PERÚ: Y LA LIBERTAD ¿CUÁNDO?
El dramatismo que acompañó la elección y asunción de Pedro Castillo en Perú fue posteriormente acompañado por una relativa calma, que más allá de la renuncia de un ministro y de la histeria fascista, hasta ahora el gobierno sigue su curso en la administración del aparato del Estado. Sin embargo la situación en Perú no ha dejado de ser tensa y que pueda esconder un conflicto latente que en cualquier momento pudiera estallar teniendo como su epicentro las fuerzas golpistas de siempre.
A pesar de ello, existe una demanda de suma importancia que por lo menos, en la prensa internacional, no ha estado presente, cual es, la liberación de todos los presos políticos y la derogación de todas las leyes represivas impuestas en los gobiernos anteriores y que vienen de la dictadura de Fujimori.
El reciente fallecimiento del Dr. Guzmán, Abimael Guzmán, y la represión desatada en medio de la campaña presidencial contra Movadef y Fudepp en la Operación Olimpo, debe traer la pronta acción del gobierno de Castillo para liberar a todos los presos que hoy se encuentran recluidos injustamente. Esta acción pendiente no sólo se debe traducir en la libertad de los combatientes comunistas encarcelados sino también en relación a los presos tupacamaristas que como Víctor Polay purgan condenas injustas.
Cabe señalar que el alzamientos en armadas por ambas organizaciones no fue más que el ejercicio pleno del legítimo derecho a la rebelión por parte del pueblo peruano contra un modelo económico que en lo sustancial no ha cambiado desde aquel alzamiento y cuyo grados de corrupción hizo que cayeran sucesivos gobiernos, un ex presidente se suicidara y otro arrancara para esconderse detrás de las faldas del imperialismo.
La bandera enarbolada por Movadef, amnistía y los derechos fundamentales, no sólo necesaria sino justa. Un gobierno que se presenta como representante del pueblo, de los excluidos, marginados y reprimidos por las políticas capitalistas sólo debe avanzar raudamente en esa amnistía y en la defensa de los derechos fundamentales cercenados a muchos. De no ser así tendrá que cargar con el peso de la historia que dirá que solamente fue una brisa en los altos grados de represión y miseria que vive el pueblo peruano y será recordado como un continuador en muchos aspectos.
La libertad de todos los presos políticos es urgente hoy y no mañana que será demasiado tarde. La justicia cuando tarda no es justicia y la libertad de nuestros hermanos y hermanas presas es del todo justo.