EN LA GUERRA EL HONOR Y LA DIGNIDAD ENTRE ENEMIGOS SON PRINCIPIOS BÁSICOS
TESTIMONIOS DE PRISIONEROS Y HERIDOS EN LA GUERRA
TESTIMONIO #01:
EL PERDÓN DE VIDA QUE UN PILOTO ALEMÁN LE DIO A LA TRIPULACIÓN HERIDA DE UN B-17 EN LA 2GM.
El 20 de diciembre de 1943, un bombardero B-17 del Ejército de Estados Unidos, apodado “Ye Olde Pub”, pilotado por el Teniente 2º Charlie Brown regresaba a Inglaterra después de una misión sobre la ciudad de Bremen, Alemania. durante el bombardeo, la artillería antiaérea alemana había provocado serios daños en el avión, la mayoría de las armas inutilizadas y sólo dos motores funcionales, por lo cual no podía seguir al resto de la formación en un viaje de regreso por lo que iba solo.
Poco tiempo después varios cazas alemanes lo atacaron, dañando aún más al bombardero, dejándolo con un solo motor funcional, el artillero de cola muerto y la mayor parte de su tripulación malherida o inconsciente. Tras sobrevivir a ese nuevo ataque alemán, el B-17 fue interceptado por un as de la Luftw*ffe, el Coronel Franz Stigler, a bordo de su Bf-109G-6.
Cuando el piloto alemán se acercó al B-17 lo vio destrozado, y pudo ver a través del fuselaje a los tripulantes heridos que iban a bordo, el bombardero era un blanco fácil, pero Stigler no disparó, arriesgándose a ser derribado por los artilleros del B-17, pero éstos tampoco abrieron fuego contra él por el estado de estos, los escolto hasta donde pudo pero…
¿Por qué no derribo al bombardero, Stigler?
Stigler tiempo después dijo: ¨Recordé las palabras de uno de mis oficiales al mando de la Jagdgeschw*der 27, Gustav Rödel, durante mi período de combate en el norte de África: -Si alguna vez veo o escucho que disparas a un hombre en paracaídas, te dispararé yo mismo-. Stigler termino la anécdota con: «Para mí, era como si estuvieran en un paracaídas. Los vi y no pude derribarlos» además de que no sería algo honorable para el.
Después de la guerra, Stigler se mudó a Canadá. En 1986 el entonces Teniente Coronel Brown por fin contó la historia ocurrida el 20 de diciembre de 1943 y con ello Brown se puso a buscar registros que le permitiesen identificar a aquel piloto alemán. Cuatro años después recibió una carta de Stigler identificándose como el piloto del Bf-109 que le había escoltado. Cuando hablaron por teléfono, el piloto alemán dio detalles de lo ocurrido que sólo conocía Brown, probando que su testimonio era cierto. Brown y Stigler se hicieron buenos amigos, se veían casi como hermanos hasta que ambos fallecieran en 2008.
TESTIMONIO#02:
EL CADÁVER DE ABIMAEL GUZMÀN
No saben qué hacer con el cadáver de Abimael. Toda la prensa mercenaria clama al cielo para que el despojo sea cremado y esparcidas sus cenizas en el mar de Grau. Pero, ¿no se manchará el mar de nuestro héroe? ¿Tal vez arrojar las cenizas a los ríos? ¿Y no responderán embravecidos los anchurosos torrentes que cobijaron a Javier Heraud? Quizá esparcirlas en el Titicaca, aguas que fueron de Manco Cápac y de Mama Ocllo, ¿pero no saltarán ofendidas y con ella los hermanos bolivianos?
Mientras tanto, el cadáver, ay, seguirá muriendo.
Y la cavernaria derecha, con algunos pudorosos izquierdistas, en tanto, se suman al coro centenario de los explotadores de siempre, para quienes arrojar las cenizas de Abimael al mar o al viento o a los ríos o a los lagos o a los volcanes, es superar la horrenda pesadilla que vivimos, pero que siempre, ay, se mete en los sueños de los inmaculados constructores de la patria.
¿A nadie se le habrá ocurrido esparcir las cenizas terroristas por el infinito o ilimitado espacio que cobija a la luna y a las fulgentes enanas blancas? ¿O arrojar esos despojos polvorientos a los abisales agujeros negros que nos miran y nos esperan con codicia? Así, tal vez, la sombra, la memoria, la pesadilla, el averno que significa el muerto senderista ya no pueda volver a plagar de insomnio el seráfico sueño de los mayores hipócritas que ha conocido nuestra historia.
Pero, el cadáver, ay, seguirá muriendo, mientras desde el puquio de la desesperanza sigan bebiendo los abandonados, que hoy esperan sean colmadas sus ilusiones; de lo contrario, irá creciendo, una vez más, un sordo descontento, una incontrolable marejada, que ningún espacio alcanzará para cobijar las cenizas de todos los amarus que serán sacrificados mientras busquen sembrar la justicia en nuestro fértil territorio.
(GBJ)
TESTIMONIO #03:
LA QUEMA DE BRUJAS
No fueron las brujas las que ardieron. Eran mujeres. Mujeres que fueron vistas como:
Muy bonitas, muy cultas e inteligentes.
Porque tenían agua en el pozo o una hermosa plantación (sí, de verdad)…
Mujeres que tenían una marca de nacimiento, mujeres que eran muy hábiles con la medicina herbal.
Mujeres que tenían una fuerte conexión con la naturaleza, mujeres que bailaban, mujeres que cantaban o cualquier otra cosa mínima.
Cualquier mujer corría el riesgo de ser quemada en el siglo XVII. Incluso fueron arrojadas al agua y si flotaban eran culpables y ejecutadas. Si se hundían y se ahogaban, eran inocentes.
Las mujeres fueron arrojadas por los acantilados, fueron colocadas en agujeros profundos en el suelo.
Por qué escribo esto?
Porque conocer nuestra historia es importante cuando estamos construyendo un mundo nuevo. Cuando estamos haciendo el trabajo de sanación de nuestros linajes y como mujeres. Dar voz a las mujeres que fueron masacradas, darles reparación y una oportunidad de paz. No fueron las brujas las que ardieron, Eran mujeres.
A quien corresponda
Texto: Arturo Cárdenas
TESTIMONIO #04:
LA IDEOLOGÍA DE “ODIO Y VENGANZA” SE CONCRETA EN CRÍMENES DE ODIO