VACUNAS PARA EL COVID 19 SABER SOBRE SU DESARROLLO
Todo lo que necesitas saber sobre las vacunas para el coronavirus (COVID-19). Tetra/Getty
Las vacunas para el coronavirus (COVID-19) que buscan detener la propagación se han probado por primera vez en pacientes humanos, pero los expertos sugieren que aún falta al menos un año para que estén disponibles.
El coronavirus (COVID-19), la enfermedad respiratoria potencialmente mortal detectada por primera vez en diciembre de 2019, se ha extendido por todo el mundo obligando a la cancelación de eventos importantes, posponiendo las temporadas deportivas y enviando a muchas personas a una cuarentena autoimpuesta y al aislamiento.
Las autoridades de salud y los gobiernos están tratando de reducir la curva mitigando su propagación a través de las comunidades, mientras los científicos y las empresas de biotecnología centran su atención en el coronavirus causante de la enfermedad, llamado SARS-CoV-2.
Desde su descubrimiento como el agente que causa la nueva enfermedad, los científicos han iniciado una carrera por lograr una mejor comprensión de la composición genética del virus, cómo infecta las células y cómo tratarlo de una manera efectiva. Actualmente no existe una cura, y todo lo que los especialistas médicos pueden hacer es tratar los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, la estrategia de largo plazo para combatir el COVID-19, que ya se ha extendido a todos los continentes de la Tierra, además de la Antártida, consiste en desarrollar una vacuna.
El desarrollo de nuevas vacunas toma tiempo, debido a que estas deben ser rigurosamente probadas y confirmadas como seguras por medio de ensayos clínicos antes de que puedan usarse en seres humanos.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en los Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), ha declarado en varias oportunidades que una vacuna llegará recién dentro de un año a 18 meses por lo menos. Los expertos coinciden en que todavía hay mucho camino por recorrer.
Las vacunas son increíblemente importantes en la lucha contra las enfermedades. Gracias al desarrollo de vacunas hemos podido mantener a raya varias enfermedades virales desde hace décadas. Aun así, existe confusión e inquietud sobre su utilidad. En esta guía, te explicamos qué son las vacunas, por qué son tan importantes y cómo los científicos las usarán en la lucha contra el coronavirus.
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¿Qué es una vacuna?
Una vacuna es un tipo de tratamiento destinado a estimular el sistema inmunológico del cuerpo para luchar contra patógenos infecciosos, como las bacterias y los virus. Según la Organización Mundial de la Salud, son “una de las formas más efectivas para prevenir enfermedades”.
El cuerpo humano es particularmente resistente a las enfermedades, pues ha desarrollado un sistema de defensa natural contra los microorganismos que las causan, como bacterias y virus. Este sistema de defensa, nuestro sistema inmunológico, está compuesto por diferentes tipos de glóbulos blancos que pueden detectar y destruir invasores externos.
Algunos devoran bacterias, otros producen anticuerpos que indican al cuerpo lo que debe destruir y eliminan los gérmenes, y otros memorizan el aspecto de los invasores para que el cuerpo pueda responder con rapidez en caso de una nueva invasión.
Las vacunas son un “engaño” muy inteligente. Hacen que el cuerpo piense que está infectado, lo que estimula esta respuesta inmunológica. Por ejemplo, la vacuna contra el sarampión engaña al cuerpo para que piense que tiene sarampión.
Cuando te vacunan contra el sarampión, tu cuerpo genera un registro del virus que causa esta enfermedad. Si entras en contacto con dicho virus en el futuro, el sistema inmunológico de tu cuerpo ya estará preparado y listo para vencerlo antes de que puedas enfermarte.
La primera vacuna fue desarrollada por un científico llamado Edward Jenner a finales del siglo XVIII. En un famoso experimento, Jenner raspó pus de una ordeñadora infectada con viruela bovina, un tipo de virus que causa enfermedades principalmente en las vacas y es muy similar al virus de la viruela, e inyectó el pus en un niño pequeño.
El niño se enfermó un poco y tuvo un caso leve de viruela bovina. Más adelante, Jenner inoculó al niño con viruela, pero este no se enfermó. La primera inyección de pus entrenó al cuerpo del niño para que reconociera el virus de la viruela bovina y, debido a que este es muy similar al de la viruela, el niño pudo combatirlo y no enfermarse.
Las vacunas han recorrido un camino sumamente largo desde 1796. Los científicos definitivamente ya no inyectan pus de un paciente a otras personas, y las vacunas deben cumplir con estrictas normas de seguridad, varias rondas de pruebas clínicas y severas directrices gubernamentales antes de que puedan adoptarse para un uso generalizado.
Fuente: C/net
Corresponsal: C.M (FPP)