CHILE: OCTUBRE ROJO, SUBVERSIVO Y POPULAR
(ROMPIENDO LA ILUSIÓN BURGUESA)
OCTUBRE ROJO
En la historia universal hay dos revoluciones que marcaron el devenir de la humanidad, la Revolución Francesa considerada la primera revolución burguesa (1789), aunque posterior a la independencia de Estados Unidos 1779 y la Revolución de Octubre o Bolchevique (1917) considerada la primera revolución proletaria o socialista. Si en la primera revolución, la burguesía tuvo un papel revolucionario posteriormente asume su carácter reaccionario contra el cual el proletariado asume la tarea histórica de la revolución en contra de ella. Esto es importante recordarlo ya que pudiera haber ilusos que en el actual contexto histórico pudieran pensar que es posible hablar de un sector burgués-revolucionario o simplemente de una burguesía revolucionario lo cual es francamente contra natura y contra toda evidencia científica actual.
Tomado el poder en la Rusia zarista por los bolcheviques, el proletariado mundial tuvo por primera vez la constatación real que la revolución sí era posible, y que el derrocamiento de la clase dominante burguesa era factible de la mano del proletariado. Que aquello planteado por Marx y Engels en 1848 había dejado de ser una utopía como la quisieron clasificar los políticos y filósofos burgueses y que se transformaba en los hechos en un cuerpo teórico de la praxis, del movimiento revolucionario, de los obreros y campesinos.
Discurso de Lenin al ejército rojo
Lenin, ¿Qué es el poder soviético?
Los bolcheviques quizás jamás pensaron que su revolución fuera a influir en tierras tan lejanas como en Chile. Si Recabarren fundó en 1912 el Partido Obrero Socialista, primer partido obrero de la historia de Chile, el triunfo de la revolución rusa sin duda tuvo un impacto. Tanto así que el POS da paso a la formación del Partido Comunista (1922) integrándose posteriormente a la Internacional Comunista y asumiendo como propio las 22 condiciones para su afiliación.
La construcción de nuevo Estado Socialista fue fuente de profundos y nuevos aprendizajes por parte del proletariado internacional y de la lucha de la clase obrera y campesina en cada país asumiendo las particularidades propias desde las diferentes realidades.
El 1º de Octubre, 1949, el Partido Comunista de Chile junto a su ejército revolucionario se toma el poder y funda la República Popular China. Terminaba por emerger, ahora a nivel internacional, un carismático líder revolucionario: Mao Tse Dung. Las aportaciones de Mao a la lucha revolucionaria giró en torno a la valoración del campesinado, a la estrategia militar de la guerra popular prolongada, a la lucha contra el revisionismo y la necesidad de la revolución cultural y por lo tanto a la existencia de la lucha de clases en el socialismo como dentro del movimiento comunista internacional que se expresará posteriormente en el quiebre con la dirigencia de URSS que ya revisionista asumía un carácter contra revolucionario y un rol de socialimperialismo.
Discurso de Proclamación de la República Popular China
Si el Partido Comunista de Chile fundado en 1922 tuvo un período revolucionario no tardó mucho en asumir el parlamentarismo y el reformismo como estrategia de construcción y de lucha. Fue reemplazando la lucha de clases por la conciliación de clases y fue asumiendo todo el viraje que iba operando el PCUS con su proceso de desestalinización, condena de José Stalín posterior a su fallecimiento (XX Congreso del PCUS)
El quiebre entre los dos gigantes del comunismo internacional, URSS y China, trajo también el reordenamiento del movimiento comunista internacional en una vertiente revisionista o pro soviética y otra revolucionaria pro China y posteriormente maoísta. Se comienza a configurar o rescatar una interpretación revolucionaria del marxismo-leninismo y por lo tanto de la práctica de una nueva generación de revolucionarios que esta vez no sólo se formaban en el combate contra la burguesía, el imperialismo sino también contra el reformismo y el revisionismo.
La confluencia de un amplio espectro de sectores revolucionarios lleva a la formación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (1965) con la intención de hacer la revolución en Chile, revolución postergada por los antiguos partidos obreros ya parlamentarizados.
OCTUBRE SUBVERSIVO
En 1967, Bolivia, caí en combate el Che Guevara, 8 de octubre. Después de impulsar la guerrilla, y habiendo sido abandonado por el Partido Comunista de Bolivia, es capturado y asesinado. Sin duda fue un duro golpe para el movimiento revolucionario internacional. Su imagen y ejemplo lo ha inmortalizado como ícono del revolucionario, del hombre nuevo del ejemplo a seguir por lo pueblos pobres del mundo.
Si bien el MIR impulsó el internacionalismo revolucionario conformando la Junta de Coordinación Revolucionaria (1973-1976) con otras fuerzas del cono sur (PRT-ERP de Argentina, MLN Tupamaros de Uruguay, ELN de Bolivia) asumiendo también la lucha armada, el proceso vertiginoso desatado por la elección de Salvador Allende, pilla al MIR en medio del golpe militar-oligárquico (11 de septiembre, 1973) sin haber podido concluir la construcción del MIR en un verdadero partido revolucionario. La brutal represión desatada por las fuerzas golpistas cayó también sobre el MIR cayendo abatido el 5 de octubre de 1974, Miguel Enríquez Espinoza, secretario general del MIR. Concluía ahí una forma de entender la construcción y la lucha revolucionaria en Chile.
Caída en combate de Miguel Enriquez
Junta Coordinadora Revolucionaria
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-96185.html
Los años de la dictadura supuso también un aprendizaje para las masas oprimidas. La necesidad de la autodefensa de masas, de la creación de milicias populares y contar con una propia fuerza militar se hizo cada vez más necesario. Si el Partido Comunista fundó en diciembre de 1983 el Frente Patriótico Manuel Rodríguez como su brazo armado esto no significaba de modo alguno que el PC dejaba atrás su pasado parlamentarista, reformista o revisionista, para nada. Continuaba siendo lo que había sido desde hace décadas asumiendo “formas agudas de lucha” en el mismo momento que continuaba negociando con los partidos burgueses incluso con aquellos que propiciaron el golpe de estado.
Como era de suponer, las contradicciones entre el PC y su aparato armado, FPMR, se agudizaron en la misma medida que el pueblo avanzaba en su aprendizaje armado y para-militar lo cual iba de la mano con la agudización de la lucha de clases y la crisis del capitalismo bajo la dictadura militar-burguesa. La división entre ambos se produjo. El FPMR pasa a ser ahora FPMR-Autónomo bajo el liderazgo del comandante José Miguel, Raúl Pellegrín Friedmann ex combatiente del Frente Sur del FSLN).
Si la oposición burguesa a la dictadura de Pinochet junto a la misma dictadura impuso el Plebiscito del 5 de octubre de 1988 como salida a la grave crisis del capitalismo en Chile y dar así inicio a la transición, pacto en el cual también participó el Partido Comunista, el FPMR-Autónomo responde con la irrupción de la Guerra Patriótica y Nacional (GPN) el 21 de octubre de 1988 con la toma militar de los poblados de Los Queñes, Pichipillahuén, La Mora y Aguas Grandes en forma simultánea. Es en la toma de Los Queñes en la cual participa el comandante José Miguel, máximo dirigente del FPMR-Autónomo, junto a Cecilia Magni, comandante Tamara. Ambos comandantes son tomados prisioneros y torturados hasta la muerte. El 21 de octubre sería el fin de una etapa donde una nueva generación de revolucionarios intentó construir organización revolucionaria, teniendo como su origen un partido reformista, y que intentara también derrotar la traición que estaba ya en marcha con la transición hacia la “democracia”.
Como era de suponer, la transición a la “democracia” volcó todas las fuerzas del Estado contra los movimientos armados nacidos durante la dictadura. Las cárceles se llenaron de nuevos presos políticos, de combatientes. Es el 10 de octubre de 1992 cuando un grupo de combatientes rodriguistas, FPMR, deciden realizar una fuga. En ella son heridos, rematados y abatidos por las fuerzas represivas los combatientes Pedro Ortiz, Mauricio Gómez Lira y Miguel Martínez. Este sería uno de los primeros asesinatos de la Concertación.
OCTUBRE POPULAR
Pasarían décadas de predominio neoliberal con la cooperación de amplios sectores de izquierda. El derrumbe del campo socialista impuso una ola reaccionaria quizás sin precedentes donde la debilidad ideológica y el oportunismo de los partidos antiguos de izquierda los hizo renunciar a toda interpretación revolucionaria de la realidad, asumir como propio el programa de la derecha y convertirse en partidos reaccionarios totalmente.
La consolidación de lo realizado por la dictadura militar-oligárquica, como su perfeccionamiento, también supuso la represión de las organizaciones sociales, populares y revolucionarias, la militarización de la Araucanía, la criminalización de los movimientos sociales como su infiltración y la inundación de ideología reaccionaria los hogares del pueblo. Esto permitió hacer de Chile el centro de operaciones del imperialismo y del capital transnacional y con ello la firma de más de 25 tratados de libre comercio.
Fue el 18 de octubre de 2019 que la paciencia del pueblo simplemente se acabó. El estallido social rompió todos los análisis tanto de los politólogos burgueses como de los analistas del proletariado. Las marchas multitudinarias, el ejercicio de la violencia popular, la reaparición de la autodefensa de masas ya no como grupos pequeños sino asumida por las masas, un amplio movimiento sin conducción y autoconvocado que duró desde octubre del 2019 hasta marzo del 2020 simplemente fue el comienzo del derrumbe de una forma de neoliberalismo y quizás el inicio de otra forma del mismo o simplemente el perfeccionamiento del capitalismo en este nuevo ciclo.
A este impulso popular sin conducción se impuso nuevamente la salida burguesa sobre la sangre de 48 personas asesinadas, 600 personas víctimas de trauma ocular, 2 personas que quedaron completamente ciegas al perder ambos ojos como consecuencia de la represión policial. Más de 2500 presos políticos, 800 casos de mujeres abusadas por las fuerzas policiales y 8000 denuncias de torturas.
Si bien la revolución bolchevique y china ocurrieron hace décadas, y si bien en el caso de la URSS esta ya no existe y en el caso de China esta se encuentra integrada en las redes internacionales del capitalismo, ambas revoluciones traicionadas, los aprendizajes siguen retumbando y las condiciones materiales siguen estando allí como fundamento y necesidad de la revolución del cual Chile no es una excepción.
La lucha de clases sigue cobrando sus víctimas a diario. La burguesía sigue profundizando las condiciones miserables de la mayoría, la vida sigue siendo indigna para la inmensa mayoría y la revolución sigue esperando nacer.
La lucha de clases, y su agudización, sólo tienen dos formas de solucionarse: por una salida reaccionaria o por una salida revolucionaria no existiendo una tercera alternativa. Con todos los octubres rojos, subversivos y populares que han ocurrido ya, nuestro deber es sacar las mejores lecciones y aprendizajes, someter a la realidad a una interpretación revolucionaria, pero por sobre todo someter nuestro propio accionar a la autocrítica. Sólo así la revolución podrá encontrarse con la historia, hermanarse y ambas vencer.
Algo para recordar. A 2 años del estallido social