CHILE: UN FASCISTA EN LA COMISIÓN DE DD.HH DE LA CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL ¿Y QUÉ?
La política chilena se ha acostumbrado a las puestas en escenas y también a una especie de esquizofrenia especialmente en la izquierda, hoy progresismo.
Escándalo ha causado la designación del ex almirante Jorge Arancibia, reconocido pinochetista, fascista y negacionista de los crímenes contra la humanidad en la Comisión de Derechos Humanos de la Convención Constitucional. Las agrupaciones de víctimas de la represión durante la dictadura ha exigido su salida inmediata por todo lo que significa aquello. Sin embargo…
Al interior de dichas agrupaciones, como detrás de ellas, se encuentran los partidos de izquierda de antaño en especial aquellos provenientes de la Unidad Popular, soporte del gobierno de Salvador Allende. Estos partidos, en su mayoría, no tuvieron problema alguno, junto a la Democracia Cristiana, en firmar una acuerdo para producir una transición pactada a la “democracia”, consolidar la “obra” de la dictadura y perfeccionar el neoliberalismo hoy en tela de juicio y en crisis.
Tampoco una vez en el gobierno tuvieron problemas en reprimir a los movimientos armados que nacieron durante la dictadura mediante la guerra sucia impulsada de la mano de Oficina de Seguridad y de asesinar desde 1990 hasta el 2019 a alrededor 100 luchadores sociales, encarcelar a mas de 500 militantes revolucionarias y de compartir el parlamento sin problemas con los defensores acérrimos de la dictadura. Nunca fueron capaces de pedir juicio y castigo contra los Generales Civiles del Golpe de Estado ni menos de todos aquellos que ocuparon cargos de gobierno en ese período. Tampoco tuvieron problemas en rescatar a Pinochet de Londres cuando sabían que esa era la única oportunidad para llevar al asesino y genocida a la cárcel.
Pero su desfachatez continuó. La ex concertación y Nueva Mayoría junto a una parte importante del Frente Amplio no tuvieron problemas en firmar el Acuerdo Nacional del 15 de noviembre, 2019, que salvó al gobierno de Piñera de caer en medio del estallido social y asegurar así su impunidad y de todos sus ministros.
Pero, ¿acaso no fue el Frente Amplio el que permitió que la derecha fascista obtuviera un puesto, que fuera incluida en la directiva ampliada, comisiones, de la Convención Constitucional si necesidad alguna para aquello?
Que estas fuerzas políticas se muestren ahora sensibles a las violaciones a los derechos humanos cuando en los hechos no han hecho otra cosa que traicionar a sus muertos y desaparecidos, es por lo decir lo menos, un acto de cinismo y descaro, y por qué no decirlo, una actitud de cara de rajas.
En la conquista de la justicia y en la defensa a los derechos humanos la Concertación y sus derivados aun tienen cuentas pendientes y que no se han pagado por el peso de los crímenes y terrorismo ocurrido durante la dictadura pero no porque esos hechos no se hubiesen repetido durante la transición. Si Jorge Arancibia no tiene que estar en la Comisión de Derechos Humanos tampoco ningún representante de la derecha fascista como tampoco ningún representante de la ex concertación.
La Oficina de Seguridad, el aparato de inteligencia de la Concertación