DESPUÉS DEL PLEBISCITO: ¿ESTÁ DERROTADA LA DERECHA EN CHILE?

Después del plebiscito del 25 de octubre, y del escuálido porcentaje que obtuvo la opción RECHAZO, la derecha fascista se ve como la gran derrotada y cunde en muchos una sensación de triunfalismo al ver los rostros de los fanáticos de la extrema derecha. Pero más allá del electoralismo cabe la pregunta: ¿Está derrotada la derecha en Chile?

Intentemos una reflexión.

1. La existencia de las posiciones de derechas, y de extrema derecha, son consustanciales a la sociedad capitalista, al capitalismo. Las posiciones reaccionarias, que desbordan el ámbito político, son propias de una clase dominante y que se mimetiza con el ejercicio del poder, con Estado porque ellos, la oligarquía (la derecha) son el poder real. Así la derecha podría estar derrotada circunstancialmente pero no vencida por cuanto la sociedad de clases sigue vigente y la clase dominante sigue teniendo en sus manos el poder.

2. La derrota coyuntural, y la cantidad de votos que pueda obtener en una elección este sector político, o mejor dicho este sector social o esta clase social, no demuestra el poder que tiene podrá graficar el poder electoral pero no el conjunto de poder que posee.

La derecha, o mejor la clase dominante, no se mide por los votos obtenidos sino por el poder que posee. Se sabe que la clase dominante, por su misma condición de dominante, monopoliza el poder, lo concentra en su condición de clase totalitaria. Este poder posee múltiples expresiones (político, ideológico, militar, económico, cultural, religioso, social, etc). Sus ramificaciones traspasan las fronteras nacionales y se emparentan / unen con la fuerza principal y enemigo de la humanidad: el imperialismo. Tanto el capital y la clase dominante no tienen fronteras sus intereses de clase así no se lo permiten.

3. ¿Cómo se expresa la derecha chilena, los más ricos o super ricos?

Veamos que nos dice el diario reaccionario, oligárquico como es EL MERCURIO (“Los “súper ricos” en Chile: Cuántos son, cuál es su patrimonio y dónde invierten su capital”, 06 de noviembre, 2019):

“Según el informe “Panorama Social en América Latina de 2018” dado a conocer a principios de este año por la Cepal, en 2017 el 50% de los hogares de menores ingresos accedió al 2,1% de la riqueza nota del país y el 10% de los más adinerados se quedó con el 66,5%. Mientras que ese 1% al que aludió Corbo concentró el 26,5% de la riqueza de Chile”.

“En tanto, la investigación “Riqueza Global” confeccionada por la firma Boston Consulting Group (BCG) dada a conocer el pasado junio, apuntó que en 2018 la riqueza financiera privada en Chile se elevó un 3% llegando a los US$493 mil millones, representando el 10% del total de la riqueza personal de Latinoamérica el año pasado”.

Del total de estos activos líquidos, según el mismo estudio, un 18% son de individuos con un patrimonio mayor a US$100 millones; un 20% de individuos con entre US$1 millón y US$100 millones; el 8% en personas con entre US$250 mil y US$1 millones; y el 54% en individuos con un patrimonio menos a US$250 mil.

Además, el informe arrojó que el primer grupo, ese que concentra el 18% de la riqueza privada en Chile y que cuenta con un patrimonio mayor a los US$100 millones, está compuesto por 140 individuos mayores de 18 años de un universo de 13,83 millones de adultos en el país.

Aquel grupo mantiene US$71.705 millones dentro del país, mientras que US$17.754 millones se encuentran en el extranjero.

Y quienes tienen entre US$1 millón y US$100 millones, señala BCG, conforman una masa de 23.702 personas. Sin embargo, otro estudio publicado en octubre por el banco Credit Suisse, cifró en 64 mil las personas en Chile que cuentan con una fortuna superior al millón de dólares.

De todas formas, según BCG, los dos grupos más ricos suman 23.842 individuos que en conjunto suman US$185.480 millones, más de un tercio del patrimonio privado del país. Mientras que los 13.808.159 restantes, quienes tienen como patrimonio menos de US$1 millón, concentran el 62% de la riqueza, con US$307.830 millones.

Para BCG, se considera a una persona de “alto patrimonio” cuando ésta posee un patrimonio que supere el US$1 millón.

Así, según el estudio, estos individuos concentran sus inversiones, principalmente, en fondos mutuos, donde tienen el 40%, mientras que el 25 % los concentran en acciones y 10% en bonos. El resto las enfocan en activos alternativos, derivados y ETF, entre otros instrumentos.

Y en general, la riqueza en Chile, explicó Federico Muxí, coautor del informe, “tiene un comportamiento bien particular, en relación al resto de los países de la región. A diferencia de lo que ocurre a nivel global y latino, los chilenos tienen la mitad de su riqueza en seguros de vida y fondos de pensiones, y están menos expuestos a la variación de los mercados”.

Además, Muxí destacó que solo el 6% de los activos líquidos invertible están fuera de Chile. “A diferencia de otros países de la región, Chile tiene una industria local muy fuerte y gran parte de la riqueza local es administrada por gestores activos locales. Esta realidad difiere del resto de Latinoamérica, donde el porcentaje de activos bajo administración ‘cross-border’ es en promedio 18%”.

Si esto ya es impactante e indignante sería peor si lo acompañaramos con el organigrama de todas las empresas, industria, conexiones políticas, financieras etc a nivel internacional como de las fortunas escondidas en paraísos fiscales y la cantidad que ha robado por concepto de evasión de impuesto o sus nexos con las mafias internacional como el narcotráfico. La realidad puede ser siempre mucho peor. 

No resulta buena táctica minimizar o despreciar el poder de este enemigo de clase ni menos caer en la caricatura, en la ridiculización por cuanto eso le resta y oculta la real dimensión que se debe tener de este enemigo poderoso. 

La única forma en que la derecha, la oligarquía o la clase dominante se encuentra plenamente derrotada y vencida es con el triunfo revolucionario, siempre y cuando esa revolución cuente con una dirección revolucionaria y una estrategia revolucionaria de poder que tenga como objetivo estratégico la instauración del socialismo ya, como sabemos, si no cuenta con todo eso, esa revolución podrá avanzar soló hasta cierto limite y siempre dentro de los marcos del capitalismo definiéndose en los hechos como un proceso popular. 

Visto así las cosas, la única cosa que nos queda, al pueblo chileno, es disponernos a construir esa dirección revolucionaria con todo lo que esta requiere y con todo lo que eso significa para derrotar a esa clase social que nos ha impuesto y causado todos los males. 

Pero también debemos reconocer que sí Bertolt Brecht tenía razón cuando dijo:

“¡Hombres, no celebréis todavía la derrota de lo que nos dominaba hasta hace poco! Aunque el mundo se alzó y detuvo al bastardo la perra que lo parió está otra vez en celo”.