LA POLÍTICA TRADICIONAL EN CHILE: UN CIRCO DE TRES PISTAS

Pasadas las elecciones de la Convención Constitucional, todos los partidos y pactos desde el Partido Liberal hasta el Frente Amplio han dado un espectáculo patético que es más parecido a una bofetada a las tremendas ansias de transformación que se viene expresando desde el 2011, pasando por el estallido hasta el 15 y 16 de mayo.
Vetos van y viene, acusaciones, golpes mutuos y ahora cada uno se da cuenta que entre ellos tienen objetivos y miradas de la realidad que son diferentes y opuestas. Si esas diferencias son evidentes desde siempre no era necesario haber sometido al conjunto de la ciudadanía a todo un período de falsa unidad que a sabiendas cada uno sabía que era imposible desde los inicios. Los llamados más intensos de un lado y otro por la unidad sólo dependió en cada uno de los momentos de qué fuerza tenía en ese momento el sartén por el mango. Primero fueron la Democracia Cristiana y el Partido Por la Democracia que en base a su fuerza electoral anterior vetaba al Partido Comunista y al Frente Amplio y después desde desastre de la DC y PPD en las elecciones de la convención el PC y el FA pasaron a tener el satén por el mango por lo tanto les toco la hora de golpear.
Con todo lo anterior las ansias de transformación quedaron al medio y en tierra de nadie donde la Lista del Pueblo y de Independientes No Neutrales miran desde la lejanía.
Estas conductas que todos conocemos es lo que a pesar de la urgencia de los cambios que se deben realizar llevó a que en la elección de la convención la participación electoral haya bajado en un 10% y la abstención haya sido de un 60%. Quienes condenaron las posturas abstencionistas, quienes decidieron no participar en las elecciones quisieron erróneamente no validar esa crítica ácida hacia una clase política inepta que nuevamente, y siendo ella parte del problema, quieren secuestrar el estallido social erigiéndose ellos como los políticos profesionales únicos capaces para determinar el destino del pueblo.
Con este espectáculo resulta difícil imaginar los qué resultados habrá dentro de la convención más aun cuando desde el mismo Frente Amplio hay voces que van en la dirección de no ejercer la mayoría obtenida en las elecciones y dialogar e incluir las demandas de las derechas vencidas eso en circunstancias que ni siquiera se ha instalado la convención y ya están renunciando para el consenso al igual que lo hicieron en el triunfo del Si / No durante la dictadura.
Toda esa pudrición tendrá otra oportunidad para que se muestre en gloria y majestad que será desde aquí hasta noviembre en la negociación de las listas parlamentarias y presidenciales a desatarse en noviembre de este año.
Más allá de los resultados electores de la convención, el movimiento social sólo debe tener una cosa bien en claro: el pueblo sólo puede confiar en el pueblo mismo, los movimientos sociales sólo deben confiar en los movimientos mismos, la clase trabajadora y el pueblo sólo debe confiar en la clase y en el pueblo mismo no en la clase política que hoy pretende secuestrar un proceso que no les pertenece y que ha mantenido a más de 2500 personas privadas de libertad, a los 600 personas con trauma ocular, a las 300 mujeres violadas, a los 8000 personas torturadas y a los 48 asesinados sin justicia, sin reparación y sin verdad.
El movimiento social, el pueblo y los trabajadores no pueden permitir que sus demandas se parlamentaricen, que se convencionalicen que sea desde el parlamento y desde la convención donde se decidan las demandas. Los movimientos sociales deben recuperar masivamente las calles y desbordan no sólo la convención sino toda la institucionalidad. La necesidad de una Asamblea Constituyente sigue estando pendientes así como profundizar y ampliar la Democracia Directa en contraposición de toda esta corruptela y espectáculo.
Cabe también tener claro que este espectáculo de lucha por el poder entre estas facciones burguesas es el resultado de cómo cada una de ellas pretende convertirse en la facción hegemónica e imponer su visión de qué es lo que se debe hacer en Chile, claro está de espaldas al pueblo.
En esta situación, es fundamental que la izquierda insumisa, aquella que se encuentra desde fuera de la institucionalidad y desde los territorios, levante cabeza, se transforme en alternativa popular y nacional y se convierta, nuevamente y al igual que lo hiciera durante el estallido, en el epicentro de los cambios estructurales que se requieren. Levantar las banderas del anti capitalismo, batirse contra la oligarquía, hablar y avanzar sobre la revolución, sobre el socialismo es hoy fundamental.
SE COMIENZAN A CAER LAS CARETAS NUEVAMENTE.
En medio de todo esto, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro saludó el triunfo de la derrota de las fuerzas de la derecha fascista en la convención y acusando a Piñera de los crímenes cometidos durante el estallido. Ante esto fue precisamente Gabriel Boric y ni siquiera el gobierno de Piñera o las fuerzas que lo sustentan declarando que para él, en cuanto a las violaciones a los derechos humanos, Maduro y Piñera eran lo mismo. Como hemos dicho muchas veces antes en otros artículos, Boric ha sido uno de los políticos profesionales del Frente Amplio que ha atacado constantemente a los procesos populares en América Latina desde hace tiempo. El carácter reaccionario no sólo se puede vestir de derecha fascista sino también de frenteamplismo.
ALGO PARA RECORDAR