ARGENTINA: ENTREVISTA A REVOLUCIONARIOS

(SI TODO LO PRODUCIMOS, TODO LO DECIDIMOS)

ARGENTINA: ENTREVISTA A REVOLUCIONARIOS

Comentario Previo, Revista América Rebelde Nº 21

La Revolución Cubana marcó con su triunfo no tan sólo a una generación sino a toda la historia de América Latina y a una forma de concebir la revolución donde la lucha armada constituye un elemento válido para derrocar al capitalismo y a la oligarquía y echar a andar las ruedas de la historia hacia el socialismo. 

Genaraciones enteras abrazaron esa forma de hacer la revolución adaptando esa visión a las condiciones particulares de cada nación y pueblo. Ese fue el caso del Partido Revolucionario de los Trabajadores (Argentina) que fue el producto de la fusión entre Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP, 1961, Santiago del Estero) donde destaca Mario Roberto Santucho y Palabra Obrera (Nahuel Moreno).

Sería en el IV Congreso que se produce la ruptura entre el PRT y el sector dirigido por Nahuel Moreno al rechazar este último de iniciar la lucha armada y la construcción del Ejército Revolucionario del Pueblo , ERP, esto también provocando la salida del PRT de la Cuarta Internacional (Trotskista). 

La experiencia del PRT no es sólo importante al interior de Argentina sino a nivel continental. Fue uno de los fundadores de la Junta de Coordinación Revolucionaria (!968-1971), JCR, integrada también por el MIR (Chile), MLN-Tupamaros (Uruguay), ELN (Bolivia), 

La represión de la dictadura cayó también con toda su bestialidad sobre el PRT, como contra el resto de las organizaciones revolucionarias y populares engrosando sus combatientes la larga lista de detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos. 

Desde entonces el legado del PRT-ERP ha anidado en la memoria y corazones del pueblo argentino y sus combatientes engrosan las filas de las y los revolucionarios de la TRIcontinental. Son muchas las organizaciones populares y revolucionarias que reivindican a Santucho como uno de los mejores hijos que la lucha de clases ha dado. La entrevista al PRT es a aquella organización que se reclama continuadora de esa gesta heroica y que reproducimos en forma completa. 

La importancia de esta entrevista es precisamente por los hechos que se han venido ocurriendo en Argentina como de la profunda crisis en que se encuentra el capitalismo en ese país donde el anterior gobierno, Macri, abrió y entregó por completo la economía argentina al Fondo Monetario Internacional donde sin duda este, el FMI, ha tenido responsabilidad en la actual crisis como también una gobierno progresista que se ha visto doblegado ante las presiones de la oligarquía. 

Respuesta previa de la Comité Central del PRT a América Rebelde.

Estimados compañeros: basándonos en los ejes que les propusimos días atrás, armamos esta entrevista con la Dirección de nuestro Partido. Decidimos no utilizar textos previamente elaborados para contestar las preguntas, sino que efectivamente hicimos la entrevista, grabamos el audio, lo desgrabamos y aquí lo transcribimos. Pensamos que, de esta manera, a modo de charla, el resultado final puede ser más dinámico para el lector. Probablemente terminamos teniendo un texto demasiado extenso. Estamos inmersos en un escenario de lucha ideológica y política tan profunda a nivel mundial y local que inevitablemente los temas hay que desarrollarlos en profundidad. Sumado a que –probablemente- nuestros compañeros no pueden desprenderse de la pasión a la hora de hablar de la política y la revolución. El texto que adjuntamos es el resultado del trabajo que preparamos para uds. Siéntanse con la libertad de disponer de este material a vuestro criterio. Esperamos les sea de utilidad. Nuevamente les agradecemos tan fraternal convocatoria. Un abrazo revolucionario de este lado de la cordillera.

Comité Central del PRT – Propaganda Nacional

Convocamos en esta oportunidad a Eduardo Valenzuela, Secretario General del PRT, Partido Revolucionario de los Trabajadores de Argentina.

Antes de comenzar, estimados compañeros de América Rebelde, queremos agradecerles por esta fraternal convocatoria y por permitirnos expresar en este medio de difusión de nuestro hermano país, nuestros puntos de vista, nuestro análisis y nuestras convicciones revolucionarias. Esperamos desde ya que este material sirva para profundizar los debates y los tan necesarios lazos que debemos seguir construyendo los pueblos en pos de nuestra emancipación.

¿Cómo analiza el PRT la situación a nivel internacional en relación a épocas pasadas?

En principio siempre preferimos partir del presente para hablar del pasado, para contemplar el pasado. Y para eso tenemos que hacer una referencia directa a la crisis política internacional que atraviesa el sistema capitalista. Una de las claves en las que se basa la táctica y la estrategia política de nuestro partido es un análisis permanente para comprender la lucha de clases en el plano internacional.

Partimos que existe a nivel planetario una crisis política de magnitud, crisis que va a contrapelo de las necesidades del sistema capitalista, de los procesos de concentración económica y centralización de capitales, a esa tendencia histórica que requiere de una concentración política.

Inversamente en los pueblos, esa tendencia a la concentración económica y centralización de capitales lleva a una profundización de las aspiraciones democráticas de los pueblos. Nos gusta decir que son como dos locomotoras que en sentido inverso transitan por la misma vía. En un momento se van a encontrar y van a chocar. Situación que se va desarrollando a nivel planetario sobre todo cuando la burguesía monopolista no encuentra fácil los caminos de centralización política.

¿Pueden dar ejemplo un ejemplo de esto?

Primero decir que esto es inédito en la historia del capitalismo. Y nos referimos a su envergadura. Debemos recordar que cuando en la necesidad del capitalismo prima lo político, se da por ejemplo el primer encuentro entre Nixon y Mao en 1972 (que luego se va a desarrollar desde el concepto de la “globalización” con Xi Jinping como protagonista de ese proceso).

Volviendo. En aquellos años 70 se va a dar un salto en lo político, un avance en la centralización política de la época, con los gobiernos de Nixon, Thatcher y el propio Reagan. El imperialismo, el capitalismo desde sus más altas esferas de decisión tenía un alto grado de centralización política. Desde allí se llevó adelante el denominado proceso de “globalización”. Hubiera sido imposible sin esa condición lograr un proceso de tal magnitud de concentración económica y de centralización de capitales.

La “globalización” expresó esa centralización política con grandes resultados para la clase en el poder que años después la llevaron a una dominación muy clara en ese plano.

Volviendo al presente…

Tenemos que ir viendo cómo aquella centralización política hoy se ve en totalmente bastardeada, un problema para ellos que se observa a simple vista. Hace poquitas semanas se llevó adelante el encuentro de la Comunidad Europea. Para concretarlo pasaron muchísimos meses, pero las contradicciones que igual se expresaron no las pudieron ocultar. Cada país o grupo de países abordó el tema de la crisis (supuestamente de la pandemia) para no decir el agravamiento de la crisis estructural del sistema capitalista. Fuerzas en disputa, disputas intermonopolistas que se expresaron en esa reunión con una rigurosidad a jamás vista. Hay que decir que la síntesis que no logran política difícilmente se podrá lograr en lo económico.

Y en esta situación hay que tener bien claro el tema del Estado. Nuestro partido caracteriza que en la etapa actual estamos bajo el Capitalismo Monopolista de Estado (CME). Una etapa histórica en donde los monopolios se han apoderado de los Estados, de todas sus instituciones que, de una u otra manera, están subordinadas a los monopolios. En su primera fase esta presencia política era en forma indirecta, en forma solapada, mezclada con viejas formas de dominación política. Sin embargo, hoy estos monopolios y estas disputas monopolistas se están dando dentro de los propios Estados, lo cual agudiza el problema de la crisis política.

¿Es lo mismo crisis política que “guerras comerciales”?

Nos estamos acostumbrando a que la burguesía empiece a llamar a esta crisis política como “guerra comercial”. Es decir: con una mitad de la verdad están escondiendo una gran mentira. Es cierto que hay guerras comerciales, pero cuando la burguesía monopolista utiliza ese término lo hace intencionadamente, desde su ideología, quiere que los pueblos veamos las cosas de una manera que le sea funcional a ella.

Pongámoslo con un título: “Se profundiza la guerra comercial entre EEUU y China”. ¿Cuántas veces hemos leído esto o lo hemos visto los titulares por TV? Pero cuando empezamos a escarbar un poquito sobre esto empezamos a ver con claridad que esa “guerra comercial” en realidad está expresando una guerra de intereses intermonopolistas. Hace unas semanas atrás –por ejemplo- la automotriz Ford anuncia el lanzamiento de un nuevo modelo. Una nueva camioneta de última generación, con toda la tecnología. La misma se va a producir en las plantas que la Ford tiene en China. Ni que hablar de empresas como GM, VW y tantas otras. Hay un dato interesante: a partir de diciembre de 2019 estas empresas pueden producir en china con el 100% de su capital, es decir, enteramente como empresas privadas. Ya no como empresas mixtas con 51% del Estado chino y 49% de capital privado.

Y hablamos de la industria automotriz ya que es una punta de lanza, pero podríamos referirnos también a las tecnológicas, la agroindustria, químicas, farmacéuticas… En plena crisis, estos monopolios están elaborando una estrategia, una puja para abordar el mercado interno chino que -tomando a aquellos que pueden consumir- estamos hablando de 400 millones de habitantes.

Estas empresas por lo general están vendiendo más productos en China que en sus “propios” países. Empresas automotrices por ejemplo que levantan plantas de última generación en el gigante asiático y que además en estos últimos meses también han absorbido plantas chinas, compradas contado efectivo por esas multinacionales, que muchas veces no pueden exportar desde la propia China por esta mal llamada “guerra comercial”. Entonces producen triangulaciones, una forma hipócrita, una expresión de esa mentira a cara descubierta en donde utilizan otros países a donde la producción china va, llámese Tailandia, Camboya o Vietnam. Y lo producido sale con la etiqueta desde allí. Pasa por ejemplo en la industria de las zapatillas o la industria textil.

En este contexto vimos cómo la anexión de territorios, las guerras de conquistas, la eliminación violenta de todo régimen de propiedad y de producción remanentes de formaciones socio económicas anteriores, hizo que el capitalismo fuera configurando un solo mercado mundial, que en estos últimos años, sobre todo a partir de la caída del muro de Berlín y de la gran proletarización de Asia (con China e India a la cabeza), tuvo un avance aceleradísimo e impensado hace algunas décadas.

¿Cuáles son las razones fundamentales de la crisis que atraviesa el sistema?

Esta crisis política está dada por dos razones fundamentales. Una: estas disputar no es por nuevos mercados, es la disputa de los monopolios por mercados ya “colonizados”. En donde hay que llevar adelante a rajatabla una guerra por la competencia en el marco de esa fenomenal concentración de capitales que se está produciendo. La industria automotriz –por ejemplo- se concentra en tres o cuatro grandes grupos a nivel planetario. Ya no existe Renault, Citroen, Peugeot, Ford… Ahora son grandes corporaciones. El grupo que integra VW ha absorbido prácticamente a la mayor empresa china de baterías. Ford también está haciendo lo propio. Es una guerra intermonopólica.

Y cuando hablamos de la oligarquía financiera, de la crisis política que atraviesa la oligarquía financiera, lo hacemos en el más amplio sentido leninista. La oligarquía financiera en la fusión del capital industrial con el capital bancario. Esa fusión, en momentos de grandes tormentas, de torbellinos como este, están llevando a la humanidad al peligro de una tercera guerra mundial. Y lo decimos en los mismos términos que ya lo planteara Fidel hace más de una década. Si bien no hay hoy una tercera guerra mundial, lo que sí es cierto es que ya hay una preparación de esas confrontaciones.

Podríamos hablar de la situación en los países árabes o del otro gran foco que es el Mediterráneo. Incluso poner el ejemplo de Yibuti, en el cuerno de África, en donde existen varias bases militares.

Estamos hablando que la tendencia no es a una centralización política como necesitaría hoy el sistema capitalista para paliar los problemas económicos. Por el contrario, esta centralización política se aleja cada día un poquito más.

El otro aspecto que responde a la pregunta y que desde nuestro punto de vista es el principal, es que existe la lucha de clases. Y estamos hablando que los pueblos del mundo vienen desde el 2008 profundizando sus luchas democráticas, sus aspiraciones democráticas. Sus luchas políticas se han generalizado en todo orden. No sólo estamos hablando de los derechos políticos, hablamos de género, estamos hablando de los problemas de la defensa de la naturaleza en todas sus etapas y en todos sus escalones, estamos hablando de los derechos humanos.

Es decir, esas aspiraciones de los pueblos se contraponen con lo que necesitaría hoy el sistema. Como decíamos anteriormente esas son las dos locomotoras… Pero acá queremos hacer el acento en un aspecto central de esta lucha de clases: el papel del proletariado a nivel mundial, que a pesar del ocultamiento está empezando a jugar el papel que históricamente jugo: empezar a aparecer como clase. Y es allí que la burguesía, la clase dominante, tiene una dura piedra en el zapato de difícil resolución en el corto y mediano plazo.

¿Qué pasa en el terreno ideológico?

Somos conscientes que en los últimos 30, 40 años, en el plano ideológico la burguesía nos ha sacado una ventaja importante. Los pueblos no han dejado de luchar por sus derechos políticos como decíamos anteriormente, es más, esas luchas se han profundizado y se han incrementado.

Pero en cuanto a lo ideológico ellos trabajaron en algunas patas centrales y en todos los planos. El objetivo ha sido “hacer desaparecer” a la clase obrera. No sólo se la disfraza con frases célebres como que ahora “somos clase media” si podés acceder a un celular, a un auto, o a viajar (ubicándonos por el nivel de ingresos y no por su lugar que se ocupa en la producción), sino también ha machacado con “el fin de las ideologías” por ejemplo.

Ese aspecto hace que “la desaparición de la clase obrera” conlleve a la desaparición también de un pensamiento estratégico y de la necesidad de los pueblos el mundo en avanzar hacia otro sistema. Presentan ante los ojos del mundo como que las únicas opciones que tenemos los pueblos son un capitalismo “bueno” y un capitalismo “malo”; un capitalismo con tinte de neoliberalismo y un capitalismo populista. Desde ya no se puede hablar de otro sistema, de un sistema socialista, lo que hay son ricos y pobres, no existen las clases sociales…

Pero atención: la clase obrera en estos últimos 10 años viene avanzando, está en una etapa embrionaria de sentirse como clase, es cierto, pero sobre todo en algunos países este proceso embrionario ha comenzado a marchar. Puede empezar con una fuerza limitada, a rearmarse, pero ese entramado -cuando la lucha de clases se hace en virulenta y están esas bases materiales y en forma embrionaria- es en el que se asentará la ruptura con la ideología burguesa, lucha implacable que va a tender necesariamente a masificarse con otros ritmos.

¿Qué papel juegan los Estados en este proceso?

La burguesía también ha sido muy inteligente en ocultar el papel de los Estados como herramienta de dominación de una clase sobre otra. Cuando hablan de “guerra comercial entre EEUU y China” ocultan el Capitalismo Monopolista de Estado y el papel que cumplen los monopolios en la decisión que van tomando esos Estados. Mezclan Estado con gobierno como si fueran lo mismo.

La lucha de clases que se viene desplegando -quizás no a los ritmos que quisiéramos que se desarrolle-también está dejando al descubierto el tema de los gobiernos democráticos burgueses, ya sea con modos neoliberales o populistas. Gobiernos que necesariamente están obligados a responder a la lucha de los pueblos con una centralización política. Gobiernos que más allá de su carácter o su título -poco importa- cuando los intereses de la clase dominante, de los dueños del Estado que son los monopolios, comienzan a tener graves problemas con sus pueblos, comienzan a mostrar su verdadera cara, la del autoritarismo para intentar aplacar la lucha de las masas, la lucha de clases.

¿Cuál es la situación hoy en la Argentina?

La situación se inscribe en los lineamientos generales que ya planteamos. Para entender nuestro presente podríamos decir que con la dictadura que se origina en 1976 se intensifica y termina de consumarse el capitalismo monopolista en nuestro país, de hecho, ese fue uno de los objetivos de la dictadura: consolidar a los monopolios en el poder del Estado. Eso significó una lucha sin cuartel dentro de la propia burguesía donde había que liquidar cualquier vestigio de burguesía nacional, todo rastro de capitalismo de Estado de años anteriores.

Ese proceso de concentración había que habilitarlo desde lo institucional. Y se lo comienza a habilitar a partir del 55, podríamos decir. En el 76 termina de institucionalizarse en todas sus facetas. Capitalismo Monopolista de Estados ya con todas las cartas sobre la mesa.

En este marco hablemos del proletariado. Sobre todo, en la gran industria es un proletariado que no sólo está presente en número, no sólo está presente en la concentración de la producción (hablemos de la consolidación de los parques industriales, de los cordones industriales). Estamos hablando de un proletariado que es la punta de lanza de todo el proceso de generación de riqueza. Un proletariado industrial que en términos actuales podríamos concentrar en la agroindustria, la industria automotriz, siderurgia, acerías, minería, alimenticias, petroquímicas, minería, entre otras.

Lo mismo que estamos planteando en esta lucha en el mundo se traduce acá en nuestro país. Porque somos la clase que genera la riqueza, riqueza que se oculta. Solamente se habla del proletariado para decir que no produce, que es improductivo, que hay que subsidiarlo… Nos meten toda la ideología burguesa para ocultar dónde se genera la riqueza. Mientras que, en nuestras mesas, en donde trabajamos, donde comemos, estamos rodeados de productos industriales. Y muchas veces no le damos importancia a qué –por ejemplo- producir una sola camioneta necesita miles y miles de autopartes, muchas de las cuales si se producen en nuestro país. Sin embargo, nos dicen que “no hay clase obrera”, “que no hay producción”, “que no hay productividad”. No quieren hablar de cuanto se le ha expropiado a la clase obrera industrial esa enorme riqueza condensada en su fuerza de trabajo.

¿Y cómo está reaccionando ese proletariado?

Nuestro proletariado se ha puesto en marcha en la misma corriente histórica, la misma tendencia histórica del proletariado a nivel mundial. Embrionariamente está apareciendo, luchas proletarias que tienen un fuerte contenido de clase, se va encontrando la clase como clase.

Mentiríamos si dijésemos que este es un desarrollo fácil. Desde ya no es fácil y para que esto se siga profundizando a las luchas hay que sumarle un necesario y gran debate ideológico en el seno de la clase obrera, sin tapujos. Y lo tienen que apuntalar esas vanguardias que hoy están enfrentando las consecuencias de las crisis del sistema capitalista, que quiere llevar a la clase obrera argentina a ese salario miserable en el cual hoy se encuentra.

En nuestro país ese proletariado comienza nuevamente a jugar un papel, está empezando ahora a asumir esa responsabilidad histórica hacia otros sectores de la sociedad que están luchando por los derechos políticos. Un proletariado que toma las banderas de las luchas políticas para avanzar y ampliar esa base esta base de alianza en avance y unidad con todo el pueblo.

¿Qué nos puede dar una salida a todo esto?

La burguesía monopolista actúa como clase con el objetivo de aquietar las aguas, pero no sin contradicciones. Se ha agravado su crisis política como clase y se ha agravado la crisis política de los que gobiernan. Como nunca antes las fuerzas productivas están frenadas por este sistema de dominación qué está haciendo agua por todos lados. Ahora bien, no es suficiente que el desarrollo de las fuerzas productivas esté frenado y que esté explotando por abajo esta contradicción que tiene el sistema.

En todas las épocas históricas quién puede dar oxígeno a la humanidad son las revoluciones sociales, son las únicas que pueden ordenar este problema de asfixia en que nos pone el sistema capitalista. Revolución que libere las fuerzas de la humanidad. Por primera vez en la historia el único camino es que quienes no tienen más que su fuerza de trabajo se pongan al frente de la liberación de todo el pueblo. Y ese proceso lo tiene que encabezar fundamentalmente el proletariado y más particularmente el proletariado industrial.

Y estamos hablando de la necesidad de una revolución socialista. No es suficiente que haya esa necesidad histórica, hay que hacerla aparecer. En los hechos, la vanguardia proletaria que tiene una independencia política de las clases dominantes puede llevar a buen puerto todas esas explosiones por abajo, todo lo subterráneo que subyace en esta lucha de los pueblos del mundo.

¿Qué papel juega el Partido Revolucionario?

Los revolucionarios contamos con algo muy a nuestro favor que es la experiencia del pueblo. Pero es imprescindible seguir construyendo un partido proletario que pueda impulsar, desarrollar, desplegar, usar las mejores armas que nuestro pueblo y nuestro proletariado, generando organización. Construcción de organizaciones políticas revolucionarias y de amplias organizaciones políticas en el seno de la industria, de los barrios… Organizaciones políticas revolucionarias que se vayan unificando en la táctica del pensamiento estratégico, de la revolución y el poder. Nuestro Partido está profundamente abocado a esa senda, partiendo de las luchas que se están desarrollando. En donde comenzamos a tener lo que no teníamos en los últimos 30, 40 años, que es una incidencia -aún embrionaria- pero importante para lo que es el proletariado en nuestro país. Necesitamos del Partido, de esas organizaciones políticas no sólo para comenzar hoy a organizar y a construir el futuro sino para desenmascarar las políticas que utiliza la burguesía para plasmar su dominación en el mundo capitalista con el uso y abuso de sus dos formas de dominación: la dictadura (si sabremos de esto tanto los hermanos chilenos como los argentinos) y la democracia burguesa.

¿Podemos profundizar un poco sobre el concepto de democracia?

Para facilitar un poco la comprensión denominamos a la democracia burguesa también como democracia representativa. La Constitución argentina lo dice expresamente: bueno señores, elijan cada cuatro años a sus representantes y si no les va bien esperen y en cuatro años eligen a otro… Lo que se esconde con esas falsas “grietas” (que no es otra cosa que el viejo bipartidismo tan en boga en décadas pasadas) se esconde que todos esos “representantes” no representan los intereses de los trabajadores y el pueblo sino los intereses de la clase dominante, la oligarquía financiera. Representan los intereses de los monopolios, son la expresión de los monopolios en el parlamento, en el sistema representativo.

Esto es lo que confronta la democracia obrera o la democracia directa como también la denominamos. El pueblo argentino viene haciendo una experiencia de décadas que nos animaríamos a decir que ya está en sus genes, en su matriz. Proceso que en sus orígenes comenzó a expresarse como autoconvocatorias en donde se hicieron grandes experiencias y síntesis política, sobre todo porque fue una experiencia de masas, de millones que la practicaron y la practican.

La lucha de nuestro pueblo y también la incidencia de las ideas revolucionarias, fue elevando ese proceso incorporando embrionariamente nuevas metodologías que son una espina en la garganta de la burguesía monopolista: la democracia directa. No podemos hablar hoy que esa práctica de democracia directa esté generalizada en toda la sociedad, no podemos hablar quizás de una democracia directa “consciente”, o que vaya hacia una estrategia de poder ni revolucionaria. Pero que las bases están, están.

De hecho, la democracia obrera o democracia directa es en sí misma revolucionaria porque lleva todo el sello de la desconfianza toda la institucionalidad del sistema. A veces hasta surgen preguntas que terminan quedando ridículas, por ejemplo, si consultamos a un vecino si dejaría al cuidado del comisario del barrio a su hija de 15 años… Si le confiaríamos a una institución represiva el cuidado de nuestra casa… Cuando en realidad si vemos una custodia policial en la esquina de nuestra casa el vecino lo primero que piensa es que está haciendo de “campana” para liberar la zona a los delincuentes.

Estamos hablando desde la experiencia en nuestro país en donde ya hay una base de desconfianza a toda la institucionalización burguesa. Y sin querer utilizar palabras que puedan sonar grandilocuentes, lo que envuelve al movimiento de masas es un sentimiento de autodeterminación. Es decir: empezamos nosotros a cuidarnos, nosotros a resolver, nosotros en un camino que nos pertenece, sin tutelas del opresor. Camino que ha emprendido nuestra clase obrera y fundamentalmente nuestro pueblo. Camino en que los revolucionarios tenemos la obligación (como lo hacemos desde el PRT) de respetar esa experiencia que están en las masas. No hace falta hacer ningún invento porque las masas -en ese sentido- están en una avanzada.

Y volvemos sobre la responsabilidad de los revolucionarios y la necesidad del partido…

Sí. Los partidos, las organizaciones revolucionarias, los destacamentos revolucionarios tenemos la obligación que todas esas luchas, todas esas experiencias vayan al puerto de la revolución socialista. Y que sean el preludio, que lleven el preludio de lo que va a ser la construcción del nuevo Estado proletario y popular. No hay que separar nada históricamente, una fase de la otra, al contrario. Esto mismo que se van generando hoy y sobre lo que nosotros ponemos gran interés es muy interesante para la época, para la actual confrontación de clases. Porque además de continuar profundizando la teoría revolucionaria vemos cómo los obreros comienzan a tomar en sus manos problemas tan fundamentales como lo es el rompimiento del aislamiento de la clase obrera. Son los propios obreros los que toman cartas en el asunto.

Cuando nuestro partido plantea el tema de la unidad estamos hablando del papel que deben cumplir los obreros. No sólo los obreros de vanguardia sino todos los obreros de base, en las tareas de solidaridad, en las tareas de dignidad con el pueblo.

¿Podrían dejaros un mensaje a las nuevas generaciones?

Esta pregunta es muy profunda, entendemos el sentido de cómo está planteada, pensando en los más jóvenes seguramente, aunque no somos muy partidarios de hablar de “generaciones”.

Nuestro Partido, fundado en el año 1965 por un grupo de revolucionarios con Mario Roberto Santucho como nuestro Secretario General histórico, ha transitado hasta hoy ese devenir, siempre metido en la lucha de clases. Distintos momentos históricos que han tenido sus características particulares, pero se han caracterizado por la profunda decisión y convicción de diferentes camadas de revolucionarios de dar todo en favor de su pueblo, de la clase explotada y oprimida.

Esa historia, así como este presente no es propiedad del PRT. Es fruto de la experiencia de lucha y organización del proletariado argentino y de sus mejores exponentes.

Por eso, nos interesa transmitir sobre todo a los jóvenes, que hoy hay algo que debemos tener completamente claro. Cuando se nos acusa a los revolucionarios que nuestras ideas son idealistas hay que decir que si hay algo realmente idealista es pensar que el sistema capitalista puede dar solución a los problemas de la humanidad.

No sólo hacia el futuro, tampoco lo ha hecho en el pasado ni en la actualidad. Es más, ha profundizado todas las variables de crisis que recaen sobre la humanidad toda y en su relación directa con la naturaleza.

El sistema capitalista ha mostrado ya que nos conduce al peor de los caos.

Cuando le pedían al Che que dejara un mensaje a los jóvenes, él les decía que estamos atravesando la época histórica más hermosa de la humanidad, decía que estamos avanzando hacia una etapa de verdadera transformación, inexorablemente hacia el fin de las clases, a la extinción del Estado, para poner a la sociedad humana en el centro de todas sus necesidades.

Transitemos con firmeza y decisión revolucionarias esta gloriosa época histórica que nos toca vivir para avanzar en la revolución luchando contra toda injusticia, por la dignidad de la sociedad humana y el respeto a su propia naturaleza. Hombres y mujeres debemos estar orgullosos de vivir luchando permanentemente por este cambio revolucionario. Ese optimismo y la felicidad intrínseca de los revolucionarios es el mensaje que nos gustaría dejarles hoy.

Comentario final de América Rebelde

Cada uno de los pueblos latinoamericanos, y los pueblos pobres del mundo, padecen el capitalismo en forma diferente, las fuerzas en el poder y las que son sometidas se expresan en formas diferentes y cada una lucha y resiste bajo diferentes realidades aunque en lo común a todos, sin importar, la ubicación geográfica es la existencia de la lucha de clases, de explotadores y explotados.

De esa realidad se desprende el deber de cada uno de los colectivos, movimientos y partidos revolucionarios, cual es, no sólo entender y conocer cómo se expresan y organizan las fuerzas en pugna, su poder real y concreto, su potencialidad, en su propio país como en el mundo, sino que se debe comprender el poder real del enemigo de la humanidad a saber el imperialismo. Las construcciones revolucionarias se realizan partiendo de la relaidad tal cual es y no como uno quiera y desea que sea. Esto nos obliga a ser creativos, de poseer flexibilidad táctica y certeza estratégica. Esa creatividad también implica evitar la aplicación mecánica y la réplica conciente de experiencias valiosas de otras latitudes.

Los compañeros del PRT, desde su propia realidad, nos plantean un enorme desafío. No tan sólo hay que dar la lucha en todas las formas posibles sino que para que esa lucha tenga el o los efectos deseados se debe conocer bien la realidad donde el pueblo padece la opresión y donde el movimiento revolucionario se construye.

COMMENTS

Wordpress (0)
Disqus (0 )