CHILE. CON NUEVA CONSTITUCIÓN SE DESATA EL PANDEMONIUM

Y llegó la fecha y hora fatal. El 4 de julio, la Convención Constitucional hizo entrega del borrador definitivo de la nueva constitución. El progresismo posmodernista rompía en llanto. La derecha fascista junto a una parte importante de la ex Concertación en histeria y furia. Los empresarios tomando palco y poniendo los huevos en ambas canastas. Lo principal para ellos en seguir haciendo buenos negocios y engordar cual cerdos.
La ceremonia de entrega de la nueva constitución partió mal antes del 4 de julio. Si la mesa directiva excluyó a todos los ex presidentes, después de retroceder en la medida, fueron los ex presidentes quienes rechazaron asistir a la ceremonia. Esto fue considerado como un “agravio el espíritu republicano” (¡!¿?) haciendo lo mismo posteriormente otras autoridades del Estado.
Como un gota a gota comenzaron a aparecer “personalidades” de la ex Concertación llamando a votar Rechazo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre. Fueron también todos los ex presidentes de la Democracia Cristiana que llamaron a su partido, y ante el próximo Consejo General, de dejar en “libertad de acción” a riesgo que el partido se divida, quizás, orgánicamente, entre la opción Apruebo y Rechazo.
En el intertanto, el proyecto de ley presentando por senadores de la democracia cristiana junto con otros de la derecha fascista en cuanto a cambiar el quorum que se requiere para reformar la actual constitución del 80 de 2/3 a 4/7 y así facilitar la reforma, esto ante la posibilidad, ¿cierta?, que gane la opción Rechazo.
En medio de todo esto, Boric lanza en Plan de Seguridad Pública desde un discurso represivo y anti delincuencial, anuncia que no otorgará el bono universal IFE, de invierno, instaurado durante la pandemia bajo el gobierno de Piñera. Esto para cuidar la inflación, evitar que incremente, pero señalando a la vez que se estudiará una ayuda focalizada al más puro estilo de las políticas neoliberales tantas veces criticadas en el pasado. Todo esto con la inflación al alza, los alimentos cada vez más caros y los anuncios de una posible recesión mundial e interna.
Mario Marcel, ministro de hacienda, presentó la Reforma Tributaria. Más allá de los anuncios grandilocuentes fue muy significativo cuando Marcel invitó a todos los ministros de hacienda de los gobiernos anteriores, desde 1990 hasta 2021 todos ellos responsables en el fortalecimiento del modelo neoliberal, para compartir los elementos centrales de dicha reforma. Sin duda a la salida de la reunión el conjunto de los ex ministros respaldaron el grueso de la reforma claro con algunos reparos menores y que servirán como base de la negociación que durará meses para luego reformar la reforma y producir este “acto republicano” de un acuerdo transversal bajo el rótulo de hacerlo “por Chile” entendiendo por “Chile” el gran capital.
Al igual que en la elección presidencial donde uno y otro bando (Kast v/s Boric) anunciaban el caos en caso que ganara el adversario (instauración del fascismo v/s la instauración del comunismo), hoy ocurre algo similar.
Desde la derecha fascista acusan a la nueva constitución de ser “refundacional”, “revanchista”, una “constitución bolivariana y de izquierdas” donde aquello que una constitución debería ser “una casa de todos” no se logra. Por lo tanto, se destruiría Chile.
Desde la otra derecha, el progresismo, se señala que esta es la oportunidad de “enterrar la constitución de Pinochet” olvidando que fue Ricardo Lagos quien la reformó en su gobierno, 2005, señalando que ahora sí la constitución del 80 pasaba a ser plenamente democrática. La actual constitución del 80 lleva la firma de Ricardo Lagos.
Los concreto es que la constitución del 80 se construye sobre los hombros del Estado Subsidiario y del Neoliberalismo, y la nueva constitución propuesta y que se plebiscitará el 4 de septiembre de este año, se construye sobre los hombros del Estado Social de Derechos y del capitalismo.
En ambos casos, y al igual que ocurriera con las constituciones anteriores de 1833 y 1925, ambas constituciones, tanto la vigente y la propuesta, sólo vienen en reactualizar, dinamizar el capitalismo y las millonarias ganancias de los poderes económicos. Las transnacionales ya se frotan las manos. Los 11 Pilares del Neoliberalismo chileno, sobre los cuales se sustenta, no serán alterados sustancialmente sino remozados. Las políticas extractivistas continuarán su curso, la depredación del medio ambiente continuará bajo la nueva constitución como todas las políticas de criminalización de los movimientos sociales, de la militarización de zonas rurales y urbanas como expresión concreta de una contrainsurgencia encubierta cuya base es la reedición del enemigo interno y de la prisión política.
Estos dos meses de circo electoral donde “la vida de Chile está en juego” (jajajajaja) se da mientras el gobierno de Boric sin ningún problema ha prolongado el Estado de Excepción, militarizado los caminos del Wallmapu contra las comunidades mapuche en resistencia. Se da sobre la prisión política de quienes han conocida la privasión de libertad desde el estallido social. Se da con comuneros mapuches presos y con otros asesinados. Se da sobre la impunidad completa y brutal de los crímenes contra la humanidad cometidos por Piñera durante el 2019 y con Piñera libre, en su casa. Se también sobre la crisis que viven los hogares de los trabajadores después que durante la cuarentena fue la mismísima clase trabajadora la que tuvo que pagar los costos de la crisis y ahora lo hace nuevamente aguantando el alza de la canasta básica recibiendo por ello bonos ratones y miserables. Se da también con un gobierno que se define de “izquierda” pero que no tiene problemas en reivindicar el conjunto de los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría responsables directos de imponer una transición pactada con la dictadura, de prolongar su herencia, de fortalecer el neoliberalismo y de imponer una democracia de seguridad nacional. Boric se siente cómodos al lado de aquellos “bastardos sin gloria” como es el nombre de aquella película.
En definitiva, gane el Apruebo o gane el Rechazo, lo concreto es que la LUCHA DE CLASES CONTINÚA y esta se debe ganar a favor de la clase trabajadora. Ninguna constitución burguesa-capitalista podrá resolver los problemas de la clase trabajadora ni menos emanciparla.
Ni el Apruebo ni el Rechazo son las opciones de los trabajadores. Los trabajadores sólo deben confiar en los trabajadores mismos no en los patrones ni en sus representantes vistan como se vistan y se definan como se definan. Sólo la lucha hará libre a nuestra clase.
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