CHILE: LA JUVENTUD CLASISTA Y POPULAR ¡AVANZA!
¡CONTRA LA CONCILIACIÓN DE CLASES!

La juventud siempre ha sido una fuente de inspiración no tan sólo para la creación artística, para los recuerdos y nostalgia de los más viejos sino también una cantera para la creación de nuevas generaciones revolucionarias. Pero, estas nuevas generaciones revolucionarias no provienen de una concepción de “juventud” en abstracto, en general, sino que se refiere específicamente a la juventud proletaria, a la juventud popular.
Si durante la dictadura militar-burguesa, en Chile, la juventud popular fue esencial para la rearticulación de los partidos de izquierdas golpeados por las políticas genocidas de exterminio como también la aparición de nuevas organizaciones, esta vez armadas, como el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL, 1982) y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR, 1983) entre otras, también fue fundamental en la recomposición del movimiento popular, en la creación de las comunidades cristianas de base, en el movimiento sindical y poblacional pero esencialmente en el movimiento estudiantil donde el movimiento estudiantil secundario dio a la historia a muchos de los cuadros revolucionarios y combatientes de esta nueva generación de revolucionarios.
La antesala para la creación de la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago, FESES, a fines de los 80s tuvo las diversas organizaciones estudiantiles secundarias que nacieron desde los zonales norte, sur, centro, oriente y poniente de la región metropolitanta, Santiago. La combatividad de estos adolescentes fue ejemplar y sirvió como catalizador para otras luchas, para la proliferación de los comités de autodefensa de masas, de milicias populares (estudiantiles) y para el enfrentamiento con las fuerzas represivas y de exterminio de la época.
Una vez instalada la transacción a la democracia o transición pactada hacia una democracia de seguridad nacional, no sólo el movimiento estudiantil y juvenil se vio traicionado por parte de una vasta izquierda que se acogió al modelo neoliberal y sus beneficios sino que fue objeto también, como el movimiento popular en su conjunto, a la más despiadada represión esta vez bajo la excusa de “defender la naciente democracia” que no era más que defender el capitalismo y la herencia de la dictadura militar-burguesa.
El reinado de la Concertación / Nueva Mayoría que se intercaló posteriormente con los gobiernos Piñera y Bachelet comenzó a llegar a su fin desde las movilizaciones del 2006 de, nuevamente, de los estudiantes secundarios. Ya en el sur de Chile se había revitalizado las movilizaciones del movimiento mapuche dirigida también por una nueva generación de werkenes, lonkos, y machis que comenzaban a recuperar sus tierras, pero también su territorio, libertad y dignidad.
Constituían casi las dos expresiones de un nuevo movimiento social emergente donde el movimiento sindical aparte de dividido y reducido se encontraba completamente burocratizado y coaptado al proyecto concertacionaista de la transición que al igual que el antiguo movimiento de los derechos humanos, nacido durante la dictadura militar-burguesa, hicieron oídos sordos a las nuevas violaciones a los derechos humanos, a los nuevos presos políticos y ejecuciones sumarias de combatientes, a las persecuciones, mostrándose casi siempre ajeno como si estas nuevas luchas no fueran parte de las suyas.
Los secundarios lograron acumular la suficiente fuerza y experiencia, de traspasarla a las futuras generaciones estudiantiles, para hacerla explotar cinco años después, 2011, en las masivas movilizaciones. Desde los estudiantes secundarios ya existían dos grandes organizaciones; la CONES dirigida por el Partido Comunista en alianza con las juventudes políticas de la Concertación, y la ACES integrada por colectivos de la izquierda popular / revolucionaria de diversa procedencia ideológica pero dirigida esencialmente por la Juventud Rebelde (posteriormente Unión Rebelde) como algo similar de lo que ocurrió en la dictadura de Pinochet donde el movimiento estudiantil secundario se organizó en los Comités Democráticos (CODE) integrado por las Juventudes Comunistas y las otras provenientes de los partidos ex integrantes de la Unidad Popular y la Agrupación de Estudiantes de Enseñanza Media, AEM, impulsada por el MIR y otros colectivos de izquierda para después ambas funisonarse en la Coordinadora de Organizaciones de Enseñanza Media, COEM, y posteriormente en la FESES.
Si bien tanto la CONES y la ACES tuvieron un gran aporte en las movilizaciones del 2011, cual más y cual menos, levantando, esencialmente la ACES, el pliego de cinco puntos: Fin al Neoliberlismo, Nacionalización del Cobre, Fin a la Constitución del 80, Fin al Lucro y Mercantilización de la Educación, Fin de las AFP, lo cual se tradujo en movilizaciones de 200.000 personas alcanzando a 1 millón en la última movilización en el Parque O´Higgins estas movilizaciones con la incursión de la confederación de estudiantes universitarios, CONFECH (burocracia estudiantil) se tradujo en la bajada del pliego de los cinco puntos, su reducción solamente al fin del lucro en educación y a la parlamentarización de la lucha lo cual significó el abandono de la calle, de las movilizaciones autónomas y la discusión dentro del parlamento burgués de la reducida demanda estudiantil. Fue en este contexto donde aparecen los burócratas de izquierda como Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Camila Vallejo y Carol Cariola que posteriormente formarían los primeros el Frente Amplio, y los segundos la Nueva Mayoría levantando a Bachelet como su candidata a la presidencia. Fue la muerte de ese estallido social, el estallido social del 2011. Nuevamente, la burocracia sindical ausente.
Un aspecto particular, deficitario tanto de la CONES y como de la ACES y que de alguna forma nos retrata la lucha de clases siempre presente al interior de los movimientos sociales, es que ambas organizaciones focalizaron su lucha y organización estudiantil en los liceos “emblemáticos”. Para quienes no conoces ese concepto, los colegios emblemáticos son los colegios tradicionales, con historia, del sector municipalizado de la educación proveniente de la educación fiscal, antigua, y cuyas familias son de capa media. Se ubican en el centro de la Región Metropolitana, esencialmente.
Esto es importante porque los colegios municipalizados y subvencionados (particulares con aporte estatal) en su mayoría se ubican en la periferia de la Región Metropolitana y en las comunas proletarias. Estos no fueron tomados en cuenta para la organización de estos movimientos como tampoco sus demandas produciendo un aburguesamiento de estas organizaciones y el nacimiento de otras muchas organizaciones territoriales de estudiantes secundarios anti CONES como anti ACES evidenciando esa lucha de clases en su interior.
Entre los sectores postergados por estas organizaciones mayores (CONES / ACES) fueron las demandas de los liceos /colegios técnico-profesional que concentran alrededor del 40% de la matrícula de los alumnos secundarios de 3º y 4º medio (penúltimo y último años de enseñanza) de los cuales el 83% proviene de hogares a los cuales llaman vulnerables (proletarios). A esto se suma, que por la orientación de los planes y programas que se implementan en esta modalidad, estos alumn@s se encuentran en desventaja tanto en la adquisición de conocimientos como de las habilidades para poder sortear la prueba de selección universitaria que está orientada a la educación científico-humanista. También muchas de estos establecimientos pertenecen a sociedades empresariales que recibiendo los aportes del estado para sus colegios aprovechan de generar mano de obra barata que en el futuro trabajarán en sus propias empresas. Todo esto sin contar con la mala calidad de las instalaciones y el uso de material anticuado para la formación técnica.
Desde el estallido social (octubre, 2019 en adelante) y quizás antes se ha venido produciendo una emergencia de nuevas organizaciones, que tomando las experiencias pasadas y recientes, vuelven a asumir una concepción rupturistas y de clase pero desde los sectores populares que la izquierda aburguesada no le interesa en asumir o que la asume desde el análisis de la realidad, desde alguna academia.
Resulta particularmente interesante y positivo que se haya logrado formar Estudiantes por la Causa Popular, ECP, que por lo que aparece en sus publicaciones en redes sociales, focaliza su programa, demandas y pliegos precisamente hacia los territorios, hacia los sectores populares y todo desde una perspectiva clasista y revolucionaria.
Fue este colectivo, quizás entre muchos otros, los que convocaron al MOCHILAZO al inicio del año escolar (2021) y que logró convocar una marcha en el centro de Santiago de estudiantes secundarios hacia el Ministerio de Educación y hacia el palacio presidencial de La Moneda uniendo las demandas propias con la libertad a todos los presos políticos, como la renuncia de Piñera, clamor nacional y que ahora volverán a convocar a otro MOCHILAZO para este 18 de marzo.
Pero, ¿cómo nace ECP? ¿cuáles son los planteamientos de ECP?
El 29 de marzo (2020) esta joven organización (tanto en edad como en tiempo de funcionamiento) señala en el sitio KaosenlaRed lo siguiente:
“Somos una organización estudiantil y popular, estos principios motorizan nuestra lucha y nuestro quehacer, y da nombre a nuestra organización”.
“Nos fuimos encontrando en diversas experiencias de lucha, ya sea colectivos secundarios, espacios de formación política, casas de estudios y luchas territoriales. Es por esto que nuestra organización no surge de la nada, sino que es el resultado de un arduo trabajo que alcanzó su tope principalmente en nuestro espacio formativo juvenil, la Escuelita Marcos Ariel Antonioletti, en donde decidimos asumir el deber de atender las necesidades de organizarse y dar un paso cualitativo hacia la construcción de la fuerza necesaria para crear una alternativa real y popular en el mundo estudiantil. Así, pudimos ir definiendo en el camino las orientaciones políticas comunes dentro de la militancia, estas son el posicionarse en contra del sistema capitalista así como también contra su más poderoso aliado, el patriarcado. A su vez, Estudiantes por la Causa Popular -ECP- fundamenta su acción combativa y clasista en el hecho histórico de la lucha de clases y rechazamos categóricamente cualquier estrategia que tienda a la conciliación de las clases antagónicas. Nuestra causa es popular, somos hijxs de la clase trabajadora al servicio de sus luchas y las del pueblo”.
“No pretendemos ser el mesías que salve la política estudiantil (vamos contra todo paternalismo burgués), sino poner a disposición de nuestra clase, de la juventud popular y de lxs estudiantes, nuestra fuerza y nuestra organización para ser una alternativa a las corrientes reformistas y vacilantes que hoy vemos en nuestros espacios”.
“Pensamos firmemente que la lucha organizada no puede tener límite alguno, es por eso que nuestro llamado es: ¡A FORTALECER LA ORGANIZACIÓN ESTUDIANTIL Y POPULAR!”
Nota de la Redacción: El compañero Marcos Ariel Antonioletti fue un dirigente, combatiente y militante del Movimiento Juvenil Lautaro que fue hecho prisionero politico y asesinado en su intento de fuga de la cárcel.
Facebook de ECP. se invita a difundir estas interesantes e importantes propuestas que encontrarán en el facebook de la organización estudiantil
https://www.facebook.com/xlacausapopular
Homenaje a los estudiantes clasistas y populares