CHILE. LA JUSTIFICACIÓN “COMUNISTA” PARA LA REPRESIÓN CONTRA MAPUCHE

¿Qué le pasará al Pueblo Comunista, a las bases del Partido Comunista que ha sido incapaces de reaccionar ante una dirección política central cada vez más reaccionaria y cada vez más alejada de los principios elementales e históricos del movimiento comunista internacional en cualquiera de sus expresiones orgánicas?
Si se ha dicho que el Pueblo Despertó durante el estallido social que tuvo la intención derrumbar al conjunto de la clase política, al gobierno y al estado neoliberal, que ejerció su más legítimo derecho a la rebelión, en el caso del Pueblo Comunista no ha llegado y claramente éste se encuentra bajo el más poderoso somníferos que sólo los “dioses” pueden imponer. Recabarren se revuelca en la tumba y Marx, Engels y Lenin lanzan sobre esta dirección reaccionarias las mejores y ácidas condenas de los tiempos del combate frontal contra el oportunismo, el colaboracionismo, la traición propia de la socialdemocracia.
Desde comienzos de la transición a la democracia neoliberal-contrainsurgente, el Partido Comunista tomó partido por afianzar el nuevo programa de la burguesía. Se mostró incapaz, y si voluntad política, de iniciar el paciente trabajo de levantar una Oposición al Capitalismo y la construcción de una Alternativa Popular y Revolucionaria. Por el contrario, esa tarea la tuvieron que asumir, sin éxito, los pequeños movimientos armados nacidos durante la dictadura que eran a la vez sometido por la transición a la persecución, al asesinato selectivo, a la tortura, infiltración a los montajes y a la prisión política desde la cual el P”C” colaboró para honrar el pacto con la Concertación.
Desde esa época el P”C privilegió su crecimiento orgánico desde los empleos y confort que otorga el aparato público, los beneficios económicos de este cada vez que se pactó el apoyo electoral, ya sea por omisión y pacto firmado, a los candidatos de la Concertación y la Nueva Mayoría.
Pero la cosa ya ha sobrepasado toda decencia desde los mismos “principios” del progresismo y hace rato lo sobrepasaron desde los principios de los revolucionarios.
Ha sido el traidor Boric el que la ha impuesto al Pueblo-Nación Mapuche el Estado de Excepción, desde marzo hasta hoy y en forma permanente y continua, cosa que el mismísimo gobierno de Piñera no pudo realizar. Ahora con los votos en masa de los diputados progresistas de gobierno se vota a favor de ese Estado de Excepción. Se ha apoyado la continua militarización de la Araucanía, la compra de mejores equipamientos policiales y militares para combatir al Pueblo de Lautaro y Caupolicán, y se lo ha tratado, al Pueblo Nación-Mapuche, de terroristas, cobardes y fascistas en palabras de Boric.
Guardaron silencio, los comunistas, mientras, y al mismo momento en que Boric llamaba al dialogo con las organizaciones y movimientos mapuche, se lanzaba una operación para detener a Héctor Llaitul, vocero del movimiento revolucionario y de liberación nacional mapuche, Coordinadora Arauco Malleco (CAM), junto a otros comuneros para luego hacer lo mismo con su entorno familiar. El argumento que ahora esgrime el gobierno para ridiculizar al movimiento mapuche es que esta lucha, la de la CAM, es una lucha familiar, de la familia del compañero Llaitúl. Propaganda propia de los fascistas cuando se trata de menoscabar la lucha de los revolucionarios.
Ahora la Fiscalía le pide, como condena, a Héctor Llaitúl 25 años de prisión efectiva. Nuevamente este comunismo criollo guarda silencio tanto en sus bases militantes incapaces de rebelarse como en su dirigencia. Pero es la vocera del gobierno de Boric, la también comunista Camila Vallejos, quien rompe todos los manuales del antiguo Instituto de Marxismo-Leninismo de la URSS al declarar que:
“Mientras las instituciones avancen siempre es bueno para una democracia”:
Claro, la cobardía de estos politicastros se refugia en el argumento gastado y poco creíble de la “separación e independencia de poderes” que ha sido violada en innumerables ocasiones. Este argumento es al igual que Pilato, una lavada de manos en público mientras la Fiscalía pretende hacer un festín con Llaitúl, mientras se construye la cruz con los maderos proporcionados por la misma clase política y el gobierno.
Pero ese argumento de la separación de poderes oculta un hecho esencial, y es que la lucha del Pueblo Nación-Mapuche, de carácter anti capitalista y anti imperialista, su solución pasa por una solución política y esto requiere que el gobierno de señales concretas partiendo por dejar en libertad inmediata a todos los presos políticos mapuche sin condiciones, desmilitarizar la Araucanía y establecer una mesa de diálogo que tenga como centro la legítima autodeterminación del Pueblo Nación-Mapuche por cuanto es innegable que el territorio-nación mapuche fue invadida, anexada y militarizada para dar forma al estado de Chile actual. Fue una invasión tan vil como aquella que realizó Estados Unidos a México, Israel a Palestina y similar a otros Estados que siguen ejerciendo el colonialismo hacia otros Estados que ha perdido su soberanía e independencia como España con el País Vasco, Inglaterra con Irlanda, Gales y Escocia, Estados Unidos con Puerto Rico y Siria, Irak, Iran y Turquía hacia el Pueblo Kurdo/Kurdistán entre muchos otros ejemplos.
Pero que más se puede pedir si el actual gobierno ha sido incapaz en reconocer a los presos del estallido social como presos políticos como ha sido incapaz de reconocer a Mauricio Hernández Norabuena, ex comandante Ramiro, y a Raúl Escobar Poblete ex comandante Emilio y a los presos mapuche y anarquista, todos como presos políticos. Esto siguiendo la política de Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera es decir siguiendo la política del conjunto de la derecha, fascista y/o progresista. Los comunistas también guardaron silencio aquí y sus dirigentes desde el gobierno asumieron como propia esta política.
Pero que más se puede esperar si también los dirigentes estudiantiles, secundarios y universitarios, han guardado silencio sobre los allanamientos que el Ministerio del Interior ha impulsado a establecimientos educacionales escolares tomando detenido a alumnos en hora de clases y sacándolos desde sus salas de clases a vista y paciencia de los directores, profesores y alumnos al igual que durante la dictadura de Pinochet. Las Juventudes Comunistas, JJ.CC, no han abierto la boca ni hecho gala de una supuesta rebeldía propia de la juventud.
Pero no importa. Viene la conmemoración del 10 de Diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, y veremos a la dirigencia comunista lanzar proclamas, hacer discursos en la defensa estricta de los derechos humanos. Veremos emotivas ceremonias en recuerdo de los caídos durante de la dictadura olvidando que la actual política represiva contradice todas esas palabras de buena crianza y todas esas proclamas carentes de sentido y honestidad sino llenas de hipocresía y traición. Veremos a Boric defender los derechos humanos sin importa las fronteras condenando nuevamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua para congraciarse con sus amigos imperialistas. Y ahí los comunistas mirarán para otro lado, guardarán silencio y terminarán convirtiendo al partido de Recabarren, hijo de Lenin, en un partido burgués y socialdemócrata.
¡Que forma de traicionar la lucha heroica, ejemplar de aquellos obreros comunistas de antaño que abrazaron la revolución y el socialismo, que comprendieron el internacionalismo proletario, la solidaridad de clase y que ofrendaron sus vidas!
Para escuchar, pensar, organizarse y rebelarse contra todas las expresiones ideológicas y orgánicas de la socialdemocracia e ideología dominante. Gobierne quien gobierno, los derechos se defienden.