CHILE: EL FRENTE AMPLIO. LA DECANDENCIA DEL PROGRESISMO
(LA NUEVA BANCARROTA DE LA SOCIALDEMOCRACIA)

Desde afuera quizás pareciera que la izquierda en Chile se ha ido recomponiendo especialmente con la aparición del Frente Amplio y su irrupción con veinte diputados en el congreso. Esa percepción dependerá de qué entendemos por izquierda y cómo esta se enfrenta al capitalismo y a la oligarquía como también como ejerce el internacionalismo proletario y cómo defiende la autodeterminación de los pueblos entre otros elementos.
El Frente Amplio fue desde sus inicios, la confluencia de numerosos colectivos, movimientos y partidos que se fueron desprendiendo de los partidos de la Concertación en especial de la socialdemocracia (Partido Socialista y Partido Por la Democracia) como también del Partido Comunista y otras expresiones del progresismo. Por esta razón, muchas de estas orgánicas nunca terminaron y cortaron del todo sus nexos con el partido del orden tanto orgánicamente como desde el punto de vista ideológico. Los vasos comunicantes se mantuvieron hasta el punto que en el proceso de inscripción y formación del Partido Revolución Democrática esta en varias comunas utilizó las sedes del Partido Socialista para llevar a cabo su proceso. La incorporación de RD en el gobierno de Bachelet, Nueva Mayoría, en el Ministerio de Educación, la elección de Giorgio Jackson en su primer período como diputado siendo el candidato único tanto de la Nueva Mayoría y del resto de las fuerzas del Frente Amplio en la circunscripción. Elección segura. También se sabe que en el caso de RD este partido recibe financiamiento del multimillonario Soros.
Si bien en la elección de 2017, la candidata presidencial del Frente Amplio obtuvo 20,27% y 20 diputados tenemos que decir que lo primero no tiene la importancia que se le ha asignado y lo segundo, 20 diputados, se produce después del cambio de la ley electoral que precisamente tenía como objetivo incorporar a los sectores desprendidos del concertacionismo al congreso.
Siete años antes, en la elección del 2009, Marco Enriquez-Ominami (ex diputado del Partido Socialista y ahora presidente y candidato del Partido Progresista integrado por ex socialistas, ex miristas, ex comunistas y ex etc definido como un partido “socialista-liberal”, socialdemócrata) obtenía 20,13%. El porcentaje obtenido sólo reflejaba la aparición de un descontento en la nueva generación de dirigentes socialdemocracia que se veía impedido de alcanzar los altos puestos en la administración del Estado, del gobierno y su imposibiliad de acceder a los beneficios que eso genera. Fue como una rebelión para alcanzar una cuota de poder y producir ese recambio generacional o más bien una renovación de rostros y de grupos de interés dentro del mismo proyecto de dominación neoliberal o de Tercera Vía que era la corriente de moda de los socialdemócratas que tenían como a sus íconos a Ricardo Lagos, Bill Clinton, Lula, y otros. Fueron seducidos también por la globalización, los tratados de libre comercio.
Ese descontento al interior de la socialdemocracia chilena fue lo que posibilitó el 20,27% obtenido por Beatriz Sánchez siete años después. La diferencia fue que al ser apoyada por una diversidad de colectivos y partidos “nuevos” estos lograron obtener 20 diputados lo que el Partido Progresista fue incapaz de hacer.
Si Marco Enríquez-Ominami fue decayendo en su nivel de apoyo bajando considerablemente el porcentaje obtenido en las posteriores candidaturas presidenciales (10,98% el 2013 y 5,7% el 2017) produciendo un degeneramiento mayor de ese “proyecto”, en el caso del Frente Amplio ese degeneramiento se ha ido produciendo mediante las sucesivas renuncias de partidos y movimientos de ese conglomerado como también de prácticas políticas que se encuentran alejadas de aquello que venían a cambiar. Por ejemplo, nuevamente, en el caso de Revolución Democrática, partido mayoritario del Frente Amplio, en las elecciones de su directiva (votación online) sólo participan 1500 militantes de un universo de 40.000. Esta bajísima participación, no exclusiva de RD, sólo nos muestra que es un partido de papel que ejerce el clientelismo político al igual que los antiguos y desprestigiados partidos burgueses.
Pero ese degeneramiento del Frente Amplio también se expresa en el plano político-ideológico.
Esta “nueva” izquierda o socialdemocracia de reemplazo que levantó a Beatriz Sánchez bien poco le importó lo que opinaba esta sobre Fidel Castro y sobre Salvador Allende acusándolo de “totalitario”. Veamos aquí que es lo que opina Sánchez sobre ambos próceres latinoamericanos seguidos y admirados alrededor del mundo especialmente por los pueblos en lucha.
Pero Sánchez avanzó más aun. Ya siendo candidata presidencial señalaba “creer en el libre mercado”.
https://twitter.com/CNNChile/status/918294024448106496
Pero ese oportunismo ideológico, esa bofetada y humillación, no es privativa de Sánchez.
En el siguiente link veremos como el diputado Gabriel Boric tiene palabras de respeto hacia el comandante Fidel Castro y alguien podría decir de hasta admiración, apoyo o algo similar.
Pero como es costumbre en los oportunistas, esto no tardan en mostrar su rostro real, en develar su propia ideología y esencia. Boric posteriormente condena a Cuba, a Nicaragua y a Venezuela sumándose al coro internacional injerencista.
Pero no sólo eso. Boric también se sumó a las condenas contra Cuba cuando esta soberanamente prohíbe el ingreso de diputados de ultraderecha chilenos a Cuba.
Alguien podrá decir que bien poco importa lo que piense Boric u otro sobre asuntos de política internacional ya que lo que importa es “Chile”.
Fue durante el estallido social, 2019, donde el Frente Amplio se cuadra, presta su apoyo al gobierno asesino de Piñera para reprimir al pueblo que se encontraba ampliamente movilizado exigiendo el fin de los pilares del neoliberalismo. Es así como concurren con sus votos para aprobar la Ley Anti Barricadas y Anti Saqueo que no fue otra cosa que dotar de mayores atribuciones a las fuerzas represivas asesinas como al Ministerio del Interior.
Pero si eso fuera poco, fue Boric el que concurrió a firmar el Acuerdo de Paz de espaldas al pueblo para imponer una salida pactada y burguesa al estallido social. Este acuerdo fue lo que permitió que el gobierno de Piñera no cayera, no colapsara y su firma tuvo como finalidad evitar una crisis muchos más profunda que derivara en la instauración de una genuina Asamblea Constituyente que fuera capaz de barrer con el neoliberalismo. Estaban dadas todas las condiciones y el acuerdo fue lo que permitió la sobrevivencia del modelito y de la convocatoria de la Convención constitucional que carece de la soberanía necesaria para llevar a cabo las transformaciones estructurales.
https://www.cnnchile.com/pais/boric-firmo-acuerdo-nueva-constitucion-sin-venia-partido_20191115/
¿Por qué es importante tener estos antecedentes a la vista?
Porque ya iniciada la carrera presidencial, en el progresismo son varios y varias que se van probando el traje de rey y de reina, que ya mandaron a confeccionar su propia banda presidencial. La Democracia Cristiana tiene como su candidata a Ximena Rincón (senadora y ex gerente de una AFP). Los socialistas Paula Narváez designada por Bachelet mediante un “dedazo”. El Partido Por la Democracia tienen a Heraldo Muñoz ex canciller de Bachelet e impulsor del Grupo de Lima. El Partido Radical a Carlos Maldonado. El Partido Comunista al alcalde Daniel Jadue. Y en el caso del Frente Amplio este se encontraba sin candidato presidencial oficial a pesar que ya había dos candidatos ganosos que se estaban pavoneando: Marcelo Díaz (ex militante del Partido Socialista y ahora integrante del movimiento UNIR) y Juan Ignacio Latorre (senador de Revolución Democrática) pero faltaba el “tapado”. Gabriel Boric se levanta como el nuevo candidato del Frente Amplio y que el que tendría mayores posibilidades de disputar con el resto del progresismo desde este conglomerado amplista en franca decadencia.
Al final de cuenta, en la lucha de clases no sólo se enfrentan dos clases antagónicas sino dos salidas o dos caminos. La salida o camino burgués a las crisis y la salida o camino proletario ante la misma crisis. Sin embargo, la burguesía nos lleva la delantera ya que es capaz de estructurar su DIRECCIÓN BURGUESA para conducir dicho proceso. Esta dirección burguesa no sólo está compuesta por aquellos partidos que se presentan francamente pro capitalistas y pro burgueses como pro imperialistas sino también por aquellos partidos reformistas y revisionistas que asumiendo un discurso y apariencia de izquierda logran engañar a los trabajadores y ayudar a legitimar el modelo de dominación impuesto por la oligarquía.
Nos llevan la delantera porque la capacidad que ha tenido esta dirección burguesa para sortear las sucesivas crisis del capitalismo se debe esencialmente a la inexistencia de una dirección proletaria / revolucionaria que sea capaz de conducir a la clase explotada a niveles superiores de lucha y transformar la crisis de capitalismo en revolución. La ausencia de esta dirección como de su vanguardia es lo que posibilita la existencia de experimentos como el del Frente Amplio, y de otros, que no son más que nuevas versiones de las antiguas políticas socialdemócratas que se visten de izquierda para esconder las traiciones sucesivas.