¿QUÉ ES LO QUE SE VIENE PARA CHILE?

¿QUÉ ES LO QUE SE VIENE PARA CHILE?

El escenario para Chile no deja de ser complejo y cada día que pasa se complica más. Quizás esto ocurre, y no sólo en Chile, como consecuencia de la crisis del capitalismo imperialista, de la reconfiguración del Nuevo Desorden Mundial y como Estados Unidos, antigua fuerza hegemónica imperialista, da golpes de ciegos con la finalidad de mantener su predominancia mundial. Sin duda este escenario mundial complica a las oligarquías y burguesías de las naciones neocoloniales de la cual Chile es también parte. No sólo el capitalismo de estas naciones, capitalismo neocolonial, se encuentra también en crisis sino también su régimen político, su concepción de democracia como también esas clases dominantes se encuentran también en la encrucijada de cómo enfrentar el declive del imperialismo yanki y como reemplazar su dependencia por la nueva fuerza imperial a decir China.

Los movimientos sociales, por lo general, no entrar en esos análisis tan profundos por cuanto su función es esencialmente acumular fuerzas para conquistar las demandas más sentidas y lograr los cambios estructurales que se proponen. Habrá otros movimientos sociales que ligados a movimientos revolucionarios y progresistas que también condimentarán sus discursos con un análisis profundo de carácter anti capitalista y anti imperialista.

En el caso de Chile esto sucede y es sólo una parte del complejo escenario que enfrenta el pueblo, los trabajadores, o mejor dicho el proletariado. A lo anterior se suma una crisis profunda de los partidos políticos (desde la derecha hasta la izquierda) en especial de los partidos sistémicos. Los casos de corrupción, abusos de poder, machismo, estructuras patriarcales, oligarquización de su funcionamiento interno como de su discurso, divorcio con la base social, la no comprensión de la realidad como una acuerdo transversal de mantener el sistema, modelo, y régimen capitalista es lo que al final de cuentas, junto a una vida cotidiana desesperante derivada del capitalismo, hizo que el pueblo estallara en octubre del 2019.

Desde esas jornadas de lucha popular que se prologaron por cinco meses, un sector del progresismo (supuesta oposición a Piñera) no encontró mejor form de evitar la caída de Piñera y de su gobierno que firmar el Acuerdo Nacional (noviembre, 2019) que entre otras cosas impulso la realización del plebiscito el 25 de octubre (2020) para determinar la mejor forma para la redacción de una nueva constitución. Lo que no dijeron en su momento, quienes firmaron el Acuerdo Nacional, fue que para la aprobación de las reformas estructurales que el pueblo demanda se requerirá 2/3 de los constituyentes, es decir, si la Convención Constituyente se compone de 155 integrantes se requerirán 104 constituyente (=2/3) para que esos cambios sean aprobados. Tampoco dijeron que ese acuerdo, y la Ley 21.200, prohibiría el cambio del modelo económico que es lo que tiene en la miseria a millones.

Con todo, la opción Apruebo (apoyo a una nueva constitución a través de una Convención Constitucional) obtuvo el 80% de los votos donde la participación no alcanzó al 50% del padrón electoral. Aun así, ese 80% para la política oficial y corrupta pasó a ser una cifra icónica de la cual todos los sectores políticos han tratado de erigirse como sus fieles representantes y como aquellos que entendieron plenamente el “mensaje”, según sus palabras, proveniente del estallido social anterior. Pero….

Pero como dice el refrán “no hay plazo que no se cumpla” y llegó la fecha fatal para la inscripción de listas para la elección de gobernadores, alcaldes, concejales y CONSTITUYENTES.

El 11 de enero, la clase política concurrió a la inscripción de listas en medio de recriminaciones y tensiones en especial en los partidos reformistas-progresistas-centroizquierda. Al final se evidenció, con la inscripción, lo que se sabía hace ya rato. La centroizquierda inscribió 7 LISTAS SEPARADAS A CONSTITUYENTES (listas de los partidos) a lo cual se suman 72 listas más de listas de constituyentes de menor peso, algunas, y otras provenientes de movimientos sociales, y el número de lista se alza a 101. Gran parte de las 79 listas pertenecen al espectro progresista. ¡Dispersión total!

Las semanas previas a la inscripción de las listas de constituyentes, se dieron a conocer estudios que señalaban que a mayor dispersión y proliferación de las listas de constituyentes pertenecientes al mundo progresistas o de centroizquierda mayor la posibilidad que la DERECHA FASCISTA se quedara con la mayoría de los futuros constituyentes y mayor la posibilidad que sea la derecha fascista alcance los 2/3 de los constituyentes. A esto se suma la alta abstención electoral que con facilidad la alcanzado al 60% derivado de todo lo anterior, y mucho más, señalado en este artículo. Como si esto fuera poco, el ministro del Exterior de Piñera, Andrés Allamand, firmó un acuerdo con la OCDE para que esta “asesore” a los constituyentes en la redacción de la nueva constitución, es decir, si ya con el quorum de los 2/3, la imposibilidad de cambiar el modelo económico se había perdido un porcentaje enorme de soberanía con la firma del acuerdo con la OCDE la pérdida es total.

Todo lo anterior se da en medio de la más absoluta impunidad y olvido de las graves violaciones a los derechos humanos (terrorismo de estado, genocidio) ocurrido durante el estallido social y la mantención de 5000 presos políticos. Sumado al 4% de apoyo con que cuenta Piñera casi similar al que obtuvo Alejandro Toledo en Perú y que significó, entre otros factores, su caída.

Será el 11 de abril el día donde sabremos con cuántos constituyentes se quedará la derecha fascista y con cuantos el progresismo. La elección de abril estará cargada de tensiones más aun si consideramos que sólo faltan cuatro meses para la elección, dos de los cuales (enero y febrero) la gente tiene su mente puesta en las vacaciones y no precisamente en cuestiones de política nacional aun cuando se trate de elegir a los futuros constituyentes. Si a esto se suma el alza (intencionada por el gobierno) del contagio del COVID y la posibilidad cierta de imponer otro confinamiento y cuarentena entonces los ánimos no están para campañas. También en medio de este escenario, los grandes grupos económicos han seguido aumentando considerablemente sus ganancias mientras el pueblo ha aumentado considerablemente su miseria.

QUE PASARÁ, QUÉ MISTERIO HABRÁ….

1. Escenario 1
Ante la dispersión de listas progresistas a la Convención Constitucional, la derecha fascista obtiene los 2/3 o más de 1/3 de constituyentes y puede frenar cualquier reforma.

2. Escenario 2
El progresismo a pesar de la dispersión de listas obtiene los 2/3 de los constituyentes donde las fuerzas conservadoras y derechamente neoliberales (ex Concertación hoy Unidad Constituyente) obtienen la mayoría de los constituyente de ese 2/3

3. Escenario 3
Tanto la derecha fascista y el progresismo (en su conjunto) obtienen iguales cantidades constituyentes.

4. Escenario 4
Las listas de constituyentes provenientes un porcentaje importante de constituyentes que lo transforman en gravitantes (20 de los 155 constituyentes) lo cual obligaría al progresismo (y la facción mayoritaria conservadora al interior de este) a negociar.

En cualquiera de estos escenarios la clave será la NEGOCIACIÓN entre los diferentes polos que se puedan constituir al no obtener ninguno de ellos las mayorías suficientes (2/3 y un poco más de constituyentes) para la realización de las reformas estructurales necesarias y urgentes.

Con la imposición de la negociación (imposición de los 2/3 = vulneración de la soberanía) las reformas que se realizarán no serán profundas (producto de la negociación) y el modelo neoliberal en sus 11 Pilares Fundamentales quedará intacto. Se podrán realizar reformas cosméticas, para la galería para dotar de alguna “épica” a una constitución que nacerá castrada y que sólo reflejará la voluntad política de la oligarquía, del poder económico y también del imperialismo.

Como suele ocurrir con estos procesos de “transición” al cual nos han acostumbrado la clase política, el pueblo no tarda mucho en darse cuenta del terrible engaño y traición del cual es objeto. Una vez develado esa traición se abrirán las compuertas no tan sólo para un estallido social 2.0 sino la posibilidad cierta que se desborde la Convención Constitucional, que sea el pueblo en rebeldía, desde afuera, el que se la tome y que la transforme en la convocatoria a una Asamblea Constituyente genuina con caída del gobierno de Piñera incluido.

“ESTOY RODEADO DE VIEJOS VINAGRES”

Así rezaba el estribillo de la canción “Los viejos vinagres” de SUMO en la década del 80 en la cúspide del rock latino. Sin duda ese verso representa el Chile actual, a su clase política y al sentimiento generalizado al interior del pueblo hacia la misma.

Son estos viejos vinagres los que tienen sus días contados si es que la ingeniería política, el cálculo electoral y político no se da y no llevan a cabo las transformaciones profundas necesarias.

Estos viejos vinagres podrán haber dormido en forma momentánea al pueblo, pero ese león dormido podrá despertar nuevamente con toda ferocidad y dar los zarpazos que haga rodar cabezas y sepultar viejas estructuras partidarias que en realidad son agencias de empleo y empresas para la triangulación de fondos fiscales propias de la corrupción. Chile es una olla de presión que posiblemente estallará.

 

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