Bueno, los hechos históricos demuestran el resultante de aquello.
A partir de estas afirmaciones, se van al piso un conjunto de decretos de los historiadores oficiales y alternativos, que nos han decretado como muertos un sinfín de veces, nunca hemos entendido ese afán, de por cierto muy alejado de la objetividad de la misma historia. Lautaro nunca ha dejado de existir, estamos prontos a cumplir 38 años y ni un solo día hemos dejado de respirar ambiciones de Revolución. Algunos (en el presente) para tratar de justificar su propia historia, han querido situarnos como un nuevo Lautaro, no desde el sentido del momento histórico sino como una cosa nueva que no tiene nada que ver con lo anterior. Error también, este Lautaro de ahorita es parte del tránsito histórico de estos 38, somos de allí y como siempre en Lautaro, seguimos siendo obsesionados(a) con lo nuevo.
Dicho esto, vuelvo al centro de tú pregunta. Hemos cometido muchos errores y los seguiremos cometiendo, nuestra práctica autocrítica siempre procura ir cualificando nuestra praxis. Nuestra principal evaluación –mirada desde ahora – de aquel proceso son 4. El primero es que la Guerra Insurreccional de Masas (GIM) no fue ni de masas ni insurreccional, terminó siendo una Guerra nuestra contra el capitalismo chileno, que tuvo muertos, una prolongada prisión y de la cual nos orgullecemos de haber dado, porque es una guerra muy digna y que habla de una consecuencia enorme, que con el pasar del tiempo se ha ido inscribiendo como patrimonio de nuestro pueblo. El segundo es que Lautaro nunca ha dejado de existir, no fuimos derrotados y no fracaso nuestra apuesta revolucionaria. Es evidente que no logramos materializar nuestra apuesta de la realización de la Revolución en un tramo de 10 años. Así son las apuestas, se concretan o no pero nunca hay que temerle al apostar. Mirar los procesos binariamente es un error, la vida está lleno de matices, es decir, no haber ganado en los plazos que nos propusimos no es sinónimo de haber perdido. Perder, fracasar y/o ser derrotado es que la organización deje de latir, deje de buscar, deje de soñar…ese cuento no tiene nada que ver con Lautaro. El tercero es afirmar que la cárcel es una circunstancia siempre posible en la vida revolucionaria, no significando aquello que se deje de ser Revolucionario(a). Para Lautaro, ser Revolucionario(a) y subversivo(a) es un oficio de vida que no sabe de jubilaciones. Si dejaste de serlo, lo dejaste y punto, es cuento tuyo pero el oficio siempre es en el aquí y ahora, las urgencias y la constante creación siempre son presentes, no son para después como tampoco solo son asuntos del pasado. Te digo esto, en razón que nosotros(a) tuvimos un fuerte crisis interna el 96’, donde se fue gran parte de la militancia y a otros(a) los echamos, obviamente que la prisión opera pero jamás esa crisis como tampoco la prisión fue capaz de tumbar a Lautaro como organización ni menos como ideas en despliegue. El cuarto, que hace una suerte de redondeo de los tres puntos anteriores y mirado desde el ahorita, nos indica que la decisión de pasar soplados de dictadura a democracia en la búsquedas revolucionarias fue una decisión política muy acertada y necesaria, sin duda que tuvo un costo muy alto para nuestras vidas, se llevó a las estrellas vidas hermosas, dignas y nos produjo una prolongada prisión. Esa decisión permitió que el puente histórico abierto en el último combate de Allende siempre se mantuviera abierto de par en par y que hoy la historia sentencia como una decisión correcta. El presente, el ahorita, es gatillado – entre muchas cosas más – por esa decisión, de no claudicar en las búsquedas, de hacer la prisión un bastión de lucha. En eso Lautaro contribuyó mucho, también compañeros(a) de otras organizaciones Revolucionarias, pero de sobremanera Lautaro.
¿Cómo veía el Lautaro la transición? ¿Cómo veían al campo de la izquierda y al movimiento popular / social en ese transitar?
Como la transaca del capitalismo para el capitalismo, donde la democracia eunuca y cartucha jugo con la esperanza de millones. Bestial la maniobra que realizaron, sus afanes engullidores de todo, se echaron al bolsillo a todo un Pueblo. La democracia no tardó en nada en mostrar su careta nefasta, la afirmación del eunuco Aylwin que habrá “justicia en la medida de lo posible”, terminó siendo una “máxima” operante en todos los ámbitos de la vida. El Chile democrático terminó siendo un país a medias, donde la vida se truncó y la esperanza alegre se mermó severamente. Impunidad a más no poder, derechos fundamentales coartados, violentados; lógica medieval, cartucha atentando contra el desate de los sentires, tan vital para una vida plena. Transición que se inventó su propio Dios, el del mercado, que se llenó de caricaturas imbéciles de jaguares, de los ingleses de Latinoamérica y tantas otras bobadas. Para la democracia todo se redujo a consumo para que el país de los negocios se llenara los bolsillos, mientras que para las grandes mayorías del país les llegaban las migajas.
La transición y la democracia nunca fueron pensadas para la felicidad popular, desde siempre lo supimos y por ello todo nuestro despliegue tanto en la dictadura como en Democracia. Ese modo de vida, simplemente no tenía nada que ver con las expectativas populares y por ello lo propio Revolucionario debía seguir sus búsquedas. Nuestras síntesis políticas, traducidas en imágenes políticas fueron muy rápidas y certeras, le dimos a sus símbolos, a sus conceptos, valores y su todo.
No compartimos para nada esas afirmaciones que sostienen que con la llegada de la democracia el movimiento popular y la izquierda revolucionaria (de esos tiempos) se fue para la casa, fue distinto, con diversas intensidades pero nunca ocurrió ello que el andar popular dejo de ser. La subversión fue gravitante gran parte de la mitad de la década de los noventa, la cárcel combatiente, que se hacía espacio en los intentos del poder por hacerla desaparecer, siempre operó como farol de dignidad rebelde, si bien las rejas pesan en esa relación fluida, esa historia está llena de hermosos ejemplos al respecto. En el período que se define como transición, hubieron siempre expresiones subversivas en lo Universitario y en el movimiento popular se fue potenciando una faceta más cultural.
EL MATRIARCADO
Volviendo a lo anterior, en relación al lenguaje y a los nuevos íconos propuestos por el Lautaro, aparece en la escena la “Mujer Metralleta” como símbolo de la subversión que tuvo a varias exponentes siendo una de ellas Marcela Rodríguez. Con la prisión política del complejo lautarino nace la agrupación de familiares Madres Guacoldas integradas por mujeres populares. ¿Uds consideran que esa valoración de la mujer popular y revolucionaria que hizo tempranamente el Lautaro fue como anticipación a lo que hoy desarrolla el movimiento feminista en lo que se conoce como lucha anti patriarcal? ¿Pensaron alguna vez que el discurso y programa anti patriarcal iba a tener tanta convocatoria y masividad?
Si y no, me explico. Como te decía antes, lo de “Mujer Metralleta” es más bien un invento de la prensa, el cual nosotros(a) subvertimos por completo. Te digo esto, porque nuestro propósito no va por lo “publicitario” sino que más bien tenemos un sentido estético de la política (forma/fondo), vital para la propaganda. Si bien se asocia a Marcela con aquella imagen, nuestro cuento – y valorando a la misma Marcela – hablaba de la potencia transformadora y trasgresora de la mujer Revolucionaria y popular. Es decir, en estricto rigor las lautarinas –todas- son expresión fehaciente y meritorias de aquello. La mujer Popular siempre ha sido fundamental en el quehacer en el movimiento popular, siempre muy activa. Con diversas intensidades, en gran parte del siglo XX (por fijar un límite analítico) ha habido diversas expresiones de movimientos de mujeres, que no siempre se le hace un justo reconocimiento. En la dictadura, el rol de la mujer popular es fundamental, tanto en la organización poblacional como también en los asuntos propios de la Revolución. Lo que hace Lautaro es un proceso natural, para nada forzado para una organización de carácter Revolucionario, la mujer ocupa el lugar protagónico que la historia del capitalismo siempre le ha querido quitar. La molestia era en el capitalismo, para su cultura cartuchona y machista, la nueva concepción de la sociedad no tiene por qué tener problema alguno con ello. Las lautarinas como las mujeres populares tienen todas las características para ocupar roles destacados dentro de una organización Revolucionaria, ejemplos hay varios. Es decir, como dices tú, hay una valoración que se hace pero que te insisto que aquello está en el plano de lo histórico y para nada responde a íconos.
El parto de Guacoldas responde a un momento particular de nuestra historia, en estricto rigor, no es una creación de un “frente femenino”(por decir algo), sino que responde a que principalmente nuestras madres son las que salen a organizarse y a protestar por nuestra libertad, entonces se da una fusión, muy potente por cierto, de madres-mujeres populares que van en la batalla por nuestra libertad cuando la democracia nos atacaba con una feroz campaña comunicacional, tratando de situarnos como lo peor de la sociedad. Guacoldas nace desde fuera de nuestra orgánica (luego nos fuimos metiendo con un sentido orgánico), es una organización de nuestras madres (principalmente), que luego se extendió a varias de nuestras(a) compañeras(a), familiares y amigos(a).
Entonces, sí vemos que nuestra propia experiencia ha contribuido al movimiento de mujeres populares pero lo realizado por nosotros(a) no apuntaba en trascender y visualizar escenarios décadas posteriores. Lo nuestro es una valoración histórica al rol destacado, estratégico que la mujer popular siempre ha tenido en el Gigante Popular.
Y respecto al discurso anti patriarcal, de su convocatoria y masividad, con especificidad no lo dimensionábamos con los ribetes que ha ido adquiriendo, si el movimiento de mujeres populares.
Esa valoración temprana de la mujer ¿Tuvo de parte de uds una intencionalidad de levantar expresamente esa bandera anti patriarcal? ¿Cómo ven el movimiento feminista hoy?
Nuestra valoración de la mujer popular es en relación a su importancia que siempre ha tenido en la sociedad, aunque el capitalismo ha hecho lo imposible para desplazarla a un segundo plano –reverenda estupidez-, es decir, es una valoración de carácter histórico. Nuestras intenciones al respecto, siempre han estado orientadas en aportar en los procesos del Pueblo de Chile, de los habitantes del País Popular. Con esto lo que te quiero manifestar es que más que levantar la bandera anti patriarcal, lo nuestro va orientado al movimiento de mujeres populares.
Hay todo un movimiento muy interesante y potente que se ha levantado. Más que por factores cuantitativos, nuestra mirada queda imantada con él principalmente por su potencia y la profundidad de los temas que instala como exigencias, lo que ha sido capaz de ir generando transformaciones contundentes en la cotidianidad. Haciendo esa justa valoración, vemos que faltan un conjunto de procesos que se vayan desencadenando y sobretodo los orientados a un sentido y pertenencia de clase, aspecto fundamental para agigantar su cualidad transformadora. Para ello, tiene que ser capaz de zafarse de un conjunto de afirmaciones y concepciones que no tienen nada que ver con lo popular sino que más bien están asociados a presupuestos propios de la posmodernidad. Entonces en todo lo ocurriendo en el ahorita, nosotros lo distinguimos entre lo propio popular, con sentido, colores, aromas, gusto etc… popular y otro sector más bien transversal que tiene concepciones muy importadas y que se ubica inclusive desde lógicas capitalistas, hay mucho fetiche entremedio, que inclusive el mismo mercado ha sabido aprovechar de buena manera para sus arcas.
Como es obvio, nuestra mirada, esfuerzos, aportes, sueños, ambiciones y realizaciones están puestas en los asuntos populares. Como todo proceso, nada aparece de la nada, todo siempre tiene un sentido y apropiación histórica. Vemos que en esas búsquedas es necesario apropiarse de la misma historia del movimiento de mujeres de nuestro Pueblo, que por cierto es muy rica y a ese proceso ir dibujándole lo nuevo. Tiene que tener sentido histórico, sujeto, pueblo etc…todos aspectos que le irrita al posmodernismo.
¿Cuál es el aporte del Lautaro hoy en el movimiento feminsita? ¿Cómo asumen o se insertan en esa realidad?
Como todo lo nuestro, el aporte está teñido por los pigmentos de lo Revolucionario, Subversivo y Popular. Hace unos años atrás, un tiempo antes que este movimiento si hiciera masivo y con los ribetes que contiene hoy por hoy, como Lautaro discutimos nuevamente sobre el movimiento de mujeres populares. Le dedicamos más de un año a ese interesante debate, realizamos foros, encuentros, procesos internos y nos nutrimos mucho de la diversidad popular. Las afirmaciones centrales que salieron de aquello lo vemos como un aporte certero y que paso a mencionar en forma de titulares:
La afirmación central a la cual arribamos y que contiene el conjunto de certezas, es la que dice que “mujer y Revolución se llevan bien”, hay allí una relación intrínseca e indisoluble. Una frase muy sencilla pero que en sí contiene un conjunto de elementos que sintetizamos en nuestra consigna: ¡¡¡ Gozosa, Libre e indómita…mujer popular a luchar!!!
El movimiento de mujeres populares, con diversas intensidades y exigencias, ha estado siempre muy presente en el Movimiento Popular Chileno. Desconocer aquello, es desconocer al instante que hemos ido llegando al respecto. En la dictadura las mujeres populares jugaron un rol destacado en la organización territorial como también en el movimiento revolucionario. Correlato de la lucha de los pueblos, donde la presencia de las mujeres siempre ha sido destacado, resaltando el hacerse de la América Morena.
Las exigencias de las mujeres populares son vértice, conjuntamente con la totalidad de las exigencias, del Movimiento Popular Chileno actual. Es decir, son parte de las necesidades a resolver y que son pilares fundamentales del Chile Popular. Es un error separar las exigencias de las mujeres populares del conjunto de exigencias populares.
Estas exigencias, no son transversales, nuestra preocupación no están puestas en las mujeres del País de Los Negocios sino que en el País Popular. Tiene que tener un carácter de clase más que de género, tiene que situar bien el sujeto de transformación y zafarlo de las lógicas de la posmodernidad.
Como todas las exigencias del País Popular, el de las mujeres populares serán resueltas en un proceso revolucionario. La Revolución es un proceso transformador integral de la vida, no sólo economicista sino que también cultural. Soñamos la realización de un país distinto y mejor al existente, por lo tanto el goce, la plenitud y libertad, de los hombres y mujeres populares solo podrá ser una realidad con una Revolución que saque de cuajo al capitalismo. La cultura machista –en todos sus ámbitos – existente en nuestro país es producto del capitalismo, por lo tanto el problema de fondo es el mismo capitalismo, es aquello lo que hay que pirar de nuestras cotidianidades.
EL MUNDO HOY AGONIZA
El mundo ha cambiado. Se encuentra al borde del colapso civilizatorio, hay una emergencia climática, cada vez queda más claro que la crisis del capitalismo es profunda y global lo que se expresa en contradicciones entre los diferentes polos o centros imperialistas. ¿Cómo ven uds el mundo? ¿cuál es su evaluación? ¿Cuáles son las principales contradicciones, hoy?
Es una pregunta bastante extensa y que tiene bastantes entradas posibles. Para intentar responderla lo haremos señalando algunos procesos que hemos ido trabajando.
Lo primero que es necesario plantear para meterse en todita nuestra reflexión sobre el devenir de la historia de la humanidad actual, es que los atentados – que condenamos de forma inmediata pero que comprendemos en sus razones – del 11 de septiembre del 2001 propinado en el mero corazón del Imperialismo, tuvieron la capacidad de hacer girar el curso impuesto en la historia. Ver al Imperio de rodillas, duramente golpeado militarmente pero sobre todo en su concepción de vida, fue capaz de abrir una nueva época en los procesos de la humanidad, donde su característica fundante es que las posibilidades de los Pueblos en sus luchas por la felicidad se acrecientan. Ubicamos aquella fecha como un hito que acelera procesos ya en curso y que también van generando un conjunto más. Qué duda cabe que esta es la época de los Pueblos, nuevamente, y que deja atrás la unilateralidad de la década de los noventa. Desde esta afirmación central que nos ha acompañado ya casi dos décadas, hemos ido reflexionando referente a los siguientes procesos.
Se ha acrecentado en el mundo un profundo sentimiento antimperialista, que se ha ido transformando en lenguaje común de los pueblos, con diversas culturas pero que al fin al cabo todos llegamos a este punto. Este antimperialismo, sus intensidades si bien varían, es común en la luchas de todos los Pueblos. Hay un desprecio generalizado a la regencia, sinónimo inequívoco de muerte, destrucción violencia, intromisión. Los yanquis, aun teniendo el ejército más poderoso del mundo no han podido tumbar los procesos de diferentes pueblos. Allí vemos por ejemplo todo lo que fue lo que se denominó como la “Primavera árabe”, que no tan sólo fue por el afán histórico de los yanquis de apropiarse de los recursos naturales sino que también la pretensión de imponer su concepción de democracia.
Vemos a Irán como uno de los símbolos concretos de este antimperialismo, que se ha enfrentado y no ha dejado que la bestialidad gringa ronde en sus cotidianidades por más de cuatro décadas. Siria, ejemplo de resistencia, de una guerra potenciada por los yanquis que no ha sido capaz de tumbar el legítimo gobierno de Bashar al-Ásad. Un Imperialismo nefasto para la existencia humana, que ha devastado y quiere seguir haciéndolo pero los Pueblos han sabido frenar estas pretensiones. Yanquis carajos que con sus aliados son una amenaza permanente a la especie humana, como lo son los sionistas que no han podido con la ferocidad, gallardía y osadía del Pueblo palestinos. Podríamos seguir nombrando un montón de ejemplos de este antimperialismo concreto que está incrustado en las luchas de los Pueblos.
Hace unos años atrás comenzamos a sostener la afirmación de una nueva guerra fría, hoy nos da risa como algunos “intelectuales” han coincidido en dicha reflexión. Una nueva guerra fría, de posiciones y que cuya articulación de los “polos” ya no son estructurales-ideológicos sino que más bien circunstanciales. Es una guerra fundamentalmente económica, donde los yanquis quieren dominar el orbe completo y que lo suyo sea lo que predomine, a ello le ha salido gente al camino y en cierta medida ha mantenido una suerte de equilibrio. Los yanquis están obsesionados con los chinos, con su potencia económica y su intención de hacer mierda el dólar. Se han dado fuertes connatos y como siempre, sus enfrentamientos no son directos (en el plano militar) sino que se realizan a través de terceros. Los chinos se entienden bien con los Rusos, se articulan contra las pretensiones de avances de los yanquis, cada cierto tiempo tienen que estar mandando mensajes a la Casa Blanca para situarlos y que no se pasen de la raya. Rusos y Chinos cuyo alcance está llegando a nuestra América Morena, un ejemplo claro es lo que ocurre con Venezuela, Putin ya ha llamado a orden varias veces a la bestia Trump. Sin compartir las definiciones ideológicas de ciertos países hemos visto dignos ejemplos de mantener a raya a los yanquis, uno de ellos es Corea del Norte, que a través del desarrollo de capacidades nucleares arrinconaron a los yanquis y fueron zafándose del bloqueo carajo.
En esta época de Pueblos, luchando por lo suyo, el capitalismo ha entrado en una profunda crisis y está mutando hacia un nuevo modelo. En el 2009, nuestra afirmación fue certera al sostener que el neoliberalismo se había inmolado en un baño de Wall Street, esto en razón a que la forma que utilizaron para salir de la profunda crisis financiera del 2008 había trastocado los principios fundamentales del mismo mercado. En aquellos tiempos era una locura plantear que el neoliberalismo había dejado de existir, para variar, muchos nos tildaron rápidamente como locos(a) y no hace mucho que aquella afirmación está siendo reflexionada por la intelectualidad mundial. Desde el momento que el neoliberalismo se suicida, comienza un proceso de búsqueda de un nuevo modelo, que es de mutación y que ha tenido un mayor ahínco hace un año atrás. Nuestros debates aún no han podido dar por completo con el rostro del nuevo modelo pero si con algunas características que lo están contorneando, de los cuales podemos afirmar las siguientes:
Es un capitalismo “verde”, no porque le interese el porvenir de los pueblos sino que su lógica de depredación ha ido agotando severamente los recursos, necesitan “administrar de mejor forma”.
Es un capitalismo que irá incorporando ciertas demandas “ciudadanas”, necesita dotarse de un nuevo relato y marco regulatorio y jurisprudencial de convivencia.
Esta intrínsecamente involucrado con la Revolución tecnológica en curso, que cambiará las velocidades del tiempo, las concepciones y formas de relacionarse. Esto ya está teniendo expresión en el mundo del trabajo, lo que ha ido trastocando las modalidades relacionales.
En el mundo intelectual ya se han ido presentando debates al respecto del nuevo modelo capitalista, muy superficiales por cierto. Algo hemos seguido la reflexión de Zizek, de Byung-Chul Han y toda esa tradición filosófica que sigue atrapada en el plano de lo interpretativo. Hemos hecho un seguimiento incipiente a las señales provenientes de Holanda con su manifiesto del mundo académico y otras manifestaciones en el mismo marco en diferentes partes del mundo. Pero la verdad de las cosas, es un debate poco atractivo como lo han desarrollado, sin duda que deja algunas huellas de lo que está ocurriendo pero muy plano aún.
En fin, como síntesis podemos decir entonces que el mundo está viviendo una nueva época, la de los pueblos, donde existe un conjunto de movilizaciones de los pueblos del mundo, con un profundo sentimiento antimperialista y con un capitalismo mutando y una nueva guerra fría. En términos generales, es así como vemos el quehacer el mundo.
Desde lo anterior ¿cómo ven América Latina considerando que han existido procesos populares como la Revolución Bolivariana y todos esos procesos?
La América Morena no es ajena a los procesos de la nueva época inaugurada a comienzos de este siglo. Aquí nuestra mirada se estructura en la contradicción fundamental entre capitalismo y las luchas de los Pueblos, nos alejamos rotundamente de todas esas miradas que hablan de diferentes tópicos, ámbitos y multiplicidades, nosotros(a) realizamos una mirada de síntesis en afirmaciones capaces de dar con la totalidad de procesos ocurriendo. Nuestra afirmación central para meternos en los quehaceres de América Latina y el Caribe, es la que dice que estamos viviendo un verdadero “Choque de Trenes”, feroz y de profundidades irreparables, que se compone de lo siguiente:
Los Pueblos de la América Morena vienen en una constante y creciente movilización popular, donde lo medular es la vida misma. Los Gigantes populares están alzados, desbordados masivamente y la exigencia se pueden sintetizar en irse en contra del modo de vida del capitalismo. Es tierra, es agua, es techo, es contra el hambre, en defensa de nuestros hábitats etc…. Esto se expresa totalmente alejado de la institucionalidad democrática y adquiere dimensiones de protestas desatadas. Haití está volcada en una lucha por la sobrevivencia, Perú viene hace ratito con potentes movilizaciones contra las mineras, contra la corrupción y nos ha gustado muchísimo lo que están haciendo los(a) Secundarios. Brasil, movilizaciones masivas, tanto urbanas como del campesinado, algo parecido ocurre en Colombia y Paraguay. Podríamos seguir describiendo lo que viene ocurriendo de forma sistemática en toda la Patria Grande lo cual se sintetiza en la exigencia de una vida distinta y mejor y que cuyo estilo de expresión son las protestas masivas de los Pueblos.
El capitalismo, para variar no ha entendido nada de nada, han tratado de encauzar estas movilizaciones al campo de la disputa institucionalidad. Los Pueblos nos hemos alejado por completo de esa concepción de democracia existiendo una fractura expuesta entre la superestructura y las bases mismas. Esto ya no se resuelve con cambios de gobiernos, va muchísimo más allá de su democracia y los colores que tomen sus gobiernos. La democracia, esta democracia está totalmente corrompida, es de y para una élite, por ahí no pasan las transformaciones populares. Lo que han hecho bien los yanquis es fortalecer su séquito de lacayos, su posición a través deel Grupo de Lima, el engendro de PROSUR y con las vueltecitas que se pega Pompeo cada cierto tiempo para distribuir las instrucciones.
Por otro lado, están los procesos bolivarianos (por darle un nombre) de los cuales somos muy respetuosos pero distantes de sus concepciones. La nueva época trajo consigo Revoluciones hechas Estado (Venezuela, Bolivia, Ecuador; Nicaragua etc…), que, si bien tienen el factor antimperialista muy presente, son procesos incompletos que dejan demasiado flancos abiertos por donde el capitalismo se mete para mermar los mismos procesos potentes. La Revolución ciudadana de Correa fue cambiada en un santiamén por la traición de Correa, Bolivia vio truncado su proceso por el Golpe de Estado, ahora retoma, pero hay que esperar como se va desarrollando. Venezuela batalla dignamente contra el Imperialismo, pero vemos que está muy alejada de las bases mismas, lo que nosotros definíamos como la falta de empaparse del espíritu de Maisanta. Nicaragua ya no es una Revolucionaria y Ortega no es Revolucionario. Es decir, tenemos nuestras lejanías con estos procesos y cariño, pero ello no quiere decir para nada que somos neutrales ante las ofensivas carajas del Imperialismo, nuestras diferencias respetuosas no nos hacen perdernos en estar siempre del lado de los procesos populares.
Y Cuba, siempre Revolucionaria, farol para los Pueblos del mundo. Le hemos achuntado en meternos en dos procesos cruciales del Pueblo cubano durante el último tiempo. Primero nos metimos en profundidad en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, el último de Fidel. Congreso contundente en su capacidad de avizorar escenarios y de adelantarse a ellos. Como todos los congresos del PCC, su magnitud histórica es sorprendente, en este último fue el comienzo de la materialización de ir dándole paso a las nuevas generaciones, esa que vienen preparando hace años y anticipándose a la ida natural de la generación de la victoria. A parte de la brillantez de las ideas, nos sorprendió muchísimo el sentido de continuidad que fue lo que gravitó en todo momento.
Después nos metimos en todo el proceso de su nueva constitución, asunto de Pueblo gigante, debatiendo y resolviendo su futuro, desde y para la Revolución, nada que ver con el proceso eunuco de Chile. Su metodología, sus planteamientos, transforman a esa nueva carta magna en un verdadero manifiesto de sueños y ganas para los Pueblos del Mundo.
¿Cómo se inserta o se levanta el Lautaro en ese contexto internacional y/o continental?
Por alcance real, nuestras búsquedas más bien están en el plano continental, ojalá pudiésemos ampliar aquello a un plano más extendido. Hace como un año, nos fuimos metiendo más en profundidad en los asuntos de África, pero para ser sincero, nos falta muchísimo para leer lo sucediendo allí en clave de proceso. Confesamos que nos encantaría poder tener mayor cercanía presencial en eso procesos de Pueblo.
En el plano continental, nuestra apuesta es hacia la materialización del sueño de Bolívar de la Patria Grande, de ahí parte todas nuestras búsquedas. De allí hemos hecho un par de cosas bastantes interesantes, pequeños en el plano cuantitativo pero significativo –a nuestro parecer- en el plano cualitativo. Hemos operado en relación a lo ocurriendo en la América Morena, hemos desarrollado campañas antimperialistas, hemos reventado las vitrinas de boliches Imperialistas en Chile, nos metimos con fuerza en el parto de PROSUR en nuestro país. A finales del año pasado llegamos al convencimiento que la Patria Grande, sus pueblos estaban coincidiendo en un momento histórico, al cual no se le estaba sacando todito el brillo a su potencia. A partir de ese convencimiento nos metimos en una verdadera locura hermosa, de buscar que esas coincidencias de protestas que recorren el continente comenzasen a ser coincidencias queridas, anheladas, buscadas y concretadas como tal. Debe haber sido en noviembre del 2019, donde tomamos la decisión de aventurarnos en generar una protesta continental contra el capitalismo e imperialismo para abril del 2020. Conversamos con varias organizaciones de Chile y para variar nos miraron como bichos raros y buscamos varias vías para hacerle llegar la invitación a organizaciones de otras latitudes. Si bien no logramos generar la antesala necesaria, íbamos a ir igual a esa protesta, para instalar el precedente, la necesidad. No la pudimos concretar por asuntos de la Pandemia. Ahora aquello no ha mermado nuestro convencimiento y esa jornada de protesta de generar un precedente la vamos a realizar apenas podamos siendo la diferencia que ahora ya hay una mayor amplitud de posibilidades de hacerla con la diversidad latinoamericana. Hemos visto en diciembre de este año como una posibilidad para dar un primer salto al respecto y apostar con fuerza en el 2021. Estamos en esa en el presente.
En el campo actual de la izquierda chilensis, en el amplio espectro, ¿Dónde se ubica el Lautaro? ¿Sigue siendo parte de la “izquierda revolucionaria”? ¿Qué entienden por “izquierda revolucionaria” hoy? ¿Cuál es su crítica o rescate de ella?
Entendemos la significancia de la concepción de “izquierda”, la que, por cierto, al igual que la política está muy manoseada. Por eso nuestra mejor definición para nosotros(a) es que somos Revolucionarios(a) Subversivos(a) y Populares, es decir, a lo de izquierda como tal le encontramos poco sentido y es por eso que hace un tiempo renunciamos a ser parte de aquello que se llama “izquierda” pero como te digo, entendiendo a lo que se refiere. Lautaro es inminentemente un provocador de ganas, que materializa con hechos concretos, esa relación entre lo que se dice con lo que se hace, para nosotros(a) es piedra angular, que nos presiona (en el buen sentido) y exige cotidianamente a la realización de una praxis en ese sentido. Somos fundamentalmente subversivos(a), en la subversión es donde encontramos un estilo del cual nos enamoramos hasta las patas y que nos gusta a concho serlo. Se da una paradoja muy bonita, de la cual poco hablamos pero que de repente es necesario hacerlo: ¿No somos y nunca hemos sido de la tradición de izquierda, pero somos la única organización que se ha mantenido como tal (en el sector Revolucionario) por ya casi cuatro décadas, loco no? Lautaro, el de ayer, el de hoy y el de mañana pertenece a un mismo tronco, obviamente que hemos ido cualificando nuestra praxis y nuestra mochila de vida se acrecienta con las experiencias que hemos venido teniendo, nunca hemos tenido una división interna, no existe otro Lautaro ni menos tendencias en nuestro interior. Aquello ha hecho que seamos los mismos que provenimos del 82’(referido a la concepción), la magia subversiva ha hecho lo suyo y gran parte de los que partieron con este cuento ya no están, como te decía en una respuesta anterior, el 96’ (en prisión) se fue mucha gente y también expulsamos a muchos más pero aquello nunca provocó un quiebre en nuestra teoría-concepción, menos de nuestras búsquedas revolucionarias, seguimos siendo los mismos. Esto es importante a considerar en la pregunta que haces en el sentido que lo “elemental” de una organización, nosotros(a) ya lo tenemos resuelto, tenemos una forma de mirar e interpretar la historia y el presente que es producto de nuestra Teoría-Concepción, sin duda que ello te da una solidez política importante y que provoca que nuestras búsquedas no estén en otorgarle sentido de ser a la organización, sino que de cualificación constante.
Como izquierda Revolucionaria entendemos a las organizaciones, que al menos en sus discursos hacen alusión a la necesidad de realización de la Revolución. Como Lautaro los vemos como nuestros parientes, a veces más lejanos y otros más cercanos, a su militancia le tenemos cariño, hemos visto la voluntad hermosa de su gente, hay muchas ganas que en gran parte es restringida y opacada por la política de sus respectivas organizaciones. Partimos entonces de esa valoración a su militancia y asumiendo que nuestras lejanías están más bien con las concepciones y definiciones políticas no en lo humano. No nos sentimos para nada representados en sus lógicas y tenemos severas diferencias. En relación a lo que te decía más arriba, la izquierda revolucionaria actual es expresión fundamentalmente de tendencias de dos troncos de antes, hay una cultura mirista que ha ido tomando diversas tonalidades y se cuadra con diversas experiencias, pero todos llegan al reconocimiento de Miguel y hay una raíz rodriguista que le sucede lo mismo, pero todos llegan al reconocimiento de Raúl. Hay organizaciones hermanas que juntan ambas culturas, otros que hacen más referencia a la trayectoria histórica y otras que están en la búsqueda de lo nuevo, es decir, en otras palabras, en todo este tiempo no hemos visto organizaciones nuevas en su creación conceptual y la generación de un propio estilo, hay allí sin duda una carencia de ideas notoria. Lo más potente en ese sentido, en su capacidad de irrupción y de ir generando un estilo propio (se esté o no de acuerdo) es el anarquismo, que también se ha ido haciendo a partir de diferentes ramas de interpretación. Donde quedamos nosotros(a) en esta descripción general, siempre en el lado de la subversión, entonces sucede una cosa loca, es que los sectores más “tradicionales” nos dicen que somos muy anarquistas, que como decía el Guille, a “ratos somos más anarquistas que los mismos anarquistas”, no por confusión ideológica, sino que se refería al ser atrevidos. Los anarquistas más radicales nos miran a huevo por nuestra tradición marxista-leninista, pero con respeto por nuestro quehacer. Bueno a nosotros a esta altura de la vida todas esas “categorías” que ocupan para referirse a nosotros(a) ya nos dan solo risas.
El centro de nuestra crítica hacia la izquierda revolucionaria, la que se la hemos dicho y ha sido pública también, se centra en dos planos fundamentalmente. Primero la más jodida desde nuestro punto de vista y que provoca que nos alejemos, es que hay una carencia notoria al apostar, al jugársela por algo en concreto, corriendo el riesgo que te vaya mal o bien. La izquierda revolucionaria no es subversiva, no logra meterse en los asuntos del cotidiano y genera una distancia preocupante con el quehacer del pueblo mismo. Su retórica es gruesa, excesivamente ideológica (lo que no es malo) pero no es capaz de traducir aquello en el despliegue táctico. Es timorata, muchas veces ambigua, sin mayor provocación y está perpetuamente esperando a que las condiciones objetivas estén dadas, no se toma la molestia al lanzarse a crearlas. Segundo, es lo relacionada a su hechura misma. Hay una disociación preocupante entre teoría y práctica, entre retórica y acción, lo que genera un problema de praxis evidente. En general, no se hace lo que se dice, fíjate que casi todos se definen como vanguardias pero su comportamiento no es así, la gran mayoría centra sus discursos y quehaceres en una lógica de ubicar al trabajador(a) como el sujeto histórico de la Revolución y se da la contradicción que el mundo sindical es el flanco más débil que tiene el actual movimiento popular, el poder entra por ahí con sus arremetidas cuando se le antoja no encontrando mayor resistencia. Entonces tenemos una izquierda revolucionaria muy plana, con una fractura evidente entre teoría y práctica, muy metida en peleas de cancha chica, de cálculo políticos de arrimar agua hacia su molino, juntan y juntan militancia, pero cuesta un mundo que la desplieguen, que corran el riesgo siempre presente en los procesos revolucionarios.
Lautaro siempre ha apostado a la Unidad de los(a) Revolucionarios(a) pero en caliente, haciendo, desplegando y apostando, para nada en frío y encerrados en tratados sin un correlato práctico. Lo hemos intentado en varias ocasiones y nos ha ido mal en la mayoría de las veces, nuestra última experiencia fue con “Unidad Revolucionaria” donde estuvimos trabajando un tiempo con el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (MPMR) y Trabajadores y Trabajadores al Poder (TP). Con ellos nos metimos en la apuesta de hacer mierda la vitrina que intentó instalar el Poder con la venida del Papa Francisco a Chile. Una bonita e histórica movilización pero que luego de ella la relación no cuajó. Ahora bien, por nuestro lado seguimos apostando a la Unidad, pero de forma distinta, vemos que no debe ser orgánica necesariamente, sino que el eje articulador está en las ideas, que se transmiten a través de la osmosis. Aunque parezca raro, nosotros como organización, nos entendemos mejor con colectivos, asambleas y voluntades más que con la izquierda Revolucionaria misma.
Habrá que seguir intentando no más la unidad entre Revolucionarios(a), en algún momento se dará, tenemos la certeza de aquello.
CHILE POPULAR Y CHILE BURGUÉS
Desde octubre del 2019 hasta marzo del 2020 se produjo el estallido social / la revuelta / levantamiento popular que a decir verdad ese proceso de acumulación comenzó el 2006 con las primeras movilizaciones masivas de los estudiantes secundarios y posteriormente con lo ocurrido el 2011 a grandes rasgos. ¿En qué pie pilló esta revuelta al Lautaro? ¿Estaban preparados para un estallido de esta magnitud, percibían que algo así pudiera ocurrir’
Nosotros(a) fijamos el punto de inicio de todito este proceso hermoso en desate un poco más atrás, a finales de la década de los noventa, cuando el Gigante Popular comienza a materializar de forma extendida esta nueva concepción de la diversidad Popular. Nosotros(a) le llamamos, en un primer momento, como la “Subversión Cultural”, en el sentido que era una expresión de modo de vida muy concreta lo que se comienza a dar. Mucha actividad cultural que se va haciendo a la vez con expresiones de combates concretos, principalmente – en ese tiempo – en el ámbito Universitario. Como Lautaro, pudimos hacer un aporte concreto en ambos planos.
Por un lado desarrollamos una riquísima “política cultural”, que procuraba el encuentro de la diversidad, valorándola y haciendo conjuntamente, tuvimos muy bonitas experiencias en la zona sur de Santiago al respecto, al principio con una suerte de articulación de organizaciones territoriales, que si mal no recuerdo su nombre estaba asociado a la idea de Bloque Sur. Tuvimos la oportunidad de participar también en tomas de terrenos y desarrollar un conjunto de actos culturales con un sentido político contundente, fue el tiempo de lo que llamábamos “reventones” que llamaba a toda a esa generación de “urgidos” a vivir estos procesos de lucha popular y la de los carnavales, como el que realizamos con la diversidad en la población La Victoria, que se topó con una caravana de la Gladys Marín haciendo campaña, donde los comunistas nos querían echar los autos encima y como nosotros(a) siempre hemos sido añiñados(a), se tuvo que bajar la misma Gladys para calmar a sus camaradas.
Por otro lado, también pudimos ser un aporte en las experiencias de combate que fue desarrollando el mundo estudiantil, en esos tiempos, principalmente el Universitario. Andábamos deambulando por todas las Universidades de Santiago donde se daban estos combates y que también fuimos extendiendo de a poco en los territorios. Recuerdo que en esos tiempos, Lautaro realizó una propaganda armada irreverente, nos fuimos a meter Renca por la Maule a vivir esa experiencia hermosa y de mucha potencia en el contacto con los(a) pobladores(a) del sector, esa debe haber sido una de las últimas acciones armadas que realizamos. En esa búsqueda, también nos metimos en los inventos de la Protesta Popular, convocamos con otras organizaciones y nos lanzábamos a vivirla en toda su intensidad irreverente. Y todo eso, conjuntamente con la Batalla por la Libertad. No estoy hablando de forma lineal sino que señalando procesos, que en su conjunto dan una Totalidad.
Hago este pequeño preámbulo de contexto antes de meterme de lleno en la pregunta, por dos razones. Una por justeza histórica, para dejar establecido que la segunda mitad de la década de los noventa no fue muerta ni menos de derrota (como han querido decretar “oficialistas” y algunos(a) “alternativos”) sino que fue de mucha búsqueda intensa y de aciertos políticos significativos. Y otra porque ese hacerse del Movimiento Popular Chileno, posibilita tener un piso ético y de entramado necesario para que el Gigante Popular se pudiera comenzar a pegar los saltos a principios de este siglo y que dos décadas después (tiempo que no es nada para la historia) estemos viviendo este bello instante de desborde masivo popular.
A Lautaro no lo pilló para nada desprevenido el desborde masivo popular iniciado el 18 de octubre de 2019. Aunque pudiese parecer que lo que digo pudiese entenderse dentro del dicho: “todos son generales después de la guerra”, lo que afirmó es totalmente concreto y que se puede comprobar – si se quiere- en todita nuestra praxis previa al 18-O, andábamos en búsqueda de lo que está ocurriendo en el presente, aportamos nuestro granito de arena a que sucediera. Me explico:
A partir de la segunda mitad de los noventa para adelante, Lautaro comenzó a vivir un proceso muy rico en su dimensión de salto dialéctico. Nuestra vida en Prisión es estratégica en estos procesos y que cuya cronología lo menciono en titulares, en hitos internos.
Debe haber sido por el 95’ que tomamos la decisión de implementar la decisión del “cambio de pista”, que fue muy criticado, fue parte de lo que generó los problemas que tuvimos el 96 en el plano orgánico pero que la historia (mirada desde hoy) nos dio por completo la razón. Aquella decisión tiene el carácter de haber sido estratégica. En resumidas cuentas, la puesta de dicha política fue que nuestra lucha revolucionaria seguía su andar, seguíamos luchando contra el capitalismo y su democracia eunuca pero para hacerlo en razón de nuestra propia realidad y del contexto histórico, dibujamos la política sin armas…vamos hacia el mismo destino, la Revolución, pero hicimos un cambio de pista, que es diferente pero que para nada te saca de la dirección a la cual vas. Esa política iba con una apuesta, que a mi parecer fue una genialidad: las Unidades Políticas Intermedias (UPI), que se inventó en un dos por tres, en un encuentro entre rejas, aislados y que trajo tremendos productos. Resulta, que la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) fue importada de Europa para aniquilar a toda una generación de luchadores, fundamentalmente lautarina, nos querían enterrar vivos en ese mausoleo de la democracia. No pudieron, aunque lo intentaron a más no poder, no pudieron aniquilar nuestras ganas de luchar y ya estando inaugurada las UPI nos permitieron rápidamente crear “partido” en libertad. Esto se fue materializando velozmente, al tiempo que iniciamos un proceso de reflexión (fundamentalmente en la cárcel) que le llamamos el “Volón teórico de Lautaro”, del cual salieron un montón de productos teóricos y políticos muy importantes y que no hemos podido compartir del todo con nuestro Pueblo. Entonces, la totalidad que se da es muy potente, vamos desarrollando Teoría y Práctica a la vez, una verdadera praxis exquisita que se topa con el parto de la nueva época de los pueblos que te mencionaba más arriba y que en la particularidad de Chile se comenzó a expresar (en sus búsquedas) con mayor connotación pública por el quehacer del movimiento secundario, ese del 2001, de la época del Mochilazo y que tuvimos la oportunidad –también – de hacer nuestro aporte.
Nunca lo hemos fijado como tal pero no creo que en nuestra intimidad genere mayor ruido, aseverar que este proceso iniciado en la mitad del 90’, que se va haciendo territorio y calle en la nueva época, conjuntamente con nuestro volón, lo aconchamos de muy buena manera en nuestro Congreso del 2004. Los dos Congresos (realizados hasta ahora como Lautaro) tienen una significancia estratégica e histórica muy potente pero son distintos entre sí. El del 88’ fue para lanzarnos a vivir con todo la GIM, lo que ya veníamos haciendo, es decir, fue de confirmación. En cambio el del 2004 fue muy visionario, el Chico jugó allí un rol estratégico, fue la instalación para comenzar a vivir un proceso que da por completo con lo sucediendo en el ahorita (en lo que refiere a sus afirmaciones generales). Es necesario reconocer para la historia que en el 2004 todo indicaba que el proceso del Movimiento Popular iba tomando las tonalidades que tiene en el presente.
Obviamente, que esas afirmaciones le fuimos dando vida, olor, gusto etc… y en el 2009 tomamos la decisión de retomar la impronta del MJL como tal, lo que coincide con el ingreso de toda una generación de Lautarinos(a) que rápidamente se hicieron veteranos del oficio subversivo. Con esos proceso en curso fijados en el 2004 y que a medida que avanzaba la historia nos fueron haciendo muchísimo más sentido, entre el 2011 y 2015 nos lanzamos en la búsqueda de un estilo propio, subversivo y atingente a los momentos históricos, lo que se comienza a materializar con mayor ahínco en el 2015 para adelante. El estilo de nuestra praxis, es para provocar a que los procesos sean de masas y con carácter subversivo, para ello, nos ponemos como “carne de cañón” en su realización. Del 2015 hasta la fecha hemos reventado cuanta vitrina del poder y su democracia hemos pillado, el listado es muy extenso, como también la candela popular. Estilo que va con mucha propaganda, ideas y ofensivas.
Entonces, volviendo a lo medular de la pregunta, el desborde masivo Popular en lo político no nos pilló para nada desprevenido o ganseando, lo asimilamos al toque y nuestra praxis fue empatándose de inmediato con lo ocurriendo, con muchas certezas e ideas en despliegue. Y por último agregar que Lautaro siempre ha resaltado las capacidades de transformación inherentes en el Pueblo de Chile y siempre ha confiado en la potencia del Gigante Popular, jamás hemos ninguneado a nuestro Pueblo y jamás lo haremos. Resulta entonces que todo fue cuajando de muy buena manera, nuestra praxis, tildada por no pocos como una verdadera locura y fuera de toda “condición objetiva”, fue haciendo sentido, fue siendo capaz de interpretar y provocar de muy buena manera lo ocurriendo.
Ahora bien, como reconocemos que políticamente no nos pilló desprevenidos(a), si no pilló de la mejor forma en el plano orgánico, nos hubiese gustado llegar de manera más óptima. A menos de dos semanas de empezado el desborde masivo popular del 18-O el enemigo nos pega un certero golpe, tres compas lautarinos son hechos prisioneros. El golpe lo resentimos, nos dolió pero no fue capaz de cumplir su propósito de tumbarnos, no sé cómo salimos para adelante y hemos podido hacer igual nuestros aportes a la lucha del Pueblo de Chile pero que lo hemos hecho de eso no hay duda, a la vez que nos metimos –nuevamente – a las intensidades de la Batalla por la libertad de los(a) Prisioneros(a) Políticos.
La represión por parte del gobierno/Estado fue brutal. ¿Por qué creen uds que el Estado tuvo esa reacción asesina donde numerosas organizaciones nacionales e internacionales condenan al gobierno y a la policía militarizada?
Creo que hay tres razones que sintetizan muy bien esas razones de la violación sistemática de los Derechos Humanos. Hay un odio parido evidente, por parte del país de los negocios, con todo lo que huela a Popular, la violencia democrática en estos 30 años ha sido expresión fehaciente de aquello. Les importa un carajo el destino de las vidas populares, somos meros números y cifras funcionales. Su política de infancia, de vivienda, cultural, educacional…todo absolutamente todo lo que tenga que ver con la vida misma del País Popular se sustenta en aquello. Nadie en su sano juicio y con amor a su Pueblo, puede ser tan carajo de condenar a millones a vivir en migajas, pues la democracia, esta democracia, si lo ha hecho.
Por otro lado, su demencial y brutal represión es expresión inequívoca de un tremendo miedo. El poder está cagado de miedo, está aterrado, tiritando, el Pueblo de Chile acorraló al país de los negocios, lo ha golpeado duramente en el plano económico (han perdido camionadas de plata, cosa que no le gusta) como también en la integralidad de su concepción y modo de vida. Le temen a que el Pueblo tenga el sartén por el mango, temen perder sus vidas ostentosas y en alhajas, temen perder su status, sus privilegios y el conjunto de cosas que configuran la esencia de su paisito de mierda. Ante aquel temor evidente, optaron por su actuar demencial y delirante, inclusive trastocando sus propios principios, por ejemplo, el Estado de Derecho. Pero, para variar, no le han achuntado a nada, han pegado puros palos de ciego. Creyeron que con 2500 prisioneros(a) la cosa menguaba, pero no pasó nada, creyeron que, mutilando ojos, el miedo iba a inhibir, pero las calles siguen estando totalmente desbordadas.
Y el último, es porque viven en un Universo totalmente distinto al nuestro. Están completamente ensimismado en él y la realidad es totalmente distinta. Los señores del poder, su clase política, jueces y toda su institucionalidad tienen en sus cabezas un Chile que para nada es el que vivimos y hacemos los millones de Populares. Eso genera torpeza en su actuar, no han podido dimensionar bien lo ocurriendo, evidentemente que están muy perdidos.
¿Cómo evalúan el actuar del pueblo y del conjunto de la izquierda?
El Pueblo de Chile es Gigante, hermoso y con unas capacidades tremendas, claro, como todo en la vida, tiene sus virtudes y sus defectos. El actuar del Pueblo ha sido de una madurez impresionante, le ha otorgado el carácter histórico al desborde masivo popular, al sostener que esto es un problema de 30 años, nos es exclusivamente coyuntural como tampoco que se pueda reducir en un solo gobierno. Ese sentido de profundidad, es lo que ha sido el gran dolor de cabeza para el poder durante todo este año de Revuelta, no han podido con aquello. Un pueblo muy dispuesto a luchar si bien no todavía con las tonalidades de hacer la lucha un asunto irreversible de vida, si se ha ido acrecentando notoriamente la cantidad de gente que se ha ido sumando, desde sus particularidades, en este asunto común. Un Pueblo, que en desate de masa, sabe golpear muy certeramente, si bien han habido excepciones, el boliche recuperado casi en su totalidad es de los ricos, los boliches hecho añicos representa al País de Los negocios, los ataque a las comisarias es contra las fuerzas represivas, hay partes del país en que manzanas completas están abajo por la fuerza popular y uno de repente ve que el único bolichito funcionando es el que pertenece a la gente de Pueblo…ello, en un proceso de masas desatado, habla de una madurez tremenda, de claridad y de puntería certera.
A la izquierda oficial o institucionalizada, la vemos plana en absoluto, totalmente desconectada de la realidad que viven las mayorías del país (me refiero a sus políticas) producto de su ensimismamiento de la repartija del poder. Y la izquierda Revolucionaria, como te decía en preguntas anteriores, carente de ideas y trunca de apuesta. Todo hace indicar, que aquel concepto antiguo de “izquierda”, hoy no es alternativa de nada, la potencia radica en otro tipos de organizaciones populares, es allí es donde está el meollo del asunto.
¿Cómo vieron a ese Chile Popular, a esa Juventud Popular y Marginal a la cual uds siempre apelaron en este estallido o revuelta?
En desate insolente e indómito absoluto, certeros, oportunos, creativos y con una apropiación significativa y crucial respecto de lo ocurriendo. Toda esta potencia, desde nuestro mirar, se sintetiza en tres dimensiones y procesos haciéndose, esto en relación al Corte Histórico en curso, aquel que va pariendo lo nuevo y se va zafando de lo que trunca su desate pleno.
El primero es lo que nosotros(a) llamamos el vértice fundamental del Chile Popular, las Asambleas Populares. En ellas, que de muy buena manera corretearon a la política ciudadanista de los cabildos, hay un concentrado de potencia transformadora que no se ha sabido magnificar del todo. Es allí, con un sentido de apropiación de lo general, lo particular se va dibujando en apuestas, en decisiones y en certeros debates. Nuestra apuesta están muy centradas en aportar que toda la potencia allí contenida fluya en su hacerse transformador. Las Asambleas tienen todas las posibilidades ciertas para tener un control territorial y de desatar procesos que golpeen severamente al poder mismo, por ejemplo lo que está ocurriendo en Antofagasta, que nosotros(a) la nombramos como una verdadera vanguardia de lo popular. Nuestra apuesta aquí, aparte de la extensión de esta forma y sentido organizativo, es el salto cualitativo en la posición.
El Segundo, es que lo popular está pariendo una nueva jurisprudencia ética, moral y popular, que se erige en total contradicción a la jurisprudencia actual del poder. Hoy en Chile se valora y se usa el fuego, la barricada es parte indiscutible de nuestro patrimonio. Se han ido recreando y ejerciendo nuevos valores, la solidaridad entre nuestro Pueblo es una característica que nos distingue en absoluto, como también nuestra vida realizada en comunidad.
El tercero, más lento aún en su despliegue, ha sido una incipiente contra hegemonía. Esa que se expresa en el resolver de forma autónoma los destinos de la población, con control territorial y sobre todo resolviendo las necesidades a través de las recuperaciones masivas. Quedamos prendados, calientes y llenos de ambiciones por las capacidades populares desplegadas el 18 de mayo, en aquel combate épico de 10 horas, que comenzó en El Bosque y que ya en el atardecer, por osmosis, se había extendido en varios lugares del país. Aquel 18 de mayo, ese pedacito de Gigante recuperó supermercados, se hizo de un camión de carne, todo en lote masivo, desbordado y solucionando la necesidad evidente del hambre. En todito este tiempo de desborde masivo popular, ha habido recuperaciones masivas, en su generalidad a boliches de los ricos, lo que para sectores de la izquierda más tradicional causa rubor y al poder le reviente pero que a las lautarinas y lautarinos nos encandila, nos seduce, nos entusiasma por su capacidad de resolución popular y su sentido insolente de Toma de la necesidad.
Parte de nuestra apuesta, es que estos tres elementos que te menciono, se hagan un todo junto, pilar fundamental para que se vaya configurando escenarios cualitativos más contundentes y cercanos a la realización del Chile Popular. Asambleas como espacios de aconche de la diversidad popular, con capacidad resolutiva y de injerencia territorial, desplegando una nueva concepción de las cosas, ensalzando el modo de vida popular y pariendo lo nuevo; y con capacidad autónoma de resolver sus destinos a su antojo. Sin duda, que esa totalidad a la cual apostamos, configura un escenario evidente y necesario de insurrección de masas.
En pocas semanas más, y creo que aun no se terminará de responder esta entrevista, se desarrollará el Plebiscito donde se presentan las opciones APRUEBO / RECHAZO y donde la Ley 21.200 regula y manda ese evento (marco legal que prohíbe el cambio de los pilares económicos del modelo) ¿Cuál es la posición del Lautaro ante este evento? ¿Lo consideran importante, transcendental, relevante?
El plebiscito es trunco y eunuco, su concepción, el cómo fue creado y su todo siempre ha tenido un alcance limitado. Más allá de cómo se ofertó, en el fondo es una apuesta del poder, para el poder y en contra los populares. Me explico.
El plebiscito como el proceso constituyente siempre fueron pensado como una apuesta del País de Los Negocios para salvar a la democracia migajera. Fue fraguado en cuatro paredes, en respuesta a la evidente impronta insolente del Gigante Popular que acechaba la estabilidad del status quo del poder. Nunca ha estado pensado para hacer eco a las exigencias populares menos para transformar la vida de millones, siempre ha sido una maniobra para salir del jaque en el cual está el poder en su conjunto. El desate Popular, muestra de su madurez y de su dimensión cualitativa, es de carácter histórico, contrapone los modos de vida y es contra el andar de los treinta años de la democracia…esa es su profundidad. En noviembre del 2019, el Pueblo estaba en las calles, desbordándolas y pariendo lo nuevo, por lo cual es tamaña mentira que lo que estaba exigiendo era un proceso constituyente. Ante tal peligro de que todo se viniera abajo, el poder de manera transversal (porque el acuerdo de la clase política contó con la venia del gran empresariado) crea una apuesta para resguardar lo que justamente el Pueblo de Chile le estaba machacando, su Democracia Migajera.
Como toda apuesta, que puede o no resultar, se enrumbaron en ella y en el camino le han ido agregando nuevos elementos. Resulta que se dieron cuenta que esta maniobra política podía tener también otro alcance, de contribuirles al proceso de mutación del capitalismo. Cuando Luksic, Lavín y otros tantos personajes nefastos anunciaron que iban por el Apruebo, no estaban mintiendo, una nueva constitución le es de suma utilidad, fija un nuevo marco regulatorio, posibilita una nueva jurisprudencia útil para los asuntos de sus negocios en el contexto de su apuesta de un nuevo modelo capitalista. Entonces comenzó a suceder – como caricatura- que el mismo poder procura cambiar la constitución del dictador para establecer una más acorde con los tiempos actuales, es decir, se estaría pasando de una constitución de Pinochet a una de Luksic.
Ahora bien, el plebiscito no les resultó como esperaban, no lograron concretar sus objetivos principales, que aunque lo tiñan de histórico y de tanto otro conjunto de adjetivos, saben de sobremanera que este primer “hito” no les resultó como apostaban, principalmente por tres factores:
– Un primero que tiene que ver con que esperaban que este hito de su democracia fuese capaz de contrarrestar y que operara sobre la insolencia popular. La respuesta del Gigante ha sido fenomenal al respecto, el proceso de parto del Corte Histórico no ha cesado de ser gravitante en el escenario nacional
– si bien ha presentado diferentes intensidades –, el Pueblo de Chile siempre ha estado en protesta. No compartimos la imagen de Revuelta 2.0, porque no es capaz de dar con lo que viene ocurriendo, el gigante popular no ha parado de protestar, ha habido un continuo con ciertos peak por cierto, como lo fue el 18 de mayo, el llamado del 2 y 3 de julio, el 5 de octubre por la libertad de los(a) Prisioneros(a) Políticos(a), el 18 de octubre y el mismo 25 de octubre, porque es del todo evidente que las recuperaciones masivas de supermercados de ese día como también los ataques a dos o tres comisarías de pacos, no se puede comprender dentro de un marco de celebración plebiscitaria, fueron hechos de protesta.
– Ante la insolencia del Pueblo de Chile, el poder buscó a través del plebiscito encauzar la rebeldía, en su dimensión de disputa, hacia una “modalidad” institucional. Quisieron establecer una falsa disputa entre Apruebo/Rechazo, que sin duda tienen matices, pero ambas están dentro del marco de lo institucional. Es decir, en esa disputa querían meter la bravura desbordante de la calle y simplemente no pudieron, la disputa real, de este Chile real y no del inventado y pauteado por sus redes sociales y medios de comunicación, sigue siendo de modos de vidas, es esa “pelea de gallos encarnizada” (vidas en revolución versus vidas en democracia migajera) lo antagónico en nuestro país, haciendo la salvedad que no necesariamente se verbalice o conceptualice así.
– El resultado del plebiscito del 25 de octubre era sabido con creces con bastante anticipación, que el apruebo, aquel respaldado –también- por amplios sectores del poder, iba ser la alternativa iba a ser la alternativa electa pero aquel domingo no todo fue miel sobre hojuelas para el poder, su apuesta principal simplemente no les resultó. Sucede que el plebiscito necesitaba una concurrencia masiva cercana al 75% (según ellos mismos) y el 51% que obtuvo es un incremento muy marginal que no les alcanza para sus apuestas, el padrón electoral tuvo casi el mismo comportamiento que ha tenido desde que el voto es voluntario. Sería un error plantear que la población que no fue a votar es porque tiene tal o cual posición, no nos interesa ser analistas electorales pero el dato es concreto y que aquello le resta validez ética para lo que se viene también es bastante preciso de sostener, la democracia sigue operando dentro de su mismo rango habitual de votación. Es grotesco el uso comunicacional y el quehacer de la clase política, que trata de dotar -forzosamente- lo del 25 como un triunfo democrático, no fue así.
Lo que tú mencionas en la pregunta es cierto, aquella ley genera un conjunto de limitaciones en lo que respecta a lo que se puede hacer o no en el proceso constituyente, sin negar esos amarres, nosotros(a) vemos que los nudos y sus alcances más que legales son de carácter políticos, hay una apuesta integral del poder con el proceso constituyente, tiene que ver también con un conjunto de procesos cualitativos, por eso no nos metemos en específico –en nuestro argumento- desde el plano de aquella ley pero que opera sin duda que lo hace.
¿Por qué creen Uds que la izquierda revolucionaria no ha podido levantar referencialidad, aglutinarse y constituirse en un factor relevante en los sectores populares y que tampoco tenga una visión única ante el plebiscito?
Como te decía, nuestra impresión es que la izquierda Revolucionaria anda a velocidades totalmente distintas a las que anda el Pueblo de Chile, están pegados en una lógica y concepción que no da cuenta del momento actual, lo que les impide ser referente, que a diferencia de nosotros(a), si lo procuran serlo. Nuestros intereses, aportes, apuestas y búsquedas van por otro lado totalmente distinto de buscar ser referencia de estos procesos.
Ahora respecto al plebiscito, nuestra opinión es que sectores de la izquierda revolucionaria ya sea abiertamente y/o producto de la ambigüedad de su posición, se metieron de lleno en la cancha y apuesta del poder mismo. El llamar a votar por el apruebo o dejarlo al libre albedrío, provocó que se metieran en una dinámica que los va amarrar por lo menos dos años. Sería poco serio que ya metidos en esos procesos no participaran del todo, es decir, el horizonte trazado es hacia que la constitución nueva vea la luz.
Sin duda que es un asunto de ellos(a), tendrán sus razones pero a nosotros(a) no nos entusiasma en lo más mínimo aquello. Esto les impedirá ser referencia de lo propio popular.
¿Qué creen uds que podría ocurrir posterior al plebiscito y una vez instalado ese constituyente que es lo más parecido a un león sin dientes?
El proceso constituyente es una apuesta del poder para salvar a su democracia migajera y que pretenden a la vez usarse para profundizar su proceso de mutación del capitalismo. Si bien tiene hitos, como el plebiscito del 25 de octubre, es un proceso de largo aliento. La democracia chilena, hace bastante tiempo antes del 18-O que venía en picada en su legitimidad y se venía desarrollando una severa crisis hegemónica. Octubre del 2019 es donde estalla aquello y que desborda todos los márgenes establecidos.
A partir de esta constatación general y como se han venido desencadenando los procesos este último año, nuestra afirmación es que se ha abierto un punto de inflexión desde el 26 de octubre hasta abril próximo (en el marco de las elecciones municipales y de constituyentes) cuyo resultante tiene la cualidad de dibujar los escenarios futuros de la realidad nacional. Es un espacio de tiempo muy acotado pero en demasía intenso, donde el País de Los Negocios desplegará sus apuestas tal como lo propio popular. Por parte de los ricos, como decíamos, su apuesta es el salvataje de su democracia, por eso el plebiscito siempre ha estado correlacionado con las municipales y constituyentes, con el claro propósito que con el festín de la urna pueda otorgarle una legitimidad a su modo de vida, piso necesario para la creación de un nuevo relato. Por parte de los populares, tenemos la posibilidad histórica en generar un clímax que adelante los procesos de insurrección de masas, colocando al Chile Popular como horizonte cercano y a la Revolución como alternativa cierta y sentida por el Pueblo.
El resultante de abril no tendrá un efecto inmediato pero si será gravitante en los escenarios venideros, es decir, sabremos si estamos más cerca o no de la realización plena de la Revolución de la Felicidad. Como la vaina en nosotros(a) nunca ha sido el mero hecho de constatar, con nuestras capacidades nos hemos lanzado de lleno a vivir con todo y para todo este punto de inflexión, para lo cual hemos establecidos los siguientes ejes articuladores:
El punto de inflexión es una clara disputa de posición, un choque contundente de los modos de vida, donde la subversión tiene que ser capaz de meterse de lleno en resaltar lo propio popular. Nos movemos y desplegamos acorde a las exigencias de lo propio popular, no participamos en los escenarios impuestos por el poder sino que apostamos a crear lo propios nuestros.
El estilo predilecto es apostar a la subversión de masa, donde nuestra praxis está orientada a provocar y seducir con las posibilidades ciertas que podemos vivir una vida distinta y mejor. La protesta popular, su candela seductora es patrimonio popular cuyo ejercicio en el aquí y ahora, tiene que ser constante. En el ahorita estamos usando la imagen de “tren de olas”, que no es otra cosa que establecer un ritmo creciente y desenfrenado de protesta tras protesta que vayan azotando los diques del poder.
La Revolución se tiene que ir transformando en una posibilidad cierta a realizar, una alternativa urgente a concretar. El Chile Popular tiene que empezar a desplegarse como un sueño en realización, en pleno galope, donde se deposite la Esperanza Alegre de nuestro Pueblo.
La subversión, nuestra praxis debe ser cualificada, apropiarse del Corte Histórico, hacerlo suyo y de ahí pegarse el salto. Nuestro II Congreso, el que está un poco lento por todo el contexto de pandemia, tiene que ubicar sus espacios y tiempos para su concreción, es de una urgencia significativa porque pretende hacerse de todito lo nuevo ocurriendo.
DERECHOS HUMANOS
Muchos podrían pensar que estamos frente a un Estado “desbocado”. Por un lado, se han producido los más grandes robos por parte de las fuerzas armadas, millonarias y con ella la impunidad. A ellos se suma un parlamento oligárquico y corrupto, un clero que ha gozado con la pedofilia y el silencio y un poder judicial que está a la altura de la clase dominante pero no a la altura de la clase popular. Por otro lado, el Estado de Chile ha asesinado a 1500 niñxs del Sename y existen 5000 niños desaparecidos de esa institución. Los femicidios están a la orden del día. En la revuelta los saldos nos dramáticos: 35.000 personas judicializadas, más de 8000 denuncias por torturas por parte de la policía militarizadas, más de 250 denuncias por parte de mujeres abusadas por la policía, 500 personas con trauma ocular, 3000 presos políticos donde 11 menores de edad se encuentran privados de libertad. Más de 40 personas muertas, 2 completamente ciegas. Como consecuencia de la pandemia / cuarentena se han impuesto las leyes de hiero del empresariado con casi 4 millones de personas cesantes o semi cesantes, donde la crisis la pagan lxs trabajadorxs mediante el cobro del 10%. ¿cuál es la política de derechos humanos del Lautaro? ¿Cuáles son los frentes de masas que impulsa o participa?
La descripción que realizas, nosotros(a) la sintetizamos en que la democracia ha sido un rotundo fraude histórico y es eso lo que se está expresando en este aquí y ahora, donde el poder ha quedado en jaque, se les cayó por completo su relato, su Chile de las grandes ligas se les vino al piso y el Gigante Popular incrementó su insolencia para buscar una nueva forma de vivir. Efectivamente el capitalismo criollo se ha aferrado al poder con dientes y uñas, desatando y agudizando la violencia democrática que siempre ha estado presente. La vida en esta democracia migajera es insoportable para las grandes mayorías siendo la forma de defensa del poder, el desate de su bestialidad que carcome sus propias definiciones de Estado de Derecho.
Lamentablemente hay una concepción muy limitada en lo que respecta a los Derechos Humanos, se reduce a circunstancias más que de estar presente en todo el quehacer. Nosotros(a), somos parte de esa concepción que le pone techo a la importancia en las sociedades el despliegue de los derechos humanos. Durante el último tiempo lo veníamos desarrollando en momentos específicos donde nos veíamos afectados directamente como organización y también muy ligado a la época de la dictadura, lo que sin duda es un error. Hemos ido aprendiendo a la fuerza, bajo hechos concretos hemos ido entendiendo que reducir los derechos humanos exclusivamente a un ámbito de defensa y de espacio delimitados es un error necesario de cualificar, sobre todo porque su ámbito de acción va muchísimo más allá, debemos reconocer que nos habíamos anclado en la concepción más clásica al respecto.
Como te decía, producto de hechos que no esperábamos que se dieran tan luego, hemos ido haciendo un recorrido muy interesante y de mucho crecimiento al respecto. Si bien la Prisión es una posibilidad cierta para cualquier Revolucionario(a), a nosotros(a) se nos volvió hacer realidad en un abrir y cerrar de ojos. EL 30 de octubre del 2019, el enemigo nos golpeó de forma durísima, tres de nuestros compas son hechos prisioneros, lo que nos obligó de un porrazo a meternos de nuevo en la Batalla por la libertad, por ende en el ámbito de los Derechos Humanos.
Desde el 2018, que el enemigo había acentuado su ofensiva contra Lautaro, intentonas que habíamos logrado contrarrestar de forma concreta, te menciono algunas. Nos intentaron achacar la quema de parroquias (no mormones) en territorios populares cuando estábamos en la ofensiva en la venida del Papa Francisco, fundamentalmente porque el poder sabía que estamos generando una relación importante con miembros de la comunidad cristiana, que inclusive protestaron en esa visita, no contra el Papa sino por lo que estaba pasando en Chile. La Fiscalía lanza ese misil, a través de sus relaciones con los medios de comunicación con el claro propósito de incidir en las protestas en la venida del Papa. Pero lo burdo no pudo aplacar ni contrarresta lo que terminó siendo ese llamado, sacamos un comunicado aclarando lo evidente, haciendo eco a nuestra trayectoria histórica, donde queda clarito que inclusive cuando dibujábamos la política con armas, no atacaríamos una parroquia de barrio, por lo que habían significado ellas en la organización popular en tiempos de la dictadura, es decir un reconocimiento a sus bases, nos daba lo mismo lo que pensase el alto clero. Luego vivimos un proceso judicial de un fiscalito obsesivo, el Dreysse chico le pusimos (Fiscal Orellana) por su condición senil, que se inventó una locura en su cabeza que solo él entendía, una maraña de bombas, asociación ilícita y toda una rumba de cosas que no pudo materializar en su trasvasije jurídico. En Julio del 2009 en el marco de la conmemoración de los 10 años de la muerte del Chico Ossandón y ad portas de una convocatoria de protesta para agosto de ese año, suceden dos cosas: el pasquín La Tercera con la Fiscalía Sur (segurito que estaba el Dreysse chico metido en ello), nos tratan de involucrar en el envió de paquetes bombas contra la comisaría de Huechuraba y el sionista de Hinzpeter, una verdadera locura no por los objetivos sino que por la metodología de la acción. Quien conoce un poquito a Lautaro sabe que nuestra ética revolucionaria es guevarista, jamás se nos ocurriría enviar una bomba por correo como se nos acusó mediáticamente, el exponer a un conjunto de civiles ante la posibilidad de una manipulación errada del paquete, simplemente no tiene nada que ver con nuestra praxis. En el mismo contexto, de forma burda y esgrimiendo razones estúpidas, dirigentes nuestros fueron visitados en sus casas por ambas policías preguntando huevadas con el afán de mostrarse. En un caso llegó a ser hasta cómico, a una casa, en un mismo día con una diferencia de media hora, el compa fue visitado por los bichos primeros y luego por la inteligencia de los pacos. Situaciones que no son graciosas en el momento y que no tienen sentido, nosotros(a) no somos clandestinos, somos perfectamente ubicables.
Bueno, te relato este breve preámbulo para llegar a nuestro aterrizaje forzado al ámbito de los DDHH. Aquel 30 de octubre fue un balde de agua fría para nuestra organización, familias y entorno, la cárcel se hacía latente nuevamente. Mirándolo desde ahora, te puedo decir, que con el cúmulo de sensaciones operando a mil – preocupación por los compas en cana, por los demás que están libres (no se sabía cómo se venía la mano), sus familias – las decisiones que tomamos fueron del todo oportunas y certeras, cuyo resultante fue que no hubo cabida a la incertidumbre y simplemente no pudieron sacar de circulación a Lautaro. Nis golpearon, acusamos recibo pero seguimos para adelante. En la misma noche de ese 30 de octubre, ya estaba formado nuevamente Guacoldas y la batalla por la libertad, entre lágrimas sentidas, empezó a desplegarse de forma inmediata. Se abrió un momento de intensidades de los mil demonios, el tiempo siempre juega en contra y los sentidos se activan al máximo, la necesidad de la finura y su precisión urgen en esos momentos. Al poco andar de esta Batalla, nos fuimos dando cuenta de las dimensiones reales del Movimiento de Derechos Humanos, estaban en una órbita totalmente distante a la realidad del país. Rapidito nos fuimos dando cuenta que no solo habían tres lautarinos en prisión sino que más de 2500 populares, lo que evidentemente responde a una decisión política. Disculpa que me extienda en este preámbulo pero creo que es necesario para ahondar en la pregunta. Ese aterrizaje de porrazo en los DDHH, es necesario mencionarlo para dimensionar nuestra errada percepción sobre él mismo.
Ya con un año de experiencia al respecto, te puedo decir que nuestra primera preocupación referente a los DDHH estuvo focalizada en la Batalla por la libertad, lo que sigue siendo nuestra principal motivación pero que ahora ya cuenta con un mastique más reposado y con algunas certezas que te comparto:
El Movimiento de Derechos Humanos actual, siempre con sus dignas excepciones, no da el ancho con la realidad actual que vive el Pueblo de Chile, está enfrascado en una lógica institucional y fragmentada en ámbitos que no dialogan entre sí.
A partir de aquello, nuestra política de Derechos Humanos está en la apuesta de crear un nuevo movimiento, con una mirada integral de los Derechos fundamentales del Pueblo, que salga de cuajo de las latitudes de lo burocrático y mero trabajo testimonial. Que retome su cauce de expresión territorial y de presión callejera.
La institucionalidad restringe la promoción y defensa de los DDHH, la encasilla y tiende a economizar las relaciones. La conducción de Micco al frente del INDH ha sido nefasta, ese tipo siempre ha estado en cuarentena. Margotta, le ha quitado el rol que jugaba la Comisión Chilena de Derechos Humanos, la ha reducido a una suerte de plataforma de cuoteo y ambiciones políticas, tratando de otorgarse un rol de representación nacional (para el exterior) que simplemente no cumple. Etc…
Entonces, lo que hemos recogido en esta experiencia, es que el movimiento de los Derechos Humanos tiene que cualificarse, inaugurar uno nuevo con un clarísimo sentido latinoamericano. En esas búsquedas andamos conjuntamente con Guacoldas, donde somos parte conjuntamente con la diversidad popular.
¿Cuál es la situación general de los derechos humanos más allá de la represión policial?
Voy de atrás para adelante en esta pregunta. Nuestra principal apreciación es que en Chile hay una violencia democrática, que existe desde el primer minuto de esta democracia y que no ha dejado de ser vigente en un solo momento durante estos ya 30 años. Es decir, la violación de los derechos humanos no tan sólo se pueden reducir a la Revuelta sino que es necesario fijarla como parte inherente de la misma democracia, es parte configurativa de su misma esencia. Cuando la calidad de vida de millones está severamente dañada, entre otras cosas, es porque no se respetan los derechos fundamentales de la población, es decir, los derechos esenciales en Chile simplemente no están garantizados. Que no se contemple la vivienda, la salud, la educación, la cultura, el deporte, el hábitats, el trabajo etc…como derechos esenciales a garantizar, es señal inequívoco que el problema tiene una raíz de carácter estructural, de lógica, de concepción y que si bien tiene expresión de bestialidad policial, no se pueden reducir sólo aquello. La concepción de los DDHH no tan solo nos habla de su defensa sino que también de su promoción, procurando que la vida tenga un sentido de desarrollo de tranquilidad y de armonía, en nuestro país sucede todo lo contrario y esto responde fundamentalmente a la carencia ética de la democracia en sí misma, son otros los principios que rigen su jurisprudencia, son otras sus lógicas, lo que prima ante todo siempre es su Dios Mercado.
¿Cuál creen uds que son las posibles salidas para superar el estado calamitoso de los derechos humanos?
Sin duda que la Revolución misma, su búsqueda y realización, en esos dos planos. En sus búsquedas en el sentido que el despliegue de lo propio popular por sí solo va haciendo avanzar la posición a la vez que ampliando la siembra de lo nuevo, fundamentalmente esta nueva jurisprudencia ética, moral y popular naciente. En su realización, como el instante donde se saca de cuajo por completo a la lógica capitalista y su correspondiente concepción de la democracia de nuestras cotidianidades.
Para llegar a lo que Uds señalan anteriormente ¿qué debería suceder? ¿qué tendría que pasar para llegar ahí?
Establecer a la Revolución, en su sentido de apropiación masiva, como una alternativa real y concreta, por la cual vale la pena jugársela. Nuestro convencimiento último y que nos mueve siempre, es que la Revolución no sólo tiene un carácter de necesidad para la vida misma sino que también de urgencia, lo que le coloca velocidad pero sobretodo la hace totalmente posible. Lautaro no lucha por una utopía, no se la juega por esperanzas falsas como tampoco por una Revolución para siglos después, siempre es y será un asunto del aquí y ahora; la queremos vivir, la queremos concretar, gozar, disfrutar, la queremos ver realizada en todito su esplendor sensual de vidas distintas y mejores para millones.
PALABRAS FINALES
Si tuvieran la oportunidad de hablarle al pueblo, a la “nación”, por cadena nacional, al mundo ¿qué diría el Lautaro? ¿A quién se dirigiría? ¿A qué sectores?
Como siempre, nos dirigiríamos a nuestro Pueblo, a ese Gigante Popular potente, bello, capaz de todo lo que se proponga. A su diversidad, a los mil rostros, a las voluntades desatadas en insolencia indómita; a la esperanza popular.
Qué le diríamos?, de todo. Partiríamos saludando su impronta de siempre, esa tenacidad de lucha que ha posibilitado que el puente histórico de Allende siga abierto de par en par, resaltando a todas esas voluntades que han permitido que la llama de la lucha por la dignidad nunca se haya extinguido en su capacidad de encandilar senderos y caminos siempre de búsquedas de una realidad distinta a la operante en nuestro país.
Obviamente nos concentraríamos en el instante del ahorita, en las posibilidades ciertas de hacer girar los destinos de la historia para la plenitud popular. Soñaríamos en voz alta con la realización del Chile Popular, ese país tranquilo, sencillo, humilde, dibujando su futuro en comunidad y siempre en esperanza alegre. Chile Popular donde el centro de todo esté puesto en su gente, en la felicidad de su Pueblo. Chile Popular con hábitats para que la vida sea gozada de forma saludable y recreativa. Le hablaríamos de un Chile con ríos, mar, cerros, montañas para la vida de su gente; un Chile sin Sename ni nada que se le parezca, con una infancia en desate alegre, una juventud repleta de oportunidades, una adultez de sabio y tranquilo pasar, de una vejez de júbilo, de compartires de sabidurías. Un Chile con una cultura riquísima, de música por doquier, de letras y colores en cada rinconcito, de arte popular en cada esquia, de ciencia para el pueblo, de tecnología para mejorar la vida etc… Le hablaríamos de nuestras pasiones, de nuestras búsquedas para que ese Chile se concrete.
Y por supuesto, que para finalizar ese contacto vital con el Pueblo, no podría estar ausente el transmitir las posibilidades ciertas de la Revolución. Revolución mentada, soñada, dibujada y haciéndose, que siempre tiene la cualidad de tumbar imposibles, decretos y todo lo que se le ponga por delante para su realización plena. Transmitiríamos nuestro vibrar cuando de Revolución se trata, de su oficio hermoso para ser asumido para el hacerse de las vidas. Revolución para vivir en felicidad, para disfrutar, gozar y exprimir en todas sus capacidades.
Hablaríamos de alegrías, de sueños en realización, de apuestas, de vértigos, de esperanza, de toma de mucha toma; de certezas, de oportunidades…hablaríamos de vida plena, feliz y alegre, como siempre lo hemos hecho.
Muchas gracias por la entrevista.