NUESTRA AMÉRICA VENCERÁ
Hace ya algunos meses, diversos medios alternativos populares, de diversos países latinoamericanos, han venido desarrollando un arduo trabajo para dar forma a un nuevo canal latinoamericano de carácter popular y que sea el espacio para dar cuenta de las luchas y victorias que los movimientos sociales, a lo largo y ancho del continente, vienen dando.
La iniciativa, denominada NUESTRA AMÉRICA, viene a dar un poderoso impulso a estas luchas y constituye un gran ejemplo por cuanto quizás sin planteárselo, sus integrantes, lo que resume este arduo trabajo se puede resumir en aquello de “Hacer lo mejor que se pueda con lo poco que tenemos” y sin duda el trabajo a pulso cuyo principal factor es la experiencia de lucha desde las comunicaciones ha sido lo que representa a los colectivos integrantes de esta nueva experiencia.
A modo de contribuir al debate que abre NUESTRA AMÉRICA adjuntamos en este artículo EL DIÁLOGO DE AMÉRICA, 1971 desarrollado entre el presidente Salvador Allende y el comandante Fidel Castro durante el gobierno popular en Chile.
Es particularmente interesante escuchar y analizar lo que aquí se plantea, especialmente, cuando desde algunos sectores se pretende reinstalar la idea de hacer los cambios sociales, ya no la revolución ni menos el socialismo, desde el interior de la institucionalidad burguesa, mediante la utilización de la democracia burguesa ya no como un elemento táctico sino estratégico. El trágico desenlace de la experiencia Vía Chilena al Socialismo debe estar hoy presente más que nunca como una forma de hacer conciencia en las masas y de dirigirlas hacia el campo revolucionario y no hacia la conciliación de clases.
También es interesante porque también Fidel encarna una nueva forma de concebir la revolución, desde la lucha armada, y una construcción particular de socialismo.
La revolución no sólo está pendiente en Chile sino en América Latina y serán los mismos movimientos sociales, la creación de los partidos revolucionarios que aun no aparecen en toda su expresión y dimensión, la creación de esa fuerza material que sepa resistir ante los ejércitos oligárquicos como la creación de los frentes únicos lo que seguramente nos llevará a la victoria. Lo único seguro por el momento es que falta mucho debate, volver a los clásicos de la revolución y descartar las vías de conciliación de clases como la forma para liberar al proletariado y los pueblos.