CHILE: EL OPORTUNISMO ELECTORAL Y LAS DEMANDAS SOCIALES
Se inscribieron los candidatos a la presidencia de Chile, nueve en total, y sólo falta que el Servicio Electoral apruebe o rechace dichas postulaciones una vez que somete a revisión si cumplen o no con los requisitos legales para ello. Todos ellos levantarán las demandas populares haciéndola suyas, pero adaptándolas a sus propios objetivos es decir desde una óptica populista entendiendo por “populismo” aquella práctica política que utiliza las esperanzas y demandas de las masas en el discurso político solamente como un elemento de campaña para luego hacer lo contrario.
El estallido social, entre muchas otras cosas, fue el rechazo absoluto por las prácticas tradicionales de la política, por ello el alto desprestigio y desapego hacia los partidos, donde la falta de democracia interna, las estructuras patriarcales y la eternización en los cargos son solamente algunos elementos de la crítica ácida.
Con sólo ver el listado de los candidatos queda claro que no han “escuchado a las masas”.
Género y patriarcado
De los 9 candidatos solamente 1 es mujer, Yasna Provoste, el resto de los patriarcas son hombres y desde su perspectiva masculina hablan “por” y “en nombre de” las mujeres. El problema radica que en el caso de Yasna Provoste ella encarna un feminismo burgués que en gira hacia el conservadurismo.
Democracia Interna y Participación Ciudadana
Instalado el discurso de la “nueva política” y la necesidad que la “gente” participe directamente en la política, de los 9 candidatos, solamente 3 fueron electos en un proceso de consulta ciudadana, léase primarias, Sebastián Sichel (derecha fascista), Yasna Provoste (nueva derecha liberal-progresista) y Gabriel Boric (nueva socialdemocracia). El resto fueron designaciones utilizando la “dedocracia” entre cuatro paredes o utilizando la inscripción de patrocinios truchos en el Servicio Electoral lo cual no tiene ninguna relación con participación ciudadana.
Renovación de la Política
Solamente uno de los nueve candidatos participa por primera vez en un evento político, Gino Lorenzini. El resto son antiguos en el quehacer político y han tenido militancia o militancias políticas. De ellos 3 de ellos se presentan nuevamente como candidato presidencial donde Marco Enriquez-Ominami se presenta por una cuarta candidatura. Eduardo Artés esta es su segunda candidatura presidencial y Franco Parisi sería su segunda candidatura. Pareciera que en sus respectivos sectores políticos o partidos no existen otros dirigentes capaces para enfrentar ese desafía salvo ellos
Las demandas sociales.
Si el estallido social puso el grito en el cielo por cambios radicales y profundos, la clase política con sus candidatos presidenciales no han hecho más que secuestrar esas energías del estallido social para ellos mismos y sus fines. Sin embargo, la alta dispersión hace que ninguno de ellos pueda ganar en la primera vuelta y ahí cerrar el proceso electoral, sino que eso obliga a pasar, solamente dos candidatos, a la segunda vuelta.
Quien quiera pasar a segunda vuelta tendrá que a en la primera vuelta conquistar a ese “centro” político o a los indecisos. Eso se traduce en la “moderación” del discurso y de los programas (si es que existen programas detrás de las nueve candidaturas). Ese viraje hacia el “centro” se traduce, también, en la moderación del discurso sobre los cambios estructurales, la bajada de algunas demandas al interior de los respectivos programas, si es que existen en todas de ellas. Esta será la escusa precisa para no hacer lo que el pueblo movilizado demandó durante el estallido social y producir la conciliación y/o reconciliación entre todos los sectores políticos sistémicos pro-capitalistas para dejar las cosas tal cual. Nuevamente, los objetivos y apetitos políticos, y de clase, se ponen por delante de las aspiraciones genuinas del pueblo. Será una nueva traición al pueblo y sus esperanzas y una nueva oportunidad de justificar esa traición al no tener ninguno de ellos de imponerse en la primera vuelta.
El viraje hacia el centro será también el resultado de una elección no polarizada, siendo los medios burgueses de desinformación de masas, los encargados de dotar a esta campaña de alguna polarización que no tendrá. Esta despolorización, y al ser todos los candidatos muy parecidos y todos caminando hacia el centro ya sea desde la derecha o desde el progresismo, tendrá también el efecto de una baja participación que a lo mejor se encuentre por debajo del 50%. ¿Qué sentido tiene ir a votar si todos se han moderado? Ninguna. Ahí aparecerá ese gran amigo de la clase política el “mal menor” y ¿quién encarnará al “mal menor”? Todo esto ocurrirá entre las dos derechas (la derecha fascista y la derecha liberal-progresista o progresismo). ¿Y la izquierda?
La Lista del Pueblo, hasta ahora un triste espectáculo
Si bien el mito urbano dice que la Lista del Pueblo nace desde los movimientos sociales y con la intención de dar con una nueva forma de hacer política contraria a las formas tradicionales, a corto andar se vió que era más de lo mismo y que está ocurriendo el mismo proceso que ocurrió en el movimiento Todos A la Moneda (TALM) que llevó al economista Marcel Claude hace algunos años atrás.
Divisiones, acusaciones cruzadas, usurpación y robo de recursos derivados del aporte que hace el Estado a las campañas y partidos, quiebres definitivos entre los movimientos. Todo eso ocurrió al interior del TALM sin que hace ahora haya claridad cierta, y pública, de lo que realmente ocurrió. Opacidad pura.
Pareciera que algunos, o muchos, de los actores que estuvieron en el proceso de TALM están también al interior de la Lista del Pueblo a la vez, y ahí se puede entender parte del resultado. Pero más allá de eso el espectáculo es enorme.
La sola forma de nominar al candidato presidencial que tuvo la LDP, sin que ninguno de ellos presentara un programa, sino que centrando la elección del candidato solamente en la persona hace que este sector de “izquierda” recoja lo que la derecha viene planteando como su caballito de batalla, “hoy se vota por la persona”, por lo tanto, “no por la ideología”. La ausencia, nuevamente, de una estrategia seria hace también que la LDP se fraccione y centre su accionar en los apetitos personales.
La izquierda
El candidato que se presenta como la “única y verdadera izquierda” es Eduardo Artés de Unión Patriótica / Partido Comunista (Acción Proletaria). Su candidatura se inscribe en la vieja tradición política del reformismo de izquierda, y aunque el PC (AP) tiene sus orígenes en las críticas al proceso de la Unidad Popular y la Vía Chilena al Socialismo, hace ya tiempo que ha decidido ocupar ese espacio y retomar ese camino del reformismo de izquierda lo cual lo hace poco creíble.
Lo hace poco creíble porque en ese viraje, y abandono del pensamiento de Enver Hoxa en su crítica al desenlace de la Unidad Popular que el PC (AP) utilizó como elemento de campaña política por mucho tiempo, ahora se encuentra sepultado reivindicando no sólo el heroísmo de Salvador Allende sino su legado y política.
El PC (AP) desde los inicios de la transición, de los 90s, viene participando en cuanta elección que se le ha cruzado formando alianzas con el reformismo-revisionismo-oportunismo tanto en las alianzas del Movimiento Izquierda Democrático Allendista (MIDA), en Juntos Podemos (con los mismos partidos del MIDA), en otras alianzas electorales similares o ya sea en su campaña por el voto nulo con la fracción socialdemócrata del MIR que fundara Miguel Enriquez y que busco hacer del MIR un partido legal y que mantuvo alianzas con el socialista-liberal Marco Enriquez-Ominami. Esto también lo hace poco creíble como alternativa.
Más aún cuando en el plano sindical el PC (AP) ha privilegiado realizar su trabajo al interior de la burocracia sindical y pro-patronal, Central Unitaria de Trabajadores, y no aportar al desarrollo de la Central Clasista de Trabajadores que se define y se construye desde el antagonismo de la burocracia sindical traidora. Esto explicaría en parte el 0,5% que obtuvo Eduardo Artés en la elección del 2017 bajo el paraguas de Unión Patriótica.
Una nueva elección por el pueblo, para el pueblo y sin el pueblo
Esta elección no será muy diferente a todas las anteriores. El pueblo nuevamente será el gran ausente, más allá de la cantidad de votantes que participen. Si bien en los discursos aparecerá el pueblo y los trabajadores bajo los conceptos “gente”, “ciudadano” o “ciudadanía”, entre otros, al final de cuenta el programa de gobierno que triunfe sabrá que el pueblo sirvió como elemento de campaña, que una vez en el gobierno la moderación que sirvió para triunfar solo se tendrá que profundizar y así el programa que se implementará no será lo que el pueblo espera sino lo que espera la clase dominante.
Para seguir leyendo
Enver Hoxa, “Los trágicos acontecimientos de Chile, enseñanza para los revolucionarios de todo el mundo.
Enver Hoxa, Archivo Marxista de Internet, MIA
https://www.marxists.org/espanol/enver/index.htm
Partido Comunista Revolucionario de Chile (PCR-Chile), “La vía pacífica de Corvalán, camino contrarrevolucionario” (1964)
https://www.archivochile.com/pp/pcr/pcr00001.pdf
NOTA: dícese que el PC (AP) habría tenido sus orígenes en el PCR Chile de los 60s-70s.