TRUMP Y BIDEN UNA HISTORIA DE SANGRE

(SE VIENEN NUEVOS NEGREROS)

TRUMP Y BIDEN UNA HISTORIA DE SANGRE

Ya próximo a dejar la Casa Blanca Trump, el mundo “progresista”, ese que suspira por Biden como tabla de salvación de la “civilización” y “cordura”, vuelve a respirar, vuelve su alma al cuerpo como si las cosas cambiaran drásticamente.

Muchos de los politicastros serviles seguramente correrán para ser los primeros en sacarse una foto al lado del nuevo amo y sacarán todo “su conocimiento” de la vida y tradiciones norteamericanas propias de papagayos que repiten el discurso aprendido sin cesar. Cada uno de ellos querrá mostrarse como el mejor de los alumnos, como el más aplicado y el más obediente o servil. Para eso optarán por dejar a un lado las atrocidades de una nación ensangrentada que sólo ha cambiado cuchillos por bombas manteniendo así su esencia asesina.

Leyendo el artículo “How African Babies were used as alligator bait during slavery- A horrific story” (“Cómo se utilizaron los bebés africanos como cebo para caimanes durante la esclavitud: una historia horrible” (Liberty Writers Africa) simplemente, aun cuando uno se puede imaginar de lo que es capaz la fuerza capitalista e imperialista, la imaginación queda corta.

En dicho artículo se relata que en Estados Unidos la piel de los lagartos (caimanes, cocodrilos, etc) eran muy apreciadas y apetecibles. El problema radicaba en que los cazadores muchas veces perdían sus manos, brazos o simplemente sus vidas. Para evitar tan “lamentables” pérdidas utilizaban como carnadas o cebos a niños, bebes de esclavas que las ubicaban en las cercanías de los lagos como una forma de atraer a esos animales y así poder cazarlos sin que la bestia del cazador saliera herido. Como es de imaginar las pérdidas de vidas, de niños fue tremenda.

En el artículo, para dar más sustento a la presente atrocidad, se cita un artículo de la revista Time (1923) en el cual se señala:

“From Chipley, Fla., it was reported that colored babies were being used for alligator bait. The infants were left to play in shallow water while expert riflemen watch from concealment nearby. When a saurian approaches his prey, he is shot by the riflemen. The Chipley Chamber of Commerce said the story was “a silly lie, false and absurd.” Maybe so, but it was widely reported in the American press, so it was at least believable among white Americans of the time”

“Desde Chipley, Florida, se informó que se estaban utilizando bebés de color como cebo para caimanes. Los bebés se dejaron jugar en aguas poco profundas mientras los tiradores expertos observan desde un escondite cercano. Cuando un saurio se acerca a su presa, los fusileros le disparan. La Cámara de Comercio de Chipley dijo que la historia era “una mentira tonta, falsa y absurda”. Tal vez sea así, pero fue ampliamente reportado en la prensa estadounidense, por lo que al menos era creíble entre los estadounidenses blancos de la época “.

Claro, la negación (negacionismo) de la Cámara de Comercio de la época es cuento conocido: el criminal nunca reconoce su crímen sin embargo siempre vuelve al sitio del suceso.

Pero para dar más sustento y desmentir el negacionismo que aparece en la cita, el artículo muestra postales de la época que se pueden encontrar en el Museo Jim Crow y que grafican lo que aquí se narra. Las imágenes son elocuentes. Muestran niños cerca de lagartos.

Episodios como estos está plagada la historia de Estados Unidos desde el preciso momento de la llegada de los primeros colonos desde Inglaterra hasta nuestros días. Lo que sucede es que quien tiene el poder imperial tiene el dinero y como dice el tango Cambalache puede convertir a un burro en una gran profesor pero como también reza el refrán “aunque la mona se vista de seda mona queda”.

Algunos dirán que no conocían estos episodios “lamentables” y que esos “episodios” o “excesos” no quita en nada la “majestuosidad” de lo que es o ha sido el imperio. Pero supongamos por un momento que efectiva no conocían los crimenes pasados es suficiente para conocer los crimenes presentes para poder deducir, imaginar y adivinar como fue su pasado ya que “como te crían te quedas” como dice otro dicho popular.

Salida la bestia de la Casa Blanca entra otra.

Biden será entronado al más puro estilo de los emperadores romanos. Si lo que muestra las películas de Hollywood sobre el Imperio Romano, si es que se acercaran a como era las festividades romanas de aquel entonces, las 200.000 banderas yankis clavadas en las cercanías de la ceremonia al momento de asumir este nuevo emperadorsuelo sólo asemeja a la mejor de las películas hollywoodense o simplemente al mejor desfile de la Alemania Nazi encabezado por el Führer. Sólo faltarían las antorchas en llamas también propio de los nazi-fascistas, pero esta vez el ku Klux Klan estará de duelo y no se harán presentes ante este nuevo jerarca.

Pero ¿quién es Biden?

Biden fue vice presidente de Barak Obama y más allá de haber obtenido, Obama, el Premio Nobel de la Paz tiene sus manos manchadas con sangre porque simplemente degolló a la paloma una mil veces como el mejor de los asesinos seriales. No sólo financió al Estado Islámico permitiendo que este cometiera todos tipo de crímenes sino que invadió Irak, destruyó complemente Libia, endureció hasta el cansancio la guerra económica contra Venezuela, desarrolló la guerra contra Siria y contra el terrorismo, aunque el mismo es su auspiciador. Su política contra la comunidad latina-imigrante fue tan brutal como la de Trump sin embargo eso ha quedado en la prensa oficial y dócil en el olvido. Todas esas políticas imperiales Biden fue complaciente y parte de ellas. Es tan corresponsable como el verdugo mismo. Los niños asesinados en las naciones y pueblos árabes son los niños afroamericanos esclavizados de ayer. El lagarto es el Tío Caimán como lo cantaba Quilapayún que donde va entierra su colmillo inmundo.

La pregunta, una vez que Biden asuma es, ¿A quién invadirá ahora? ¿Cuántos asesinará? ¿Cuántas bombas lanzará? ¿Qué economía destruirá? ¿A qué nación pobre aplicará sanciones económicas? ¿Cuánto nos saqueará? ¿Cuáles serán sus operaciones encubiertas? ¿A que banda asesina financiará? ¿Cómo ser repartirá el mundo?

Sólo ha cambiado el emperador y los tambores de guerras siguen sonando quizás con mayor fuerza.

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